Clase alta y clase baja: capítulo 3

Aquí el cap 3 de esta historia comisionada

El trabajo de Lupita era muy sencillo, lamentablemente el equipo del local no ayudaba, una computadora, no, una tostadora por terminal con un sistema operativo basura, un celular de empresa algo decente, mucho mejor que el de Lupita, un internet lento. Nada comparado con mi oficina, con mi mac, mi internet de 200 megas, etc. Bueno, el punto es que por fin tenia internet, bueno, era el internet del local, pero servía, registré a mi numero para poder mensajear y saber más sobre la vida de ella. me explico rápidamente su horario y como funcionaban varias cosas del local, como dije, nada difícil, solo un pésimo equipo, examine objeto por objeto, familiarizándome con ellos tranquilamente, atendiendo clientes, convenciéndolos de comprar las cosas, contestando sus mensajes, aunque esto último no me gustó, la gente preguntaba cosas que se daban a conocer en la publicación de los objetos, nunca en mi vida había conocido este tipo de gente, era un poco molesto tener que repetirles la información, creo que mi único fallo fue el precio, eran tantas cosas que no podía meterlo todo en mi cabeza de una vez, cuando un cliente preguntaba tenia que consultar con ella o con la terminal.

Lo malo es que en mis tiempos libre no podía jugar, el celular de Lupita no tenia juegos y el espacio no le alcanzaba para uno. No me metí en sus mensajes ya que no quería invadir su privacidad.

Finalmente llego mi hora de comer, cerré el local y use el tiempo libre para ir a aquella tienda donde conseguí el anillo...

¡Tú, mujer ladrona, devuelve el anillo! -grito la dueña del local apenas me vio entrar lanzándose sobre mí- ... Un momento, tú no eres ella ¿Verdad? -preguntó después de ver el anillo-

¡No, no soy ella, de hecho vengo para regresar a mi cuerpo! -dije mientras me quejaba del dolor por su agarre-

¡Así que eres el otro ladrón! Vaya lío en el que te metiste -dijo la mujer enfurecida- 

¿Entonces hay forma de solucionarlo? -pregunté- 

Sí, la hay, pero ¿Por qué debería ayudarte? -preguntó la mujer fríamente-

... ¡Le pagaré con dinero, le daré el triple de los anillos! -grite desesperado-

¿Eh? Pero si tu no tienes dinero -respondió-

No, pero mi verdadero cuerpo sí -dije-

Escucha niño, honestamente no me importa el dinero, pero si quieres de regreso tu cuerpo tendrás que prometer dos cosas, me devolverás los anillos, y nunca pondrás tu pie en esta tienda ¿Entendido? -propuso la mujer-

Acepto -respondí-

Quería mi cuerpo y mi vida devuelta, no me importaba lo que tuviera que hacer, por suerte la señora solo pidió cosas muy simples.

Después de eso la señora me explicó como funcionaban los anillos, estos eran usados para la suplantación, los anillos cambiaban el alma de los cuerpos (el cuarzo blanco), y con el tiempo las habilidades y conocimientos que tenían (los diamantes en los laterales), cosa que me asusto demasiado, si seguía en este cuerpo, muy pronto perdería mis habilidades y conocimientos, me explico que este ultimo tardaba alrededor de un mes, representando cada diamante una semana. y que normalmente, para acelerar el cambio total, ambos cuerpos tenían sexo con el otro, cada orgasmo mutuo aceleraba el proceso de dos o tres días, por fin llego el momento que más esperaba, el como volver, era muy simple, debíamos cambiar los anillos, es decir, yo debía ponerme el suyo y ella el mío antes de que los diamantes y el cuarzo coincidieran en color o el cambio sería irreversible, con esa información, le agradecí a la señora, pero cuando estaba a punto de retirarme...

¿A donde crees que vas? -preguntó la señora sujetándome del brazo-

Oiga q- dije antes de ser interrumpido-

De repente me sentí extraño, mi vista se nubló y me costaba mantenerme de pié.

¿Qué... qué me... hizo....? -pregunté cansado-

Oh, no es nada grave, solo le quité diez años de vida a ese cuerpo -respondió la mujer con una sonrisa en su rostro-

Pero... yo no ac... accedí... a... a tal... cosa... -dije bajo los efectos de lo que sea que hizo la señora-

¿Ah? ¿Creíste que esa información era gratis? -preguntó enojada-

Pero... le dije... que... que... le devol... vería... l-los ani... llos... -respondí-

Nada me asegura que puedas recuperarlos, así que tengo que cobrar con algo más como seguro, igual no te van a importar después de volver a tu cuerpo ¿No? -argumentó la mujer-

Tiene... razón... -respondí-

Me sentía débil, me costaba pensar y moverme... Me termine desmayando...

