Sirvienta forzada

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 Novela de pixiv

Una habitación en una antigua casa estilo occidental. Una persona que parecía ser una sirvienta de esta casa se levantó la falda y le suplicó a su joven amo.

Su rostro estaba teñido de rojo por la vergüenza, además, parecía que estaba a punto de estallar en lágrimas en cualquier momento.

"E-Este tipo de cosas... Por favor deténgase Toshiaki-sama..."

"Kukuku. ¿Por qué debería detenerme? Ah, es tan divertido. No puedo creer que mi padre, que solía ser una mierda tan ruidosa, se haya vuelto tan obediente"

El actual propietario de la casa, Ito Toshiaki, sonrió satisfecho mientras miraba a su "ex padre", que le había cambiado todo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza.

El otro día, Toshiaki estaba matando el tiempo en la biblioteca después de saltarse sus estudios cuando, por casualidad, encontró un libro de dudosa procedencia que había sido guardado en la casa. El libro era un "libro prohibido" que contenía hechizos que podían cambiar la apariencia de una persona y manipularlos a voluntad.

Toshiaki utilizó el hechizo con su padre, que siempre le obligaba a estudiar. El efecto del hechizo fue inmediato. El robusto cuerpo de su padre se encogió y formó un cuerpo de mujer, que luego se envolvió en un uniforme de criada creado de las fantasías de Toshiaki.

Su padre, que se ha convertido en una sirvienta, intentó regañar a Toshiaki, pero su cuerpo estaba restringido por el hechizo de Toshiaki y no podía hablar como quería. No solo eso, sino que se había convertido en una sirvienta obediente que hacía todo lo que Toshiaki le ordenaba.

"¿Cómo se siente ese traje de sirvienta? Es muy suave y cómodo, ¿No?"

"Sí, lo es. Toshiaki-sama"

Una prenda delicada y elegante, diferente de la ropa de hombre. Una falda corta y estrecha. Cada vez que se movía un poco, se daba cuenta de que se había convertido en una sirvienta. Nunca ha llevado tacones altos, por lo que apenas puede mantenerse en pie.

"Kukuku. ¿Qué te parecen esos grandes pechos? Intenta masajearlos tú misma"

"Sí, Toshiaki-sama...  Hi~ya~unm~"

Se vio obligada a apretar dos grandes bultos que los hombres no tienen. El rostro de la sirvienta estaba distorsionado por la vergüenza, la amargura y el placer.

"Ajajaja. Es demasiado divertido. ¿Eres realmente ese viejo de mierda? Bien, Dejaré que puedas hablar de modo normal por un momento"

Toshiaki utilizó un hechizo de liberación parcial del lenguaje.

La sirvienta abrió la boca y le dijo a Toshiaki, convencida de que su modo de hablar había regresado.

"¡Toshiaki! ¿Qué me has hecho? ¡Estás desheredado! ¡Lárgate de mi casa!"

La sirvienta trató de mostrarse lo más severa posible, pero su voz era tan tierna que Toshiaki no pudo evitar soltar una carcajada.

"Desheredado~o, Largate~e ♪ ¡Ajajajaja! ... Pero ahora yo soy el amo. yo soy el que tiene el poder de echarte. No eres más que una sirvienta, y si prefieres responderle a tu amo entonces tendré que despedirte"

"Toshiaki~i~i... Ma-Maldito~o. ¡No me importa lo que te pase! No debes usar ese libro... ¡No sabes qué clase de desastre te ocurrirá en el futuro!"

"Cállate, padre de mierda. Bien, se acabó el tiempo. Vuelve a tu rol de sirvienta"

Cuando Toshiaki lanzó el hechizo, el modo de hablar de la sirvienta volvió a estar sellado. Todas las palabras varoniles fueron eliminadas y ella fue incapaz de hablar como quería. Se transformó en una sirvienta obediente.

"¡Gu~u! ... Toshiaki-sama... Le pido perdón"

Al ver a su ex padre volver a ser una sirvienta obediente, Toshiaki reflexionó sobre qué hacer a continuación con este hechizo.

