La chica de la limpieza y el ejecutivo - capítulo 4

El ultimo capitulo de está historia comisionada, muchas gracias por tu apoyo, espero que te guste y espero que pueda volver a contar contigo en el futuro!

¿M-Me veo bien...? -preguntó José tímidamente-

¡Claro que sí, amor, te ves divina! -respondió Vanesa-

Han pasado 3 años desde que la verdadera María se dio a fuga con el cuerpo y la fortuna de José.

Después de ser liberado por alguien que decía ver potencial en él comenzó su nueva vida como asistente Vanesa, al "no tener experiencia" fue subestimado varios de quienes volvían a ser sus compañeros, aunque ahora como sus superiores. Poco a poco fue ganando renombre en la oficina pues sus ideas siempre daban en el blanco, tan bueno era que lo hicieron retomar la universidad, cosa que fue sencillo con todos sus conocimientos.

En cuanto a su actividad sexual, debido al trauma causado por el deudor de María así como ella se volvió lesbiana, siendo Vanesa su pareja, los hechos del pasado lo hacían sentirse incomodo al estar con otros hombres, aunque pequeños servicios por el bien de la empresa no faltaron, por supuesto que Vanesa recompensaba su sacrificio.

Aun así, José, ahora María, no se acostumbraba del todo a ser una mujer, todavía sentía vergüenza al usar ropas femeninas que expusieran tanta piel, se podría decir que tenia una vida bastante cómoda

Pero incluso los sueños se transforman en pesadillas...

¡Manos a la cabeza, queda arrestado por lavado de dinero y trafico de drogas! -gritó un policía mientras Inmovilizaba a José-

¡Q-Qué está pasando! ¡Yo no he hecho nada! ¡Soy inocente! ¡Vanesa, ayúdame! -gritaba José desesperadamente viendo como lo subían al vehículo policial-

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Señorita María, se le culpa de lavado de dinero, trafico de drogas, así como otros varios graves delitos ¿Qué tiene que decir en su defensa? -preguntó el juez desde su asiento-

S-Su señoría, soy inocente, yo no hice ninguna de esas cosas, Vanesa ha estado conmigo todo el tiempo, ella sabe mejor que nadie que soy inocente, por favor, deje que Vanesa hable por mí -rogó José bastante tenso-

José que confiaba cegamiento en su pareja le cedió la palabra, sin embargo...

¡Lo siento María, ya no puedo con esto! ¡Ella es la mente maestra detrás de todo, una vez se convirtió en mi igual me amenazó para seguir sus retorcidos planes diciendo que nunca se darían cuenta! -dijo Vanesa fingiendo culpabilidad-

¡¿Qué?! ¡No! ¡Yo no hice nada de eso! ¡P-Pruebas! ¡No hay pruebas de que haya sido yo! -Argumentaba José desesperadamente-

Señorita María, debería ser consciente de las pruebas en su contra, las cuales fueron entregadas por su pareja, por favor, muestren la evidencia -expresó el juez entregando una carpeta-

Las evidencias fueron mostradas, documentos con la firma de José, imágenes de los momentos en los que se llevaron a cabo las transacciones, así como conversaciones en las que muestra ser quien está a cargo de todo. Con todo en su contra José fue declarado culpable y encarcelado nuevamente mientras gritaba furioso ante tal injusticia e insultaba a Vanesa

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José estaba en su celda, cuando de repente...

¡Jojojo! Mira namas a quien tenemos aquí, cuanto tiempo José -dijo una vez conocida-

¡T-Tú! ¡¿Q-Qué haces aquí?! -preguntaba alterado después de voltear hacia la voz-

Se trataba de la verdadera María en su antiguo cuerpo

Sí que eres pendejo ¿No ves mi uniforme? Trabajo aquí jeje -Respondió María burlándose-

¡A-Aléjate de mí! -gritaba José asustado mientras se arrinconaba contra la pared-

Tranquila María, solo quiero jugar como en los viejos tiempos jeje... -decía María con una sonrisa picara en su rostro mientas se acercaba lentamente José-

María tomó del brazo a José y lo comenzó a desvestir, él solo podía rogar por que se detuviera debido a lo débil que era su cuerpo.

¡Suletameee! ¡Ah! ¡No quiero estooohh! -gritaba José mientras era penetrado por su antiguo pene-

Je, pero si lo estas disfrutando, mira como me aprieta tu vagina -dijo María burlándose-

Gritos de suplicas y placer sonaban uno tras otro en la celda, José no podía negar que estaba disfrutando de las embestidas de María, pero tampoco quería aceptarlo.

¡Me voy a venir! -gritó María-

¡Ah! ¡Ha-Hazlo afuera! -suplico José-

Jaja, creo que es momento de que tengas a mis hijos ¡Mmmmmm! -dijo María poco antes de venirse-

¡Nooooooooohhhhhhhhhh! -gimió José con intensidad-

María retiro su pene dejando un puente del espeso liquido blanco que conectaba su glande con los labios vaginales de José.

Será mejor que te acostumbres María, esta será tu nueva vida ¡Tu vida como mi perra, jajaja! -dijo María mientras se retiraba de la celda-

Desde entonces José, ahora María vive como la puta personal de su antiguo cuerpo, sin voluntad alguna de seguir luchando, dejando que María, ahora José, haga lo que quiera con ella, y aunque no estaba orgulloso de ello se podría decir que tenia sus beneficios.

Fin