Desprecio, cariño, lujuria e infidelidad

Ultima historia furra comisionada (por el momento) para el cliente furro, después de esto volvemos al horario habitual, pueden leerla bajo su propio riesgo.

— Eso estuvo fantástico, Krystal. Quien iba a saber que entre más gorda se ponía esa panza tuya más apretaba tu vagina —habló un hombre joven y fornido mientras se vestía.

— Sí, eso estuvo bastante bueno, pero creo que será lo último hasta después de un mes.

— Realmente voy a extrañar esa vagina tuya —el hombre me sujeto del trasero— y estas también.

— Yo también voy a extrañar a esta cosita — dije frotando su pene— será difícil pero no quiero tener que dar a luz en plena diversión.

— Lo sé, no queremos que nuestra aventura salga a la luz... Por cierto, saluda a tu esposo de mi parte.

— Sí, lo haré.

Yo también me empecé a cambiar, aunque batallando como siempre debido al embarazo, pero entonces.

*Sonido de tono de llamada personalizado*

Mi teléfono sonó, supe quien era al escuchar el tono que había puesto, conteste de inmediato.

— Hola, cariño. Sí, estoy con Samanta, de hecho ya me iba para la casa, espero estés listo esta noche.

Era mi esposo preguntando donde estaba. No ha dejado de estar muy al pendiente de mí desde mi embarazo. Es bastante dulce... pero muy malo en la cama... y como mujer... tengo necesidades.

Muchos posiblemente me condenen por ello, pero no me arrepiento de nada, lo tengo todo; un marido que me ama, dinero, salud, juventud... y penes de sobra para complacerme...

Ya una vez lista, salí del departamento de aquel hombre, me subí a mi deportivo azul y conduje hasta casa.

— Ya estoy en casa.

— Bienvenida, amor. La cena ya esta lista.

— Aww, amor, no tenías por qué hacerlo.

— Claro que debo, eres mi esposa y pronto darás a luz a nuestro hijo. Mi padre educo a un caballero, es mi deber como esposo siempre ver por ti y por nuestros hijos.

"Padre", al escuchar esa palabra no pude evitar sentir un nudo en mi garganta.

— Cariño, te importa si me doy una ducha y me preparo.

— Pero la cena-

— Tranquilo, la cena puede esperar, además aprecio que la hayas hecho para mí.

Fui al baño a paso rápido y cerré la puerta con seguro.

*Sonidos de vomito*

— Cariño, ¿estás bien? —la voz de mi esposo sonó detrás de la puerta del baño.

— Sí... solo son... ya sabes... nauseas de embarazo...

— Ya veo... Oye, me llamaron del trabajo... Hubo un proble-

— Ve

— Pero tú...

— Estaré bien... Tu esposa no es tan débil

— Te amo.

Fue lo ultimo que escuche de él antes de irse.

Ya una vez pasadas la nauseas me levante y me mire al espejo.

— Lo siento Krystal... Sé que hecho mal... pero no puedo evitarlo... es culpa de este cuerpo que me dejaste...

Sí, es cuerpo femenino animal que tengo ahora no es mío, ni siquiera soy una mujer, el esposo que tengo tampoco es mi esposo, es mi hijo, y la vida que ahora tengo en mi vientre ni siquiera es suya.

Todo empezó hace un año, cuando todavía era un hombre.

Yo era el CEO de una gran empresa que yo mismo fundé. Trabaje con sudor y sangre para hacerla salir adelante y hacer que ganara poder, claro que también tuve que ensuciarme las manos un poco para poder llegar a donde estoy.

Me casé y tuve un hijo.

Quien a su vez se hizo pareja de una mujer bestia.

Semihumanos y humanos han convivido en "armonía" desde tiempos antiguos, lo digo entre comillas porque claro que ha habido conflictos, tanto pequeños como grandes, desde robos en tiendas humanas por parte de semihumanos y viceversa así como guerrillas locales hasta mundiales.

