El trágico final de un ladrón

Alguien ha visto Shuumatsu no Valkyrie? También conocido como Record of Ragnarok. Bueno, hice una apuesta con Jessica sobre el combate entre Leónidas y Apolo, el perdedor le haría una historia al ganador... Y perdí... Vete a la verga Leónidas! Cómo que usas informe militar pero ni una puta arma de fuego?! Decepción de personaje y de combate, al chile, pendejo no dura nada...

Y pos aquí me tienen cumpliendo con esta historia...

— ¡Ladrón! ¡Agarrenlo!

Un comerciante gritó viendo como el ladrón se llevaba una caja de pociones.

*Pum*

*Crash*

— ¡Ah!

El ladrón corría desatando caos a su paso, todo con el fin de crear obstáculos a sus perseguidores.

Jarrones, cajas, lanzar monedas a la multitud, escalar edificios, bombas de humo. El intrépido ladrón no dudo en usar todo su arsenal ante tan intensa persecución.

*Zap, zap, zap*

Podía escuchar los sonidos de las hojas cortando el aire y rozando su cuello.

— ¡Por allí!

— ¡Matenlo!

— ¡Robar a Lord Kliuvein es el equivalente a renunciar a su vida!

Los guardias gritaban con furia.

Pero el ladrón lanzó una bomba de humo, desapareciendo de la vista de los guardias y de los ciudadanos...

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Varias después.

En lo más profundo del alcantarillado del reino de Kliuvein.

— Ah... Ah... —un hombre respiraba con cansancio— Finalmente los perdí... Jaja... Y pensar que buscarían dentro de las alcantarillas... Ya veo porque son pocos los que se atreven a robarle al tonto de estás tierras... Pero hey, si vives para robarle a a este tipo entonces te conviertes en una leyenda entre los ladrones, además de que con sus pociones puedes vivir toda una vida por cada una... ¡Por lo que...! —el hombre agitó la caja con las pociones— mmm 6, tal vez 8... No importa, de aquí en más, Jeysson nadará en oro, jejeje...

Jeysson, el ladrón que le había robado al soberano del Reino Kliuvein, El rey Roland Kliuvein, un poderoso mago que construyó su reino gracias a su poderosa magia, un mago al que muchos otros ladrones ya habían intentado robar, sin embargo, ninguno vivió para contarlo, por lo que entre ladrones, se podía decir que robarle a este mago y salir vivo era el logro máximo entre ellos, el reto final, el reto suicida.

Y un fatídico día, Jeysson se armo de valor para llevar a cabo tal azaña, se había enterado por sus fuentes que un cargamento de pociones sería entregado a un noble dentro de unas semanas, ahí es donde vio la oportunidad.

No fue el primer en tratar de robarle al rey Kliuvein, así que uso los fracasos de sus predecesores para su golpe, analizando los resultados de cada uno, analizando el reino, los guardias, concurrencia de las calles, todo factor que le ayudara a tener éxito en su golpe.

Y lo logró, ahora solo debía comprobar su botín.

Sin embargo.

*Clank*

*Wush*

En el momento en el que Jesson abrió la caja, un extraño gas salió disparado.

— ¡Cof, cof! 

Y en un parpadeo.

— ¿Ah...?

— Así que tu eres el ladrón de turno

El rey Kliuvein, lo saludó antes de perder la consciencia.

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*Clink* 

— ¿Dónde estoy...?

— Veo que despertaste, Jeysson, el ladrón

— Así que me cono... —Jeysson notó algo raro— ¿Eh...? Mi voz... 

— Mira hacía abajo

Extrañado por el tono de su voz, Jeysson miró hacia abajo.

— ¡¿Q-q-q-qué es esto?!

Jeysson se sorprendió al ver dos bolas de carne colgando de su pecho.

Y mientras estaba aturdido por lo que pasaba.

— ¡Ahn!

Sentir su seno izquierdo siendo apretado lo trajo de nuevo a la realidad.

— "¡Ahn!", jajaja, ¿Realmente eres un ladrón?

— ¡Lo soy, solo deja que salgahh!

La voz de Jeysson fue cortada una vez más.

— No, no lo eres, eres mi nueva puta

— ¿Tu nueva puta, qué tonterías estás diciendo? ¡Soy un ladrón!

— No, querida. Jeysson era un ladrón, Jessica es la nueva adquisición del Rey Kliuvein.