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Perspectiva de Guadalupe

Después de haber obtenido la contraseña de este niño con una simple mentira me sorprendió ver tantos ceros, quizás pueda tomar unos cuantos cientos, al cabo que no lo notará cuando esté devuelta, pero no podía hacer todavía la transferencia, ¿Qué tal si se daba cuenta y me hacía devolverle el dinero? No podía arriesgarme a que me los pudiera devuelta.

Ya pensaré en algo después -dije-

Entonces fui a desayunar, llevándome otra sorpresa, era un comedor enorme y de lujo, incluso una sirvienta personal, mierda, esa zorra es mas joven y sexi que yo, vaya vida tenía este niño. Terminé el desayuno, el cuál era la mejor comida que haya probado en toda mi puta vida, los ricos la tienen fácil, me cambié y me bañé, jeje este niño tampoco esta tan mal, creo que incluso es más grande que el de mi esposo, se sentía gracioso al tocarlo. Entonces surgió otro problema, era el carro de este niño, yo nunca en mi vida aprendí a conducir ya que nunca pude comprar un coche, moverme en micros era mi pasión, aunque a veces era en uber, se veía muy bonito pero no tenía ni idea de que hacer. Le pregunté a la sirvienta si teníamos un chófer o algo, y aunque se me quedó viendo raro me dijo que sí, ella llamo a un viejo, fue bastante amable, me llevo a recoger a la novia de este chico, también mucho más sexi y joven que yo, me molestaba que insistiera en comprarle cosas, no solo eso, usaba sus encantos de zorra en todo momento, si este pobre niño supiera que ella está con el por su dinero, vaya pendejo, seguimos platicando, o más bien, traté de seguirle el ritmo a la conversación, esas cosas de inversión, activos, pasivos y demás mamadas no eran lo mío.

El auto finalmente se detuvo, el chófer nos abrió la puerta, nos dejó en la entrada de un enorme edificio, le pedí a esta zorra un pequeño juego de roles, donde yo era un empleado y me tenía que dar un recorrido por el lugar hasta llevarme a la oficina de este niño, ella accedió.

Después de escucharla presentarme cada cosa y subir varios pisos llegué a la oficina de este cuerpo.

*Sonido de puerta cerrándose*

Bien, ya estamos aquí, supongo que es hora de nuestra rutina diaria -dijo la novia de este niño-

¿A que te refieres? -pregunté-

Ella no respondió, simplemente me tomó de la cintura se puso de rodillas, desabrochó mis pantalones y se introdujo el pito a la boca y comenzó a chuparlo.

¡Mmm! -gruñi-

Mierda, se sentía muy bien, ahora sé por qué a mi esposo y sus amigos les gusta que se las mamé, la boca de esta chica era calida, y su técnica con la lengua era buenísima, podía sentirla tocando suavemente esta verga que tengo ahora. Dominada por mi instinto tomé la cabeza de esta chica y la sujeté

¡Pghm! -jadeo la chica-

Me había venido en su boca, ¡Y se sintió tan pinches bien carajo! Entonces la chica se acomodo en el escritorio bajando su ropa, mostrándome su vagina, este pene, no... Mi pene seguía duro, no dudé en metérselo.

Se sintió tan bien, "con que así es como se siente penetrar una concha" pensé, con razón los hombres son adictos a esta mierda, se sentía muy bien, podía sentir como me apretaba la verga, incluso comencé a moverme, cosa que le gustó porque no dejaba de gemir, después de varios minutos me vine dentro de ella...

"Definitivamente debo quedarme con este cuerpo", este pensamiento surgió en mí, era un hombre, con mucho dinero y una excelente puta por novia, no tenía que preocuparme por nada, ya no tenía que hacerlo con los amigos de mi... De Raúl, ya no tenía que verlo, ni vivir en ese basurero que tiene por casa, no quiero ni pienso renunciar a esta nueva vida, mi nueva vida, ya no soy Guadalupe, ahora era Kevin, un niño de papi, ahora solo tenía que convencer al niño de quedarnos como tal... O negarme a la solución para volver a cambiar, si es que la encontraba jajaja.

Después del sexo, seguimos con la rutina, solo que le encargué todo a Cecilia, le dije que le compraría lo que ella quisiera a cambio de esto, je, la muy interesada cayó fácilmente...

Y después de una larga jornada de trabajo, para ella, porque yo andaba bien fresca... Fresco, fuimos de vuelta a mi casa solo para tener sexo como locos, solo lo probé una vez pero ya era un adicto al sexo como hombre...

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