Yo era un hombre de la antigua escuela, de esos de los que creen que es el hombre quien debe llevar el dinero a la casa y la mujer debe hacer las labores domesticas. Sin embargo, nunca, ni una sola vez, le levanté la mano a mi mujer lo le grité, no, al contrario, era muy dulce con ella, siempre la trate como una dama, incluso cuando se enfermaba trataba de hacer las labores de mi esposa o contrataba a alguien para que lo hiciera, todo dependía de como anduviera de tiempo,

Lamentablemente ni con todo el dinero del mundo pude salvarla. Antes de morir, me hizo prometer que haría lo imposible para hacer feliz a nuestro hijo, y como hombre de la casa, he cumplido con mi palabra en todo momento. Las mejores escuelas, los mejores maestros, lo dejé seleccionar sus amistades pero también tomaba precauciones por si algo le llegaba a suceder, claro que no interferí en su libertad.

Pero así como le di todos los lujos del mundo, también fui estricto en mis enseñanzas para él, haciendo que fuera un hombre recto y derecho.

Fue entonces cuando cumplió los 21, que me presento a Krystal, en aquel entonces era su novia.

Y aunque estaba totalmente en contra, me retuve por la felicidad de Kouji, quien se veía muy feliz con ella. 

Aunque no podía evitar querer tener ganas de matarla ahí mismo, nadie sabía esto de mí pero siempre odie a los semihumanos ya que he tenido varios roces con ellos a lo largo de mi vida, me consideraba una persona racista, pero como en el mundo de los negocios es necesario tener una buena imagen con todos, reservaba mis peores pensamientos solo para mí y para nadie más, ni siquiera mi esposa sabía de ello. 

Y Krytal tampoco ayudaba, era una mujer totalmente opuesta a mi pensar, ni siquiera casada pensó ni un solo segundo en renunciar a su trabajo como programadora. De hecho, mi hijo me hizo contratarla como jefa del departamento de programación. Por dentro me hervía la sangre, dejar que esas inmundas... esas cosas... semihumanos trabajando en mi empresa... "Se lo prometí a Kanako", fue lo que me obligo a aceptarla, y con ello abrí vacantes para semihumanos.

Ya habían pasado tres años desde que comenzaron a salir y uno desde que se casaron.

A pesar de que mi despreció hacia los semihumanos seguía siendo un secreto, mi mirada me delataba cuando estaba con Kouji y su esposa, incluso tuve que hablarlo con mi hijo, quien por querer cambiar mi manera de pensar me hizo convivir con ese... con Krystal.

Escuchar su plan para mejorar nuestra relación me revolvió el estomago, me hizo llegar a mi limite, así que le pedí a que nos dejara a el y Krystal hablar a solas, aceptó bastante preocupado. Ahí le dije todo lo que pensaba a Krystal, incluso le pedí que rompiera con Kouji. Claro que ella también estalló y así como di insultos también los recibí. 

Pero extrañamente coincidimos en algo, ambos queríamos mucho a Kouji, y tal eran nuestras voluntades que nos terminamos volviendo "amienemigos", o algo así dijo ella, podíamos convivir pero nuestras palabras en armas afiladas apuntadas contra el otro, nunca pasamos de eso y solo eran momentos donde no estábamos ante la vista de nadie.

Y este fin de semana, sería el fin de semana que cambiaría nuestras vidas.

— ¿Estás lista ya, zorra de mierda?

— Estoy lista desde ayer viejo de mierda.

— Bien, entonces subamos al auto maldita puta trepahombres.

— Si va a conducir un anciano cegatón como usted preferirá no hacerlo.

— Ninguna puta ha muerto nunca en mi coche.

— ¡Ya basta los dos! —Kouji nos interrumpió.

— ¡Él/Ella empezó! —dijimos ambos.

Kouji había planeado un retiro espiritual exclusivamente para los dos, era otro de sus intentos de mejorar nuestra relación, realmente ninguno quería ir, pero si era por él, ambos estábamos dispuestos a hacerlo. Eso y que el desgraciado no amenazaba con nuestras debilidades, no recuerdo haberle enseñado tal cosa.

— Adiós, papá. Adiós, amor. espero tangan un lindo fin de semana, y traten de no pelear.

— Eres un monstruo.

— Por primera vez concuerdo con tu padre.

— Ven, ya es un comienzo.

Después de despedirnos de Kouji, partimos hacía nuestro destino, era una instalación en las montañas y bastante retirada del estado, por lo que sería un largo viaje.

Fueron tres horas de un silencio incomodó, todavía faltaban otras cuatro horas para llegar, y como si el mundo nos estuviera dando ánimos, comenzó a llover. ¿Y si somos ricos por qué no tomamos un avión? El desgraciado que tengo por hijo nos obligo a viajar en auto, dijo que serviría para mejorar nuestra relación... Pura basura.