— ¡Como si eso fuera a-ngh! 

Jeysson sintió como algo se introducía dentro de él, pero no era por su ano, era una sensación completamente nueva, extraña y bastante placentera.

— Mmm, veo que te volviste una mujer bastante sensible —dijo Kliuvein mientras movía sus dedos dentro del cálido interior de Jeysson.

— ¡B-basta! ¡Me... siento... raro...! ¡Hng...! —habló Jeysson con una respiración pesada.

— Rara, querida, ahora eres una mujer... Así que será mejor que empieces a referirte como una... Bien, gracias por la comida... —Kliuvein llevó su boca a uno de los senos de Jeysson y empezó a chuparlo.

— ¡Ahh! ¡Qué demonios crees que haces! ¡Noohh! ¡Ahn!

— ¿No es obvió? Tengo que comprobar la mercancía antes de venderla.

— ¿V-vender?

— Sí, serás vendida como esclava en mi casa de subastas

— ¡Maldito, me las pagaras! ¡Ahh!

— Sí, sí. Lo mismo dicen todas

El rey siguió manoseando un rato más a su nueva esclava antes de prepararla para la venta

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Días después, en un salón de subastas.

— Atención, damas y caballeros —anunció un maestro de ceremonia— Ahora, nuestra mejor chica, denle una calurosa bienvenida a la más reciente esclava, ¡Jessica!

Una mujer de pelo Rojo con un mechón blancuzco, de tez blanca, con ojos morados, de grandes pechos y de un trasero aún más grande, completamente desnuda y con grilletes en manos y piernas.

Jeysson fue presentado ante el publico compuesto por nobles de distintas tierras.

— No hay mucho que decir sobre su pasado, y aunque es toda una hermosura, su actitud es la de una rebelde, ¡Esta perra esta esperando a ser domada por uno de ustedes! ¡¿Quién podrá ser?! ¡Aquel que pueda pagar la suma de 500 monedas de oro!

— ¡Doy 600! —gritó un hombre

— ¡700! —gritó otro

Uno tras otro levantaba su mano, y poco a poco el precio iba aumentando.

Pero entonces.

— ¡5,000 monedas de oro! —grito una mujer de largo cabello blanco y ojos morados—

La tensión se hizo notar, pues era una cantidad enorme de dinero, nadie más se atrevía a pujar la subasta, nadie excepto...

— ¡10,000 monedas de oro!

Otro cliente doblo la subasta. Era un hombre mayor, gordo y de poco atractivo, sin embargo, vestia elegante, por no decir que no había parte de su cuerpo que no mostrara algo de joyería. Su nombre era Nolan Parm, uno de los mas grandes comerciantes, y tenia sus ojos puestos en Jeysson desde el inicio, como si le estuviera devorando con la mirada. 

Días después de eso Jeysson, ahora Jessica, fue vendida a un comerciante de renombre.

Claro que trató de escapar, pero el collar de esclavitud en su cuello se lo impedía.

Al final tuvo "aceptar" su destino como esclava sexual de aquel comerciante.

El mismo día de su compra fue llevada y soltada en la habitación de su comprador.

— Je, viéndote más de cerca sé que valiste cada centavo

El hombre, de un mal aspecto, puso su mano sobre las mejillas de Jessica, quien estaba asqueada de tenerlo tan cerca. Sin embargo, su expresión de repulsión le costaría caro.

*Sonido de bofetada*

— ¡Deja de mirarme así, maldita puta! ¡Yo pagué por ti! ¡No puedes mirarme con desprecio! ¡Tu vida me pertenece!

Jessica, quien contenía su dolor, seguía mirándolo con despreció.

— Bien, entonces lo aprenderás por las malas

— ¡Ah! ¡Oye-

Jessica fue jalada de los pelos y arrastrada hasta la cama

— ¡Suéltame, cerdo hijo de puta! ¡Kya!

Jessica hizo un sonido totalmente femenino, uno de sus senos había sido agarrado y apretado, sin embargo.

— ¡Te dije...  que me sueltes!

*Sonido de patada*

Aunque estaba atada de manos, sus piernas estaban libres, así que si quito al hombre encima.

— ¡Maldita perra! ¡Tú...!

El hombre, que aun se estaba recuperando del golpe, estaba por comenzar a maldecir a Jessica, pero al verla corre a la ventana y saltar por esta lo dejó sin palabras. Al menos hasta que volvió a sus sentidos, entonces dio la alarma, pero ya era demasiado tarde, Jessica se había escapado de la mansión.

