De hijo a esposa pt. 2

Después de tanto tiempo, la continuación de una historia que originalmente no tenía pensado darle continuidad pero un simple comentario me hizo pensar en lo que podía pasar después de. Espero les guste.

Parte 1 aquí

¿Enserio tengo que vestir esto? -pregunté-

Claro que sí cariño, hoy es nuestro vigésimo aniversario, bien, volveré más tarde, espero estés lista cuando llegue -respondió papá antes de irse-

Han pasado tres semanas desde que mi papá me tomó como su esposa en contra de mi voluntad, al ser una versión algo más joven de mi mamá, sus documentos se convirtieron en los míos, no solo eso, nos mudamos a una ciudad distinta lejos de todos nuestros conocidos, no podía fingir ser mi mamá ante quienes sabían de su fallecimiento, era como si hubiera tenido planeado todo esto desde tiempo atrás. pero eso no importaba, así como el había hecho sus jugadas por debajo de la mesa, yo hice las mías.

Durante estas tres semanas, mi nueva rutina era limpiar la casa, hacer la comida y... tener sexo con papá... Lo peor era que a pesar de sentir asco, también lo disfrutaba. Sabía que si esto seguía, poco a poco aceptaría mi nueva vida como su esposa, por eso tome cartas en el asunto, aprovechaba cuando él estaba en el trabajo, papá no me daba dinero extra, tenía miedo de que escapara así que solo me daba para comprar la despensa, por suerte me las arregle para comprar unas pastillas para dormir, y justamente hoy era el día en el que pondría todo en marcha. 

Había colocado las pastillas en el vino, su copa estaba servida, en cuanto a mí, tenia un plan infalible para evitar beber. Solo debía esperar su llegada...

¡Cariño, estoy en casa! -gritó papá desde la entrada-

Rápidamente subió, encontrándome a mí esperándolo en la mesa con todo servido.

¡Wow cariño, te ves hermosa! -dijo papá sorprendido-

Gracias cielo, me arreglé justamente para ti, ahora, que te parece si brindamos -dije tratando de contener las náuseas-

Claro cariño, pero... ¿Y tu copa? -preguntó papá seriamente-

Tranquilo cielo, yo tengo otros planes -dije tomando la botella de vino-

Entonces derrame toda la botella sobre mí.

¡Feliz aniversario! Por que no vienes y tomas lo que te pertenece -dije en un tono sensual y seductor-

Papá se olvido de sus dudas, bebió su copa de vino y rápidamente me tomó con sus brazos.

Empezó a lamer todo mi cuerpo saboreando la mezcla del vino con mi esencia natural, cuando menos los esperé ya me encontraba encima de la mesa siendo penetrado por el. Placer y asco nublaban mi mente, no podía acostumbrarme a tener el pene de otro hombre dentro de mí, mucho menos el de papá, finalmente, después de varias movidas, las pastillas hicieron efecto, no sabia cuanto tiempo tenia pero cada segundo era valioso, me baje de papá dejando salir un pequeño gemido, me cambie, no tenia muchas opciones así que tomé lo pude y lo metí en una maleta, junto con mis papeles, revise su cartera en busca de dinero, pero no había nada, solo su tarjeta de debito pero si la usaba entonces el podría rastrearme, no importaba, sabía que hacer en caso de que algo así sucediera. tome las llaves del auto y salí hecho prisa, quería largarme lo más pronto de ahí.

No sabia a donde ir, pero lo primero que hice fue parar en una gasolinera para llenar el tanque, no tenia dinero por lo que me vi obligado a usar estos encantos femeninos, por suerte el chico que me atendió se conformo con ver y tocar mis tetas. después de ese desagradable momento salí de la ciudad, quería estar lo más lejos posible de papá...

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Casi como si el mundo me dijera que mi destino era ser la esposa de papá, el auto se detuvo en la carretera "¡Justo lo que me faltaba!" Pensé, bajé a ver el motor, este se había quemado, o eso supuse al ver el humo saliendo del capó. Ni de broma iba a dejar que eso me detuviera, quiera estar lo más lejos posible de papá, así que tomé mi maleta y comenzé a caminar, una vez más la dama de la fortuna me sonrió, un auto se detuvo a mi lado...