Y entonces llegamos al punto de no retorno.

Había pasado una hora desde que inicio la lluvia y lo que parecía el inicio de un fin de semana de incomodidad fue detenido por un tronco en la carretera, tardé un poco pero mis neuronas por fin lo entendieron.

— Oh mierda~ Parece que no podremos seguir nuestro viaje~

— ¡Eh~! Tiene mucha razón, señor Kouta~ Parece que tendremos que regresar y explicarle el problema a mi esposo~

— Sí~ es una lastima~

Agradecido con la lluvia, di marcha atrás y empecé a girar el auto, pero...

*sonido de rayo*

Un rayo nos golpeó a mí y a Krystal, ambos perdimos el conocimiento.

.......

Entonces desperté.

— ¿Qué diablos pasó...?

— Ah, señora Kazama, es bueno ver que está bien.

— ¿Seño... ra?

Me sentí extraño al ser llamado "señora" cuando se supone que era un hombre, sin embargo, la realidad empezó a pagarme lentamente.

Empezando por mis brazos, los cuales habían perdido su musculatura y estaban cubiertos por un pelaje azúl.

*Rebotar*

— Qué... ¿Ah...?

En mi pecho plano había dos esferas adheridas, y mi voz...

Era diferente, y bastante familiar.

— D-doctor... Me puede decir que fue lo que sucedió.

— No lo podemos decir con certeza, cuando usted y suegro fueron encontrados en su vehículo estaban inconscientes.

"Suegro".

Fue otra palabra clave.

— D-disculpe... ¿Me podría de-

— Doctor, puede retirarse... Tengo que hablar con... mi nuera.

Me vi interrumpido... 

¡¿Por mí?!

Ahí estaba yo, frente a mi mismo, viéndome fijamente.

— De acuerdo...

El doctor salió de inmediato, dejándonos a solas.

— ¿Quién-

— Viejo de mierda...

— ¿De mierda...? ¡¿Kristal?!

Mi yo frente a mí asintió con la cabeza.

— ¡¿Entonces yo...?!

Mi yo frente a mí volvió a asentir con la cabeza.

— ¡¿Qué diablos pasó?!

— Cálmate, yo tampoco lo sé. Cuando desperté en el hospital después de ser golpeada por el rayo estaba en tu cuerpo, y dos semanas después despertaste tú.

— ¡¿Dos semanas?!

Yo, más bien, Krystal en mi cuerpo me dijo que había estado inconsciente durante dos semanas y que ella despertó una semana antes.

Despertar en mi cuerpo también fue un shock para ella, pero lo manejó con calma, esperando con paciencia por mi despertar para poder hablarlo y encontrar una forma de volver.

Esa misma tarde que desperté volvimos a casa. Sin embargo, aprovechamos el trayecto para hablar las cosas con mayor privacidad, sobre todo acerca de la vida del otro.

Lo que yo sabía de Krystal y lo que Krystal sabía de mí no eran mas que datos superficiales que habíamos escuchado de Koiji o compartido de manera breve. 

Así que tuvimos que hablar de nuestras vidas, y bueno, escuchar sobre los origines de Krystal... me hizo desarrollar cierta empatía hacía ella.

Pero...

— ¡¿Qué?! ¡No! ¡No voy a tener sexo con mi hijo?!

— Más te vale, o yo misma te mataré.

Krystal sacó un tema que cambiaría mi forma de pensar por completo, pero en ese entonces no tenía el menor interés en ello así cambié de tema rápidamente.

— Olvídate de eso, mejor piensa en una manera de volver, no quiero ser tú por el resto de mi vida.

— Mira, lo último que recuerdo es ver una luz así que supongo que debimos haber sido golpeados por un rayo, saca tus conclusiones, anciano.

— Entonces debemos esperar otra tormenta, pero... ¿No es eso demasiado peligroso?

— ¿Tienes algún mejor plan? 

— ... ¿Y bien, cuándo es la siguiente tormenta?

— Para nuestra buena suerte, se ha pronosticado una gran tormenta dentro de un mes.

— ¿Me estás diciendo que estaremos así durante todo un mes?

— Sí...