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Nueve meses después,

— Su café, Señor Kliuvein, lo preparé como le gusta.

— Excelente trabajo, Jazmín

Una mujer de pelo negro y de tez morena. de ojos morados, de grandes pechos y con un trasero aún más grande, vistiendo uniforme de sirvienta cuya falda era bastante corta.

Se acercó con la bebida caliente para su amo.

— Mmm que piernas tan sexis~ —Kliuvein tocó las piernas de la sirvienta en cuanto se acercó.

La chica no se sobresaltó, al contrario, parecía bastante acostumbrada, como si su amo siempre fuera un pervertido con ella, aunque eso no evitaba que se sintiera avergonzada.

— S-Señor... Su café...

— Tranquila, Jaz, solo deja disfrutar de estos muslos un poco más.

— ...

No dijo nada, solo dejó que su amo hiciera de las suyas.

— Por cierto, esta noche también voy a requerir de tus servicios 

— Lo... entiendo...

Una vez dejado el café y con su amo satisfecho, la sirvienta se retiró para poder seguir con el resto de sus tareas.

Y al caer la noche.

*Sonido de puerta siendo golpeada suavemente*

— Adelante~

La puerta se abrió, y una Jazmín vistiendo únicamente lencería, entró.

— La sirvienta Jazmín se presenta para dar sus servicios al amo...

— Bien, puedes comenzar

La mujer empezó a acercar a su amo, pero...

— Ahahah, gateando~

— ... Sí... Amo...

La sirvienta, que pareció pensarlo por unos segundos, se puso de rodillas y comenzó a gatear hasta la cama en la que estaba sentado su amo.

— Bien, ahora usa tu boca~

— Como ordene, amo...

La mujer hizo su cabello para atrás y comenzó a usar su boca para dar placer al pene erecto de su amo, usando su lengua para acariciar suavemente el glande, y usando sus manos para masajear sus testículos.

— Mmm~ Lo haces muy bien, Jaz, sabes perfectamente donde tocar a un hombre~

Jazmín no dijo absolutamente nada, siguió concentrándose en el órgano sexual de su amo... Casi como si tuviera prisa por hacer que este se viniera.

Y entonces lo logró.

— ¡Mpgh! 

El semen caliente fue disparado en su boca.

— Tragalo~

Y siguiendo sus órdenes, Jazmín se trago el semen en su boca.

— Ahh... ¿Está feliz, mi amo?

— Bastante, ahora subete a la cama, es hora de usar ese sucio coño tuyo

— ... Sí...

Amo y sirvienta tuvieron sexo, siendo los gemidos de Jazmín el mayor ruido en la habitación.

Y un para de horas después.

— Eso fue increíble

— Me alegro que... haya quedado satisfecho... con mis... con mis servicios...

Amo y sirvienta estaban acostados en la cama, descansando después de intensas horas de relaciones sexuales.

— Claro, eres de las mejores, Jazz. Bien, es momento de que te diga algo.

Por un momento, el mostró de la sirvienta mostró preocupación.

— Jazmín, has trabajado aquí por poco más de 4 meses, meses en los que has demostrado tu valor, por eso mismo he decidido darte un ascenso.

— ¿U-Un ascenso?

— Sí, como un sirvienta de confianza, te dare acceso a mi laboratorio, te encargarás de limpiar y hacer una lista de inventario, por supuesto, tu paga aumentará.

— ¡Se lo agradezco, mi señor! ¡No lo decepcionaré!

— Se que no lo harás —el hombre sujetó el mentón de Jazmín mientras decía esto.

Después de eso la sirvienta volvió a su habitación.

Desde entonces Jazmín ascendió a sirvienta de laboratorio, rotando su rutina entre sus tareas en el laboratorio y satisfacer a su amo, por suerte no era la única sirvienta que hacía tal cosa, aunque so era llamada con frecuencia, ya fuese ella sola o junto a otras sirvientas.

Y un mes después, durante la noche, en el laboratorio de del rey.

— Por fin... ¡Por fin podré volver a la normalidad! —susurraba con emoción una sirvienta en el laboratorio del Kluvein— Fue duro... tuve que soportar la humillación de ser cogido por otro hombre... aunque lo disfruté... Tuve que reducirme a una mera sirvienta... ¡Pero por fin! ¡Por fin podré terminar con esta pesadilla!