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"Oye, Futaba.  Prepárame una taza de té"

"Sí, lo prepararé enseguida. Toshiaki-sama"

Toshiaki ordenó a la criada que lo haga mientras leía un cómic. La sirvienta interrumpió sus tareas y se dirigió a la cocina. La sirvienta, llamada Futaba, tenía unos grilletes en las muñecas. Futaba frunció el ceño al sentir que se había convertido en una esclava.

Toshiaki añadió dos efectos adicionales sobre su antiguo padre. Se trataban del nombre femenino "Futaba" y la esclavitud por grilletes. El nombre de Futaba quedó fijado en el mundo y ni siquiera se podía recordar su nombre original. Cada vez que llamaban a Futaba por su nombre, se daba cuenta de que ella también se había convertido en una mujer por dentro.

Y como extra, los grilletes limitan sus movimientos a la longitud de las cadenas. Cuando levanto las manos hacia su pecho, las cadenas golpearon inevitablemente sus senos, otra sensación inquietante que golpeó a Futaba.

Además de tener que realizar sus tareas habituales con un cuerpo al que no estaba acostumbrada, también tenía que trabajar como sirvienta. Futaba estaba agotada después de un día.

"Toshiaki-sama. Le he preparado su té"

Cuando Futaba preparó el té y regresó, Toshiaki estaba recostado indefenso contra su escritorio y tomando una siesta. Sobre el escritorio estaba el libro prohibido que había metido a Futaba en ese cuerpo.

Forzándose a sí misma, Futaba intentó coger el libro prohibido... pero la criada, que debía obedecer solemnemente a Toshiaki, detuvo su mano justo antes de hacerlo.

"Ku... Uuu..."

Casi alcanzaba su libertad. Las lágrimas emergieron y se enfadó consigo misma por no haber sido capaz de hacerlo.

"Ah"

Futaba cayó hacia delante debido a la inclinación de su centro de gravedad sobre las puntas de los pies, en parte a causa de sus tacones altos con los que no esta familiarizada. Acabó cayendo sobre Toshiaki. Los pechos de Futaba aprisionaron la cabeza de Toshiaki.

"¡Whoa!"

Toshiaki saltó con un sonido estrepitoso.

"¡Kyaah!"

En el mismo instante, Futaba cayó hacia atrás.

"¿Q-Qué pasa? Eso me asustó"

Toshiaki se dio la vuelta para ver qué había pasado. Allí estaba Futaba con las piernas abiertas, la falda enrollada y los calzoncillos completamente al descubierto.

"¿Qué estás haciendo?"

"L-Lo siento, maestro... ¿Ki~ya~a~!"

Futaba se dio cuenta de que estaba completamente expuesta y se sujetó la falda como una niña. Toshiaki no pudo contener la risa.

"Kuku. ¡Ja~ajajajajaj! ¡Este padre de mierda gritó "ki~ya~a~"! Además, te sujetas la falda como una mujer... ah, rayos ¡Es tan gracioso que me duele el estomago!"

Futaba se puso de pie mientras se sonrojaba. Después de reírse un rato, Toshiaki se giró hacia Futaba como si recordara algo.

"Aún así... ¿Qué diablos estabas tratando de hacer antes? ¿Fu-ta-ba-chan?"

Futaba estaba perpleja.

"¿Acaso intentabas hacer algo cogiendo este libro prohibido? Kukkukukku"

"Eso es..."

Futaba pensó en decir alguna excusa. Pero fue inútil.

"Sí. Estaba pensando en tomar ese libro prohibido y volver a mi cuerpo original. Lo siento mucho, Toshiaki-sama"

Una sirvienta obediente no podía desobedecer a su amo. Dijo sinceramente lo que no quería decir. Futaba se tapó la boca, pero ya era demasiado tarde. Su rostro ya se había vuelto azul por la desesperación.