— Esto va a ser difícil, dirigir la compañía con este cuerpo de mierda

— ¡Oye! Para tu información mi cuerpo está muy bien cuidado gracias al gimnasio. Además, ¿Quién dijo que ibas a dirigir la empresa?

— Porque es mi empresa y yo soy-

— No —Krystal me interrumpió— Kouta Kazama es el dueño de la empresa, y en estos momentos, Kouta Kazama soy yo.

Una sonrisa burlona se formó en ni rostro.

— ¡No, absolutamente no! ¡Una semihumana no va a dirigir mi compañía!

— Señor Kouta... No, Krystal

Mi piel se erizó al escuchar como se refería a mí con ese nombre.

— Tenemos que asumir por completo los roles en los que ahora estamos, además, tú lo dijiste, "una semihumana no va a dirigir mi compañía", y en estos momentos... la semihumana eres tú.

— Jodete...

Entonces mis pensamientos ordenaron las piezas.

— Tú... estabas planeando esto desde el inicio, ¿no es así?

— ¡Bingo! Como dije, desperté una semana antes que tú, semana suficiente para planear muchas cosas. Es hora de hacer cambios en Ko-inc.

Solo pude maldecirla con la mirada, matando la poca empatía que se había ganado.

— Y ni intentes hacer algo, que "Krystal" tampoco está muy limpia que digamos.

Por primera vez en mi vida estaba totalmente acorralado, y lo peor es que esta a siendo acorralado por una semihumana a la que tanto había despreciado.

— ¡Bien, pero considérate muerta en cuanto volvamos a cambiar!

— Idiota, ¿crees que no tengo un plan para cuando volvamos a la normalidad?

— Ríe mientras puedas maldita perra, ya se sabré yo que hacer contigo.

Nuestro viaje siguió con varios insultos en el camino, quizás los últimos que nos daríamos antes de volver a la normalidad.

Y horas después.

Llegamos a casa.

— ¡Krystal! 

Ser abrazado por tu propio hijo estando en el cuerpo de tu esposa fue una experiencia rara.

— Estoy bien... 

Las cosas se calmaron, charlamos un poco más. Para mi buena mala suerte, Krystal en mi cuerpo propuso que me tomara un descanso en lo que me recuperaba de aquel evento, y aunque yo no quería porque sé que esta simibestia haría de las suyas en mi compañía y quería tenerla vigilada, Koiji me hizo aceptar de mala gana. Aunque también le agradecí internamente a Krystal, se llevó a mi hijo con ella en un viaje de negocios, Kouji estaba totalmente en contra debido a la situación de su esposa, pero al final lo convencí de ir.

Y entonces me dejaron solo, lo primero que hice fue darme un baño pero.

— Repugnante...

Ver el cuerpo desnudo de Krystal me daba asco, había pelo por doquier, por no mencionar mi incomodidad con la estructura ósea de mi cara.

— Solo es mes... Solo debes soportarlo durante un mes... —dije tratando de darme motivación.

Después de ese, omitiendo el trabajo, mis días pasaron siguiendo la rutina de Krystal.

Lo cual era horrible para mí, en especial ir al gimnasio para mantener su figura, la ropa era incómoda, sus grandes senos no dejaban de rebotar y los chicos del gimnasio no dejaban de mirarme. Incluso había uno que otro que me soltaba una nalgada, claro que no me dejaba y le daba un buen golpe, solo así descubrí la verdadera fuerza de Krystal pues mande al hospital al primer idiota que se quiso pasar de listo conmigo.

También tuve que empezar a hablar en femenino y referirme a mi mismo como una mujer para no levantar sospechas, era denigrante...

Pasaron dos semanas desde que desperté.

Kouji y Krystal en mi cuerpo habían regresado de su viaje.

Y yo finalmente podía volver a mi empresa, pero...


De una forma bastante humillante. 

La ropas escotadas y las faldas ajustadas son sexis cuando no soy yo quien las usa, me sentía lleno de vergüenza...

Pero mi infierno no acabó ahí.

Me enteré por boca de mi hijo las cosas que había hecho "yo". Empezando por la contratación de más semihumanos, así como el despido de varios trabajadores, incluso los altos cargos habían sido cambiados.

Estaba tan enojado que me hervía la sangre, incluso confronte a Krystal, pero todo fue inútil, tenía un argumento para todo.