Una sirvienta de piel morena celebra su victoria, de pie frente a la poción que le daría su libertad, pero cuando estaba a punto de beberlo.

— Miren nada más que tenemos aquí... —sonó una voz bastante familiar para la mujer.

Un escalofrío recorrió la espalda se la sirvienta.

— ¡S-S-Señor! ¡Yo...! —la sirvienta se puso nerviosa.

— Pensé que aquella esclava a la que mostré piedad se había redimido, pero parece que los ladrones nunca cambian, ¿No es así, Jeysson?

Sí, la sirvienta atrapada por el soberano de del castillo, era Jeysson, el ladrón que se metió con el mago equivocado y pagó con su hombría el precio de su atrevimiento. Y determinado a volver a la normalidad, se infiltró en los aposentos del rey como una sirvienta y un nombre falso.

— ¿Cómo es qué...? No encontré ningún rastro de magia en mí... 

— Idiota, no eres el primero ni el último que intenta robarme, y si dejará que alguien se saliera con la suya entonces mi reputación se vería manchada. Desde el momento en el que pusiste una mano en aquel cofre ese fatídico día fuiste identificado con mi marca especial, una tan fina que es casi indetectable... Seré honesto, "Jazmín". Tenes uno de los mejores coños que he probado, un coño que no me gustaría perder... Mira, te daré la oportunidad de que olvidemos lo que pasó aquí, solo deja la poción ahí y vuelve a tu habitación, si haces es te permitiré seguir en la mansión e incluso te daré un aumento, ¿Qué dices?

— ¡Primer muerto que seguir siendo una mujer!

Jeysson tomo la poción.

Sin embargo, no pasó nada.

Y de repente, Jeysson sintió su cuerpo calentarse.

— ¡Está empezando...! Puedo sentirlo... Volveré a ser hombre...

Solo entonces una sonrisa malvada se dibujó en el rostro del mago.

— ¡Jajajaja! ¡Idiota! Lo dije antes, ¿no? ¡No eres el primero ni el último en tratar de robarme! ¡Tan solo piénsalo un minuto! ¡¿Por qué le daría la volver a ser hombres a la gente que se mete conmigo?!

Y con esas palabras, Jeysson entendió que no había bebido un antídoto.

— Espera... Entonces qué fue...

— Revisa tu entrepierna~

Jeysson llevó sus pequeñas y femeninas manos a su entrepierna, dónde en lugar de sentir aquella hendidura a la que se había acostumbrado, sintió una protuberancia.

— ¡Está ahí! ... ¿Eh?

Jeysson estaba extrañado, a pesar de sentir lo que obviamente era un órgano masculino, su voz seguía siendo femenina. Miró hacía abajo, sus pechos seguían ahí. 

— ¡¿Qué demonios me hiciste?!

— ¿Hice yo? ¿Acaso yo te dije que bebieras de la poción hecha para un cliente?

Jeysson no respondió, al contrario, su instinto de ladrón se disparó, le decía totalmente alborotado que escapara de ahí, pero para cuando pudo reaccionar ya era muy tarde, una barrera mágica había sellado sus rutas de escape.

— ¡No creas que me voy a rendir!

Jeysson cargó contra Kliuvein, sin embargo.

*Sonido de chasquido*

Todo si cuerpo fue retenido por magia.

— Muy, pero muy mala elección "Jazmín", ¿O debería llamarte "Jessica", como sea, esa poción era un encargo único. Toda una vida no sera suficiente para poder pagarlo...

*Sonido de chasquido*

El hombre volvió a chasquear sus dedos, esta vez para dormir a la sirvienta rebelde.

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*Sonidos obscenos*

— ...Ngg ¿Qué...?

Jeysson despertó, pero lo que vio le sorprendió.

Un hermosa albina le estaba haciendo una felación.

— Veo que ya despertaste, Jessica

— ¿Quién-ahh!

Jeysson sintió los testículos que había recuperado siendo estrujados.

— ¿Te gusta tu nuevo pene? —dijo la albina mientras lo acariciaba con una mano— Es el pene que me robaste

Y después de eso puso fuerza en su agarre.

— ¿Ah? ¡Auch! ¡Aguanta! ¡Me lo vas a arrancar!

— Realmente quisiera arrancartelo... —dijo la mujer con friald— pero en su lugar será usado para mi placer.