"Je~e. Aún te atreves a rebelarte. Que sirvienta tan inútil"

"..."

Las acciones de Futaba en realidad fueron tal como predijo Toshiaki. Si fingía estar dormido y dejaba el libro prohibido sin cuidado, Futaba definitivamente haría algo. Sin embargo, las acciones de Futaba inevitablemente fallarían si esa acción fuera restringida de antemano.

Y lo que se vio fue eso, la metedura de pata del ex padre y la cara de desesperación que tenía. Toshiaki sonrió ante el hecho de que todo salió según lo planeado.

"Vea~amos. ¿Qué debería añadir ahora? Hi~iajajajaja"

El siguiente cambio de Futaba fue "expresión".  Fue obligada a sonreír constantemente y era incapaz de producir cualquier otra expresión facial.

"Vamos. Sonríe. El rostro de la sirvienta me mata de risa"

"Sí, como usted ordene. Toshiaki-sama"

La sonrisa de Futaba seguía siendo un poco incómoda. Toshiaki no podía evitar divertirse cuando pensaba que detrás estaba la cara de su humillado ex padre.

"Después de eso, lo tengo... Agregar más grilletes"

Con una sacudida, el espacio se distorsionó y unos grilletes de hierro se sujetaron a las piernas de Futaba, que quedaban unidas por cadenas. Las cadenas estaban conectadas a sus pies. Al principio, sus tacones altos le impedían moverse, y ahora la castigaban aún más con estos grilletes. La libertad de Futaba estaba casi completamente restringida.

"Así no podré trabajar correctamente como sirvienta, Toshiaki-sama. Por favor, perdóneme..."

Futaba le rogó a Toshiaki tanto como pudo, pero éste no la tomó en serio. 

"No me importa"

Eso fue todo lo que dijo. Futaba estaba indefensa. Su poco fiable cuerpo femenino, vestida con un vergonzoso uniforme de sirvienta y encadenada por grilletes, sólo podía actuar como una sirvienta obediente. Lo único que quedaba era la consciencia masculina, y sólo servía para avergonzar a Futaba. Si su consciencia pudiera convertirse en la de una mujer, se libraría de esta humillación. Incluso si Futaba lo quisiera, Toshiaki no lo permitiría. Si Futaba cambiara hasta ese punto, Futaba no sería más que una sirvienta, y no sería un placer para Toshiaki intimidar a su ex padre.

"Kuh..."

Con una sonrisa en su rostro, Futaba no podía hacer nada más que sufrir. De repente, Futaba se dio cuenta de algo. Las letras de la portada del libro prohibido en posesión de Toshiaki estaban teñidas de rojo. Las  letras que estaban escritas originalmente en tinta negra. Por alguna razón, se habían vuelto rojos. Haciendo memoria, sintió que cada vez que utilizaba un hechizo, las letras se volvían rojas.

'No debes usar ese libro... ¡No sabes qué clase de desastre te ocurrirá en el futuro!' había dicho la propia Futaba. No sabía qué ocurriría en realidad. ¿Podría pasar algo realmente? La única forma de cambiar las cosas era apostar por ello. Futaba tenía el presentimiento de que esa era la única forma de cambiar las cosas. Si seguía dejando que Toshiaki use los hechizos sin decírselo... Pero aquí, Futaba abrió la boca contra su voluntad.

"Toshiaki-sama, sobre ese libro"

¡Esto es malo! pensó Futaba. Futaba, una sirvienta obediente, no podía hacer nada que pueda dañar a Toshiaki. A este ritmo, la boca informaría por sí sola. ¡No puede detenerse a pesar de saber que es un inconveniente!

"Es muy peligroso seguir utilizándolo tal como está. No sé qué desastre le sucederá a Toshiaki-sama"

Futaba pensó que todo había terminado. Pero la reacción de Toshiaki fue inesperada.

"¿Eh? ¿De qué estás hablando, sirvienta inútil Futaba! ¡Parece que todavía no es suficiente! Muy bien, he decidido el siguiente efecto. ¡Multiplicaré tu "placer femenino'' por 10! ¡Vuélvete loca con el cuerpo de una mujer! ¡Hi~iajajajaja!"