Pero esto no se iba a quedar así, encontraría una forma de vengarme.

Sin embargo, ese plan de venganza... llegaría de la peor manera...

Fue mientras estaba en la oficina de mi hijo.

— ¡Ah! 

Sentir mis pechos siendo agarrados me hizo soltar un pequeño y raro sonido.

— ¡¿K-K-Kouji... qué crees que haces?!

— Vamos, cariño. No hemos tenido nada de diversión desde tu accidente —dijo Kouji mientras me manoseaba.

— K-Kouji... no podemos, ¡ngh! —sentí su mano bajar a mi entrepierna— Estamos en la oficina...

— Dices eso pero ya estás mojada, además, no es la primera vez que lo hacemos aquí.

Mi propio hijo toqueteándome y besándome, esto estaba muy mal...

Sin embargo.

Este cuerpo me estaba haciendo probar nuevas sensaciones, sensaciones totalmente desconocias... y placenteras. 

El calor empezaba a surgir de las zonas que Kouji estaba tocando, cuando menos me di cuenta, ya estaba recargado contra el escritorio y con la falda bajada.

— Kouji, espera vamos-¡ahh!

Fui penetrado... por mi propio hijo.

— Mmm, ¡tu vagina me está apretando con fuerza! 

Y empezó a moverse.

— Nohh... Kou... ji... ¡Ahh! Esto está~ah... ¡Mal! ¡Angh!

Si sentir su manoseo me estaba excitando, sentir su pene dentro de mí era otro nivel, sentir como se deslizaba en la vagina de Crystal me estaba haciendo perder la razón, sin embargo...

Sentí algo vistiéndose en mi interior.

— Oh, cariño, eso estuvo increíble —Kouji retiró su miembro.

— De nada...

— Bien, tengo que atender una reunión, volveré más tarde, y podremos seguir esto en la noche —me susurró al oído.

Kouji se fue, dejando el cuerpo de Krystal hecho un desastre. Me tomo unos minutos salir de aquel trance de éxtasis, solo para lamentarme después, lamento que fue sobrepuesto por otro cosa, más bien, otra sensación.

La vagina de Crystal...

Aunque estaba hecha un desastre, el calor persistía, como si estuviera pidiendo por más.

— ¿Por qué...? Este es el cuerpo de una asquerosa semihumana... Entonces por qué... ¿Por qué quiero masturbar este cuerpo...?

Mis manos lentamente se dirigieron a mis pechos.

*Apretar*

— Ahn...

Ahí estaba otra vez, aquella sensación placentera que me hizo sentir mi propio hijo.

— No, no, no. ¡Esto esta mal!

Y ahí estaba otra vez yo, luchando contra la calentura de este cuerpo.

— Yo odio a los semihumanos, no puedo excitarme en el cuerpo de-¡ngh!

Mis quejas fueron interrumpidas por mi mano yendo a mi vagina, como si tuvieran voluntad propia.

— ... S... Solo una vez... solo lo haré una vez...

Entonces tome mis cosas, salí de la oficina, me subí al auto de Krystal y conduje hasta casa.

Llegué hecho prisa, con el calor en mi entrepierna todavía activo, ¿es que todas las mujeres son así?

Fui a mi habitación, me desnudé y me vi en el espejo, no era la primera vez que veo el cuerpo de Krystal desnudo, pero era la primera vez que lo veía sin aborrecerlo.

— Ahora entiendo por qué a nuestro hijo le gusta tanto está mujer...

Comencé a estrujar los grandes senos que ahora estaban pegados a mí, cuando entonces una gran idea me vino a la mente.

— Jeje... jejeje... Disfruta tus últimos días al lado de Kouji, maldita perra... porque después de volver a cambiar voy a hacer que terminen su relación.

Dije que no tocaría su cuerpo, pero si ella hizo lo que quiso con mi empresa entonces no veo por qué no pueda yo hacer lo mismo con lo que era suyo.

Y después de jugar un rato con las tetas de Krystal, dirigí mi manos al órgano que llevaba ratos pidiendo por algo, la vagina de Krystal.

— Ngh...

Un simple roce fue todo lo necesario para hacerme jadear.

— Es completamente distinto de cuando era hombre...

Dije para mi mismo, entonces seguí moviendo mis dedos.

