La chica de limpieza y el ejecutivo - capítulo 1

Ah, finalmente salí del bloqueo, esta historia junto con los siguientes capítulos forman parte de una comisión, muchas gracias por tu apoyo y espero te guste, también, normalmente uso varias imágenes en una historia pero esta vez fue difícil encontrar una actriz que se apegara a lo que necesitaba... por cosas como estas prefiero usar las monas chinas...

No se olviden de participar en el cuestionario

José era un empleado que recientemente fue ascendido a ejecutivo por su talento y amabilidad en la empresa donde trabajaba, era medio día, se estaba alistando para ir a una reunión con un cliente, era una persona atlética así que siempre usaba las escaleras, solo que lo estaba a punto de suceder no se lo esperaba, pisando uno de los escalones su pie se deslizo haciendo que se resbalara y terminara chocando con María, una chica de la limpieza recién contratada que estaba trapeando el las escaleras, ambos se desmayaron por el impacto, afortunadamente los vieron así que los llevaron al área medica, no estaban heridos de gravedad, por lo que despertarían en unas horas...

Varias horas más tarde...

¡Hey! ¡Despierta pendejo! -gritaba el hombre mientras sacudía a la mujer-

¡Ah! ¿Q-Qué pasó? ... ¿Y-Yo? -preguntaba la mujer confundida-

Sí pendejo, al parecer estoy en tu cuerpo y tú en el mío -respondió la mujer en el cuerpo de hombre-

¿En tu cuerpo? Espera... ¡¿Tetas?! -preguntó el hombre sorprendido al ver un pequeño par de senos en su pecho-

José, el ejecutivo recién ascendido, y María, la chica de la limpieza recién contratada, habían cambiado de cuerpos. José no lo quería creer, pensó que era un sueño, así que toco los senos que ahora tenía pegados a él queriendo comprobarlo pero...

*zap*

¡Óyeme pendejo ¿Quién chingados te dio permiso de tocar la merca?! -gritó María furiosa después de haberle dado una cachetada por tocar sus pechos-

¡Ah! ¡L-Lo siento! Auch... ¿No podías usar menos fuerza? -preguntó José adolorido-

Pos es tu culpa pendejo, pa que andas tocando lo que no es tuyo -respondió María-

Ya, ya emmm... ¿Cómo te llamas? -preguntó José a la chica dentro de su cuerpo que recién acababa de conocer-

Típico de los de arriba, ni siquiera se molestan en aprenderse los nombres de la gente humilde y trabajadora, pero que sepas que yo sí sé quien eres, eres el matadito lameculos que recién ascendieron -respondió María- 

¿Pero... y tu nombre? -preguntó nuevamente José intentando no perder la paciencia-

José siempre fue una persona amable y servicial, bastante paciente, pero esta chica estaba colmando su paciencia más rápido que todas las malas pasadas de José juntas, no solo lo cacheteo sino que también lo insultó.

Es María, métetelo bien en tu cerebro de lame bolas -respondió María-

Ok... Escucha, tenemos que decirles a ir a un hospital, debemos volver a nuestros cuerpos -propuso José-

Bueno ¿Tas pendejo o que? ¿No viste la peli esa de la familia que cambia de cuerpos y por cagada de la madre casi los encierran? Es obvio que eso no va a pasar -argumentó María-

... ¿Y qué siguieres? -preguntó José conteniendo su furia-

Sencillito mirrey, solo debemos fingir ser el otro hasta que encontremos la forma de cambiar -respondió María-

¡P-Pero tu no sabes lo que hago! -exclamó José-

Ay, aparte de chupa pitos también saliste machista ¿Crees que por que soy mujer no voy a saber estar frente a una computadora picando teclas? estás mal, muy mal -dijo María-

Olvídalo, dame tú teléfono -dijo José-

Epa, mi numerito no se lo doy a cualquiera ¿O es que me vez como una facilona? -preguntó maría-

¡N-NO...! ... Es para comunicarnos por mensajes y decirte que hacer... -dijo José con el limite de su paciencia al máximo-