Tan pronto como Toshiaki lanzó el hechizo, el libro prohibido se puso rojo y cubrió toda la habitación con una explosión.

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Toshiaki se despertó aturdido. Al parecer, se había desmayado. Intentó despertar lentamente su cuerpo, que estaba tumbado en la cama.

*... Cling, cling*

"¿...?"

¿Qué era eso? El movimiento de las extremidades estaba restringido por algo hecho de metal. Toshiaki trató de mirar su mano, pero fue interrumpido por un gran bulto en su pecho. En ese momento, una conmoción atravesó la mente de Toshiaki, "Esto es algo que sin duda he visto antes. ¡Esto no puede ser... esto es...!". Toshiaki estaba intensamente perplejo. Entonces, una voz llamó para aclarar la situación.

"Finalmente estás despierto, Toshiaki No, supongo que ahora eres Futaba, la sirvienta inútil, ¿No crees?"

Esa voz pertenecía al propio Toshiaki. Venía de un lugar diferente, diferente de donde estaba. Era un espectáculo insólito. Ante los ojos de Toshiaki estaba, para su sorpresa, él mismo... el propio Toshiaki.

"¡...!"

No podía hablar. Ciertamente, Toshiaki estaba tratando de decir algo. Pero no sonaba así. Lo que apenas salió de su garganta fueron palabras retorcidas que eran completamente diferentes a lo que pretendía Toshiaki.

"Sí. Buenos días. Toshiaki-sama"

Era la voz de Futaba. esa era su voz, Esto significaba que... no había duda.

Un vergonzoso mini traje de sirvienta. Las piernas que sobresalían de las medias brillantes estaban hechas para llevar tacones altos. Tenía las manos y los pies atados con grilletes. El tacto de su cuerpo también era muy diferente... Dos pechos grandes. Un vacio en la entrepierna... Mujer. Era el cuerpo de una mujer. ¡Eso significaba que...!

"Soy Futaba... ¿Me convertí en Futaba?"

'¿¡Por qué me convertí en Futaba!?' Es lo que quería decir. Pero ese no era el tono apropiado para Futaba, la sirvienta obediente.

"Parece que has descubierto tu situación, ¿No es así, Futaba? Sí, te has convertido en Futaba"

Dijo el Toshiaki frente a él. 

"Y entonces yo... me convertí en ti. Cambiamos de cuerpos, nuestros papeles se han invertido"

[Nota del autor: De ahora en adelante, el antiguo Toshiaki es Futaba. El antiguo padre se especifica como Toshiaki. (Porque es confuso)]

"No puede ser... ¿Por qué?"

Futaba miró horrorizada al suelo (pero con una sonrisa en la cara). Buscaba el libro prohibido, pero no lo encontró.

"¿Es esto lo que estás buscando?"

Toshiaki sacó un trozo de papel quemado y habló.

"Fuiste codicioso y abusaste del libro prohibido. La razón por la que nuestros cuerpos fueron cambados fue probablemente porque el poder del libro prohibido alcanzó su límite y se salió de control. Es una lastima, como puedes ver, parece que el libro prohibido fue destruido casi por completo en la explosión de antes"

"No puede... ser..."

"No creo que puedas volver a la normalidad. Estarás atrapado en el cuerpo de Futaba por el resto de tu vida. ¿No es eso grandioso? Ya no tendrás que estudiar para ser el heredero porque ahora yo soy el heredero"

Toshiaki comenzó a reír. Futaba pensó en maldecir a Tosiaki, pero.

"G-Gracias. Toshiaki-sama"

Pero sólo salieron palabras contrarias a sus pensamientos. Futaba se desesperó ante la situación opuesta a la que acababa de vivir, había tocado fondo. Las lágrimas brotaron involuntariamente, pero su sonrisa seguía como si estuviera pegada a su cara.