Jeysson trató de quitarse a la mujer, pero solo así se dio cuenta de algo; le faltaban partes del cuerpo.

— ¡Mis piernas! ¡Mi brazo! ¡¿Qué fue lo que me hiciste?!

— ¿No es obvio? Te los quité, digo, una esclava como tú no va a necesitar tales cosas. Una manera bastante efectiva de asegurar que mi juguete no escape, además, servirás de ejemplo para el resto de las chicas

Sus brazo derecho y sus piernas habían sido amputados. Todavía tenía su brazo izquierdo, pero no la fuerza para usarlo.

Y mientras seguía tratando de mostrar resistencia.

La mujer de cabello blanco se acomodó encima, lista para montar el órgano masculino que ella decía que era suyo.

— Bien, es hora de probar lo que me fue robado

Sin pensarlo dos veces, introdujo el duro trozo de carne en su vagina.

— ¡Aahh!

— ¡Mmmm!

Un gemido salió de ambas, uno más intenso que el otro.

Por una parte, la albina se estremeció al sentir tal cosa dentro de ella.

Y por otra, Jeysson se sintió completamente abrumado por el intenso y desconocido placer que estaba experimentando.

— ¿Qu-qué es esto...? ¡Nghn!

— ... Aunque debería estar enojada... ¡Esto me encanta!

No era que Jeysson hubiera olvidado el placer masculino, el intenso y desconocido placer que estaba sintiendo era debido a la composición de su pene. Era un pene completamente distinto a su pene original, pues aunque tenía la forma de uno, su sensibilidad era igual o superior a la sensibilidad de los pliegues vaginales de una mujer.

— ¡Ahh! ¡Aahn! ¡Aa~ah!

Ambas mujeres dejaban escapar gemidos obscenos de sus bocas, demostrando el placer que sentían cada una. Como si nunca hubiera pasado nada.

Entonces ambas alcanzaron el climax

— ¡Aaaaaaaaaaaahhhhhhh!

Ambas soltaron un gran grito.

Pero solo la albina pudo levantarse.

— No está mal, pero...

*Sonido de patada*

La mujer pateó a Jeysson con todas sus fuerzas.

— ¡¿Qué estás- ¡¡Aaaaaaaahh!!

Un cuchillo atravesó el brazo de Jeysson.

— ¿Ah? ¿Creíste que te iba a dejar ir tan fácil? Me robaste mi último paso para mi sueño de harén, es obvio que ahora viene la parte de la tortura~

Lo qué comenzó con una puñalada terminó en varias, sin embargo, Jeysson no murió, fue sanado con pociones curativas, solo pra volver a ser apuñalado otra vez... Un ciclo que duró toda una noche...

Y a la mañana siguiente.

— Señorita Vania, un cliente importante ha llegado...

— Ya veo, dile a Nina que lo entretenga en lo que me arreglo... —dijo la albina mientras se limpiaba la sangre de las manos— Oh, y Jessica, continuaremos esto más tarde~ se buena niña y quédate quieta~

La mujer salió, dejando un Jeysson inmóvil y quebrado mentalmente.

Desde entonces volvió a tomar el nombre de Jessica, la mascota personal de Vania *****, una mujer poderosa y dueña de la "Mansión rosa", el burdel de más alto calibre en todo el continente, con miles de bellezas por solo pasar una noche con ellas costarían el sueldo de todo un año.

Muchos hombres trataron de tomar su mano, pero todos fallaron, y la razón era que a ella solo le gustaban las mujeres, el propósito del burdel siempre fue para complacer sus necesidades, ella solo compartía la carne que ya estaba usada o de la que se había aburrido, claro que las cuidaba bien siempre y cuando no abrieran la boca de más.

Incluso trató de comprar a Jessica, desafortunadamente la perdió en la subasta.

Sin embargo, ese deseo lujurioso se llenó con algo de odio al enterarse de que ella se había bebido la poción que le había encargado a su más importante cliente a cambio de varias bellezas.

Desde entonces alternó entre usarla para su placer y torturarla.

Dejando a Jessica en silla de ruedas, con una mirada muerta y siendo incapaz de cuidarse a si misma, siendo puesta de ejemplo para no meterse con la mano que les da de comer, aunque nade sabe que fue lo que hizo para obtener tal castigo, nadie excepto por las sirvientas que la cuidan.