— Mmm~ Oh~ Esto... mmm... se siente... bien~

Nunca pensé que usaría la técnica que usaba en mi difunta esposa en mí mismo.

— ¡Ahh! ¡Justo aquí!

El placer de la masturbación femenina, completamente distinto de las masturbación masculina, no... era incluso un placer que no había experimentado hace mucho tiempo. Recuerdo que el sexo no faltaba en mi matrimonio, a veces normal a veces un poco raro, pero siempre había sexo. Pero con la muerte de mi esposa... la amaba tanto que decidí no buscar a otra mujer, incluso abandoné la masturbación por ella.

Sin embargo, esa promesa fue olvidada por este placer femenino tan embriagante, ¿así se sentía mi esposa? Es muy probable que sí.

Claro que mi inicio fue lento, pero conforme pasaban los segundos la velocidad y la fuerza de mis dedos se intensificó.

— ¡Ngh! ¡Ahh! ¡Esto es genial~! ¡Siento algo...! —entonces me vine— ¡Aaaaaaahhhhh!

Por primera vez en mucho tiempo tuve un orgasmo, aunque fue como mujer.

Y después de recuperarme.

— Bien, una foto para el recuerdo, jeje.

Tome una foto del cuerpo de Krystal después de haberse masturbado en mi cama.

Después empecé a preparar mi plan de divorcio y a tomar medidas contra lo que esta maldita semihumana estaba haciendo en mi empresa.

Y ya en la noche...

Mi hijo retomó lo que dejo pendiente con su "esposa", pero...

— Eso fe increíble, amor, eres la mejor

Después de venirse en mí y darme un beso de buenas noches...

Kouji...

¡¡No me dejó llegar al orgasmo!!

¡Mi hijo tenía una técnica terrible!

Y aún así.

Otra vil sonrisa apareció en mi rostro, que mi hijo tuviera una técnica terrible sería otra razón para que "Krystal" se divorciara de Kouji.

Paso una semana desde entonces.

Solo faltaba una semana para volver así que puse mi plan en marcha. Para mi suerte, mi hijo y Krystal estarían en un viaje de negocios durante tres días, lo cual era tiempo más que suficiente.

— Bien, ya estoy lista... listo, estoy listo

Solo fueron tres semanas pero ya hasta hablaba en forma femenina de manera automática.

Según "mi rutina", debía ir al gimnasio a ejercitarme, pero en realidad era solo el comienzo.

Durante la semana que pasó me estuve fijando en los chicos del gimnasio al que iba Krystal, especialmente en los entrenadores pues eran ellos quienes más se comían a Krystal con la mirada.

Recuerdo que los primeros días mandé al carajo a varios chicos del gimnasio, pero este día iba con intenciones completamente opuestas, hasta usé un traje deportivo bastante pequeño para dar a entender mis intenciones.

Pero como las bestias no cruzaban la linea, decidí empujarlos al siguiente nivel usando clásicos trucos femeninos como lao pechos en la espalda, poner el trasero en la entrepierna o simplemente mostrarlo, aflojar un poco la ropa... hice casi todo lo que mi mujer hizo alguna vez conmigo.

Y entonces sucedió.

Dos de los entrenadores hicieron de las suyas y bajaron mi camisa, revelando los enormes senos de esta semihumana asquerosa.

— Je~ Finalmente lo hacen~ adelante, pueden usarme como quieran~

— Nunca pensé que lo haríamos contigo, bien, primero que nada...

El entrador toro se bajó los pantalones y reveló su gigantesco pene.

— Chupalo.

Una sonrisa se formó en mi cara, mi plan estaba yendo bien.

— Claro, pero antes... —saqué mi celular y se los di a los entrenadores— Necesito que me tomen fotos mientras lo hacemos,  ¿sí?

Ambos aceptaron.

Entonces comencé a chupar el enorme pene que tenía frente a mí, al ser tan grande solo me dediqué lamer la punta y a lo largo del tronco. De hecho, sentiría asco de todo esto ye hubiera echado para atrás de no haberme preparado mentalmente para este momento.

— Oye, yo también —el entrenador canino se bajó el pantalón— Chupa mi pene también.

Para mi mala suerte, el de este tipo era mas pequeño que el del otro entrenador, por lo que podía entrar en mi boca sin problemas.

Pero.

¡Este maldito hijo de puta me tomó por la fuerza y se vino en mi boca!