Y después de pensarlo, Toshiaki sonrió.

"Bien, ¿Qué debería hacer contigo? Mantener una sirviente que no es util para esta casa solo sería un estorbo. ¿Debería venderla a un prostíbulo? Tu sola cara ya es bastante buena, de seguro pagaran bien por ti"

Futaba entró en pánico ante las crueles palabras.

"¡P-Por favor espere, Toshiaki-sama! ¡Por favor, perdóname por mi mal comportamiento hasta ahora...!

Futaba se levantó de la cama y se aferró desesperadamente a él. Sin embargo, Toshiaki no la escuchó.

"¡Quítate de encima!"

*¡Slap!*

Las nalgas de Futaba fueron abofeteadas.

"¡¿Kyaah?!"

Futaba gritó como una niña ante el repentino impacto.

"¿Crees que te perdonaré? ¿A ti, que me has humillado así? ¡Tú ya no vales nada para mí!"

*¡Slap! ¡Slap!*

Dos veces, tres veces, las nalgas de Futaba fueron abofeteadas, el dolor y la humillación golpearon a Futaba.

"¡Kyan! ¡P-Por favor perdóneme~e~e!"

Futaba continuó rogando a pesar de que se estaba quedando sin aliento. En ese momento, Futaba se dio cuenta de algo. A Toshiaki que estaba tan excitado por la situación de su hijo que algo crecía en su entrepierna.

"Ha~a… ha~a… Yo, haré cualquier cosa, lo que sea~a..."

Futaba buscó la entrepierna de Tosiaki, convencida de que era lo único que podía hacer en aquella situación.

"Lo que sea, ¿Eh? ... Está bien. Entonces muéstrame lo que puedes hacer"

"Sí. Toshiaki-sama..."

Futaba bajó la cremallera de los pantalones y el pene de Toshiaki salió de ellos. Originalmente era suyo, pero cuando lo tuvo delante, parecía más grande de lo que esperaba.

*Glup*

Futaba tragó saliva.

"¿Qué pasa, Futaba? ¿Por qué te detienes, no dijiste que harías lo que sea? ¿Acaso quieres ser vendida?"

Dijo Tosiaki, agarrando a Futaba por el pelo.

Si la vendían, nadie volvería a saber del verdadero origen de Futaba. Eso significaba perderse a sí misma, era algo que no quería. Por muchas cosas terribles que le hiciera su padre, Futaba quería quedarse en esa casa.

Y así... Futaba comenzó a frotar el pene de Toshiaki con su suave mano femenina. Era un acto que solía hacer todos los días, pero cuando trató de hacerlo desde un cuerpo diferente fue una experiencia completamente diferente, no era quien podía sentir el pene siendo frotado desde el diferente punto de vista que ahora tenía. Sin embargo, al ver que la respiración de Toshiaki se volvía más áspera con cada roce, parecía que se sentía bien.

Y entonces llegó el momento. El pene palpitó y el semen caliente salpicó la cara de Futaba.

"Ohh"

"¡Kya!"

El cuerpo de Futaba fue manchado por una gran cantidad de semen. El hermoso pelo de Futaba y su sensacional uniforme de sirvienta se volvieron pegajosos. El olor a semen incomodaba a Futaba.

"Jajaja. Hace mucho tiempo que no me venía tanto. En efecto, es un cuerpo joven y saludable. Pero todavía puedo usarlo otra vez. Bien, ¿Qué harás ahora para entretenerme?"

El pene de Toshiaki seguía erecto mientras decía eso.

"Lo siguiente es..."

Justo cuando Futaba iba a decir eso, se produjo un gran cambio en su cuerpo. Su cuerpo estaba caliente. Los dos pezones de las puntas de sus pechos estaban tan erectos que dolían. Su entrepierna estaba empapada con sus jugos del amor, como si se hubiera orinado.

"¡Eh...!"

El placer fue tan grande que la mente de Futaba se quedó en blanco por un momento. Sí, Futaba se había "venido" por el olor a semen.