Hola hermosa ¿Quieres un aventon? -pregunto el hombre al volante-

Sí... Lo agradecería bastante -respondí-

¿A dónde te diriges, lindura? - preguntó el hombre-

Veras... Tengo muy malos recuerdos de xxxxxx y me gustaría irme lo más lejos posible -respondí-

Vaya coincidencia, yo también estoy haciendo una viaje largo, por cierto, ten, toma agua, caminar tanto no es bueno para una belleza como tú -dijo el hombre extendiendo su brazo con una botella de agua en su mano-

Acepté con gusto su amabilidad y le di un buen sorbo a la botella, durante el viaje comenzamos a platicar, era un tipo interesante, tenía un taller pero justo ahora estaba en un viaje de negocios, no sé por qué pero con cada hora que pasaba empezaba a sentirme acalorado... No solo eso, este hombre... Empezaba a verlo con otro ojos...

Después de varías horas de viaje.

O-Oye... No me estoy sintiendo bien... ¿Podemos parar a descansar? -pregunté con un rostro enrojecido-

Bien, creo que el efecto ha llegado al máximo -dijo el hombre-

¿Efecto...? ¿D-De qué... hablas...? -pregunté acalorado-

Oh señorita ¿Acaso no le enseñaron a no aceptar la ayuda de extraños? Esa agua que tomaste contenía un fuerte afrodisíaco, y ahora que estás bajo sus efectos, es tiempo de que pagues por la gasolina -explicó el hombre-

Siguió conduciendo hasta llegar a un hotel, me bajó del auto y me arrastró hasta la habitación. Ahí comenzó a besarme y manosearme, no puse resistencia, más bien, no podía, había consumido una gran cantidad de afrodisíaco, mi cuerpo estaba caliente y se excitaba con el más mínimo toque, sentir su lengua en mis pechos me ponía aún más cachondo. Pronto comencé a tomar iniciativa, devolviendo las caricias, respondiendo a sus besos, pero sobre todo empezando a tocar el paquete entre sus piernas, con él sentando en el sofa y yo acomodándome, acercando mis labios a su glande.

Y ahí estaba yo, chupando su pene como si no hubiera un mañana, la calentura se había apoderado de mí, el asco y la vergüenza no existían en este momento, solo quería satisfacer mis necesidades.

Espera, recuestate y abre las piernas -dijo el hombre-

Sin ni una pizca de duda, seguí sus órdenes tal como lo haría una mascota adiestrada.

¡Ahhh! -grité por el placer de ser penetrado-

El afrodisíaco me había puesto más sensible, el placer que estaba sintiendo no se podía comparar con las veces que lo había hecho con papá.

¡Ah! ¡Ahh! ¡Sí, sigue así! ¡Dame más duro! ¡Mmm! -dije rogando entre gemidos-

Con cada estocada la velocidad aumentaba al igual que la intensidad de mis gemidos, grité tan alto como pude cuando alcance el orgasmo.

Después de eso retiro su pene, dejando mi concha llena de su leche espesa y caliente... 

Seguimos por unas cuantas horas más, después de eso, aquel hombre se marcho, dejándome solo en la habitación, empapada en sudor y con mi útero lleno de semen, no podía moverme, los efectos del afrodisíaco, me costaba pensar, lo único que podía hacer era dormir esperando estar mejor al despertar...

A la mañana siguente me desperté recuperado... Pero sucio por lo ocurrido ayer, aunque no me molestaba, mejor dicho, la felicidad de estar lejos de papá me hacía incapaz de estar avergonzado por lo que había hecho ayer. Ahora solo debía organizar mis ideas y ver que hacer con mis futuro, era obvio que necesitaría un trabajo, no quería vivir de tener relaciones con otro hombre para conseguir una vida cómoda.

Este era el verdadero comienzo de mi vida como mujer.

Comentarios

  1. De verdad me encantó esta historia 😃😌😃......
    Espero que pronto tengamos más historias....

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