— Sonríe~

*Sonido de cámara*

De no ser por la camara del celular apuntándome me hubiera enojado con este desgraciado.

— Oye, yo todavía no me vengo.

— ¡¿Eh?! ¿Qué estás...?

El toro me cargó y me sujetó con mis piernas y brazos.

— ¡¿Ahhh?!

Fui penetrado por sus grandes penes.

Lo peor es que en lugar de sentir placer sentía dolor.

Y aún así.

Me hicieron alcanzar el orgasmo con solo eso.

— Jaja, ¿te viniste con solo meterla? Realmente eres...

— Mierda, tu ano está bastante apretado.

— ¡S-sacalo...! Me vas a... romper...

— No, tu querías esto y ahora lo tienes

— Sí, sonríe para la cámara, puta~

Me dolía, quería salir de ahí, pero necesitaba seguir si quería alejar a mi hijo de esta miserable mujer bestia.

Me forcé a seguir.

— Sí... Adelante... rompan mis agujeros tanto como quieran...

Ellos empezaron a moverse, y yo empecé a gemir.

— ¡Ah! ¡Ang! ¡Ja~ah! ...¡Video! ... ¡Toma video de estoooh!

— Sí, sí. Lo que la puta de Krystal pida~

El perro empezó a grabar, y yo a decir mi guión.

— A mí, Krystal, ¡Nmmm! Me encanta los grandes penes de mis entrenadores~ ¡Ohh! ¡Son mucho mejores...! ¡Angh! ¡Que el de mi marido! ¡Incluso me dan el orgasmo que Koiji no puede darmeee! ¡Ahh!

El perro siguió grabando mientras am os se movían y hacían un desastre en mi interior, cada vez más rápido, haciéndome tener un orgasmo trar otro.

Y entonces.

— Me voy a venir.

— Sí, yo también.

— Está bien~ Ahh, pueden soltarlo adentro~ ¡Ahh! Y-yo también voy a...

— No ocupamos tu permiso para eso.

*Sonidos de eyaculación*

— ¡Aaaaaaaaaaahhhhhhhh!

Los entrenadores se vinieron dentro de mí, dándome el mejor orgasmo que había experimentado con este cuerpo en estás tres semanas.

Solo ento me dejaron tirado en el suelo.

— Oye, Krystal, sonríe para la cámara.

— Sí~

Mientras la enorme cantidad de semen se derramaba de mi vagina, mire a la cámara con una sonrisa de victoria... y algo de lujuria.

Después de eso los tipos se fueron.

Yo tardé un poco más en recuperarme.

De hecho, me costaba pensar.

Mi cerebro estaba tan golpeado por el intenso placer que solo me puse mis ropas y no me molesté en limpiar el chorro de semen en mi vagina, incluso me costaba caminar...

Llegar a casa gue algo complicado, pero me sirvió para salir de aquel trance.

Una vez ahí, empecé a limpiarme, luego subí los videos y las fotos a una cuenta que había hecho para este plan y las eliminé del teléfono.

Después de eso siguieron los 5 más largos días de mi estadía en este cuerpo.

Después de experimentar el placer de un buen sexo, quería más. Pero tenía que contenerme, lo pero es que la mala técnica de Kouji solo aumentaban mis ansías.

Así que un día antes de volver a cambiar, y después de haber estado evitando el gimnasio... me volví a reunir con los entrenadores.

Tuve otra aventura, sería mi aventura de despidida, tanto de Krystal como de este cuerpo.

Lo disfrute como no tienen idea.

Y después de eso.

Llegó el momento de volver a cambiar.

— ¿Krystal, ya estás lista?

— Ya lo estoy, suegro.

Llamar "suegro" a Krystal era una de las formas de molestarla que tenía, aunque ella también me molestaba llamándome "hija"

— Me alegra que se lleven bien pero... ¿Están seguros del viaje? Quiero decir, se dice que habrá una fuerte tormenta eléctrica.

— Tranquilo, hijo. Estaremos bien.

— Sí, amor. No pasará nada malo.

Le dí un abrazo a mi hijo mientras miraba a la verdadera Krystal con una cara burlona.

Después de eso nos fuimos.

Y nuevamente, una tormenta nos agarro en plena carretera.

Ambos sonreímos y detuvimos el auto.