"¿Qué... es esto, por qué...?"

"¿Qué pasa, Futaba? ¿Acaso te viniste? ... Cierto, ahora que lo pienso, aumentaste diez veces tu placer con tu último hechizo. ¿Parece que por fin hizo efecto? No puedo creer que te vinieras solo con el olor del semen. ¡Que sirvienta tan inútil y pervertida eres!"

"L-Lo siento, Toshiaki-sama"

Futaba estaba atónita por la sensación de tener un orgasmo como mujer por primera vez. Sólo el olor del semen la hacía venirse, pero ¿Qué pasaría si recibía aún más placer? Mientras piensa en ello, el placer volvió a apoderarse de ella. Las olas de placer no se detuvieron. La sensación del placer se desbordaba. Futaba hizo lo que pudo para soportar la situación.

Toshiaki suspiró decepcionado mientras observaba a Futaba, que no tenía más remedio que soportar tanto placer.

"¿Ya no puedes moverte? No se puede evitar. Mira, date la vuelta y levanta el culo. Te cogeré como a una perra"

"S-Sí, Toshiaki-sama"

Sin poder desobedecer sus ordenes, Futaba se dio la vuelta lentamente y puso las manos en el suelo. Cuando levantó sus nalgas, su falda corta se subió, revelando sus calzoncillos completamente empapados.

"¿Qué es esto? ¿No te da vergüenza mojarte tanto la entrepierna cuando antes eras un hombre? Futaba"

Dijo Toshiaki mientras movía los calzoncillos a un lado y se quedaba mirando su zona íntima.

"U~uh... Es vergonzoso..."

Futaba nunca pensó que estar en el cuerpo de una mujer y tener la entrepierna de una mujer siendo observada fuera tan embarazoso.

"Estando así ni siquiera necesitas juegos previos. Lo meteré todo de una vez"

"Es-Espere por favor, n-no estoy lista..."

Si fuera penetrada en esa situación, el placer excesivo probablemente quebraría su espíritu. Aunque en su mente lo negaba, su cuerpo no la escuchaba. Empezó a mover las caderas, seduciendo al pene de Toshiaki.

"Dices eso pero tu cuerpo es honesto. Sirvienta cachonda, ¡Mira, voy a meterlo!"

Sin dudarlo, Toshiaki introdujo su pene en la zona íntima de Futaba.

"¡¿Ah ghu~u?!"

Futaba gritó. Ser penetrada, sólo eso bastó para inundarla de placer. En ese instante Futaba llegó a su límite y se vino de nuevo. Su vagina se estremeció y apretó el pene de Toshiaki.

"¡Ah... ahhh...!"

A pesar de la saliva goteando de su boca, el rostro de Futaba seguía sonriendo, no podía dejar de hacerlo.

"Te viniste otra vez, pero yo todavía no me he venido. Y la diversión apenas comienza"

Toshiaki sacudió sus caderas metiendo y sacando el pene en ella. Cada vez que lo hacía, una fuerte sensación de placer inundaba a Futaba.

"¡Hi~ ah~ a~an!"

Con cada embestida, Futaba volvía a venirse. El doble, el triple, el placer se iba acumulando en ella. Futaba parecía estar volviéndose loca.

"Bien. Voy a venirme. ¡Tómalo todo!"

"¡No~o, No, lo haga~a~a!"

Futaba atrapó la enorme eyaculación de Toshiaki en su útero. La explosión de placer hizo que la cabeza de Futaba se quedara en blanco y se desmayara.

Sus piernas envueltas en medias estiradas con liguero. Una expresión en su rostro que hacía difícil saber si estaba llorando con una sonrisa en la cara. Un uniforme de sirvienta cubierto de semen. Y una gran cantidad de semen goteando lentamente de entre sus piernas...

Mirando así a la sirvienta, Toshiaki habló.

"Buen trabajo, Futaba. Espero siguas entreteniéndome en el futuro. Como esclava sexual"


Fin

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