— Finalmente podremos volver a nuestros cuerpos —dijo Krystal— Ya me estaba cansando de ser un viejo cascarrabias.

— No tan cansado como yo siendo una vil bestia, solo recuerda, después de esto considérate despedida.

— Jaja, idiota, quién las tiene de perder eres tú.

Y entonces, durante nuestra charla.

Un rayo nos volvió a golpear.

Perdí el conocimiento.

.......

Y entonces volví a mi cuerpo...

O eso pensé.

Porque cuando desperté

¡Seguía en el cuerpo de Krystal!

Sin embargo, las malas noticias no terminaban ahí.

Me enteré por el doctor...

Krystal en mi cuerpo, mi antiguo cuerpo, mi antiguo yo...

Había fallecido.

La descarga eléctrica le provoco un infarto y murió en el auto.

Y yo estuve un día entero en coma.

En ese momento me sentía frustrado, enojado, y triste, incluso arremetí contra el doctor de ese día cuando recibí la noticia. 

Me negaba a creerlo.

Pero como todos saben, la realidad no tiene piedad con nadie.

Y el golpe fulminante fue ver mi propio cuerpo dentro del ataúd.

Yo lloré, mi hijo también lloró. Los invitados nos dieron su más sentido pésame.

Estaba completamente devastado. 

No podría volver a mi cuerpo, y el plan que había hecho para deshacerme de esta mujer me salió por la culata. Había planeado mandarle las fotos y los videos unos días después de volver, hacer que Kouji despidiera a Krystal el mismo, y consolarlo como un buen padre de familia debe hacer, incluso tenía las posibles candidatas para ser su nueva compañera de vida

Pero ahora que yo era Krystal permanentemente, ya no podía irme y dejar solo a Kouji.

Ahora tendría que vivir como la mujer que siempre he despreciado, como una mujer de la raza que tanto odiaba.

Pero tenía que hacerlo por mi hijo, por mi promesa.

De hecho, era posible que si mi hermosa Hanako estuviera viva, estaría completamente enojada conmigo, que todo haya terminado así es culpa de mis malas acciones contra Krystal, quizás merecía terminar así. Por primera vez en mucho tiempo estaba lleno de culpa.

Tuve que visitar mi tumba, hablando como si estuviera hablando con Krystal, disculpándome por todo lo malo que hice. Claro que también hable con mi esposa... también disculpándome por lo que hice... Prometiéndole que incluso en este nuevo cuerpo haría todo lo posible para hacer feliz a nuestro hijo, aunque ahora sea mi esposo.

Desde entonces empecé a aceptar mi nueva vida como Krystar, mi nueva vida como una mujer, mi nueva vida como la esposa de mi propio hijo.

Sin embargo.

Hubo algo a lo que no estuve dispuesta a renunciar.

El placer femenino.

Kouji nunca mejoró su técnica en la cama, y yo no le podía decir tal cosa o heriría su orgullo masculino, tenía que fingir mis orgasmos aunque realmente no los hubiera.

Por lo que sí, tuve más encuentros con los entrenadores del gimnasio donde ahora yo iba.

También tuve aventuras con otros hombres, pero eran estos dos los que siempre me volvían loca con sus enormes penes, en especial Blits, el semihumano de raza vacuna, su pene era gigantesco, me volvía una adicta a este, aunque Husk tampoco se quedaba atrás.

Y bueno, el tiempo pasó, y yo terminé embarazada. Husk es el padre del bebe formado en mi vientre, pero Kouji no sabe de eso, el es feliz creyendo que va a ser papá, y sí él es feliz, entonces yo también soy feliz.

Y a pesar de todo lo mal que he hecho, no tengo arrepentimientos, mi hijo es feliz y eso es lo que más me importa. Quizás debería sentirme culpable, pero es culpa suya por ser terrible en la cama... y también de este cuerpo por ser tan cachondo, como dije, ahora soy una mujer y tengo necesidades, necesidades que solo pueden ser satisfechas por otros hombres.

Comentarios

  1. Interesante muy interesante, no pensé mucho en lo fueron pero está historia quedó muy bien echa y divertida por los planes que fallaron del padre ahora perra en celo...y pues en fin fue una buena historia muy entretenida y buen echa para pasar el rato leyendo

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  2. Que buena historia furra, doy gracias a quien lo comisiono.

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