Pos por ahí hubieras empezado, bien, ah, tenemos que decirnos con el nombre del otro, no vayan a pensar que estamos chiflados y también celulares -dijo María-

¡¿Eh?! Pero... mi vida esta en mi bebe... -dijo José con preocupación-

Nenene ¿Qué van a decir de uno si lo ven con el celular del otro? así que dámelo -dijo María con autoridad-

Y así, de mala gana, José y María cambiaron de celulares, José se tuvo que despedir de su iPhone 12 pro, recibiendo un iPhone 5 con una pantalla estrellada, cosa que le daba muy mala espina, también intercambiaron conocimientos básicos de la vida del otro. Debido al accidente ambos fueron enviados a casa para que descansaran, José sugirió que ambos fueran a su departamento, pero María se negó convenciéndolo de que sería malo para la imagen de él, rumores extraños empezarían a circular sobre él teniendo una aventura con una chica de la limpieza, aunque, después de convivir con ella, lo que menos quería era tenerla cerca, así que aceptó ir a la casa de María.

Se arrepintió de su decisión después de llegar, fue recibido por un departamento en terrible estado, una puerta que pareciera que hasta el más mínimo golpe podría tumbarla, ventanas con varios vidrios rotos, comida en mal estado sobre la mesa, montones de ropa en el piso, mala iluminación, y como si no fuera suficiente, estaba ubicado en uno barrio de mala muerte, era todo lo opuesto a su departamento. No se sentía cómodo viendo tanta suciedad así que se quito el uniforme, se puso lo más "limpio" que encontró y se puso a limpiar, no pudo evitar quejarse por no tener música a la mano, normalmente usaba spofity pero su "nuevo"  celular ni siquiera contaba con internet para ello.

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Mientras tanto donde María.

¡Wooow! Este pendejo sí que vive bien... tal vez deba tratarlo mejor e intentar seducirlo, yo digo que cai con mi encanto... Y si no, nada que la bebida no arregle -decía María mientras veía la casa de José-

Puerta reforzada y con escáner de huella, ventanas completas sin dañar, un gran televisor en la sala, la cual estaba limpia, con una computadora conectada a internet, definitivamente no le molestaría estar en ese cuerpo. María no tuvo ni la más mínima pizca de respeto por la privacidad de José, rápidamente se puso a buscar por toda la casa cosas personales de él que pudieran servirle para robarle o chantajearlo.

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De vuelta donde José.

José estaba cansado, el hogar de María era un desorden tan grande que a dura penas pudo limpiar la sala, se sentó en el viejo sofá rasgado para tomar un respiro cuando...

*Toc, toc, toc*

¡Abre la puerta María, se que estás ahí! -gritaba una voz al otro lado de la puerta principal-

José no abrió la puerta, en su lugar pregunto a través de ella.

¿En que puedo ayudarte? -preguntó José al hombre del otro lado-

¿Es alguna clase de juego, María? Sabes a lo que vengo, págame el dinero que me debes -dijo el hombre- 

José no sabía que estaba pasando, así que le envió un mensaje a María pero nunca contesto, entonces...

*¡Bang!*

Fue el sonido de un disparo, el seguro de la puerta fue destrozado, y con ello el hombre entró a la casa de María.

¡Ahora sí, perra! ¡Dame el puto dinero o te vuelo la cabeza! -dijo el hombre apuntando a José con una pistola-

José estaba paralizado, no sabía que hacer, era la primera vez que experimentaba algo como esto.

¡N-No tengo dinero! -gritó José con el valor que pudo reunir-

*¡Bang!* *¡Crash!*

El hombre con el arma disparo a una de las ventanas rompiendo el poco vidrio que tenía.

¡Escúchame puta, siempre es lo mismo contigo! ¡Nunca tienes dinero! ¡El jefe se esta empezando a hartar! Y si no le pagas, entonces vas a tener problemas -dijo el hombre con un tono amenazante-

¡P-Por favor! ¡¿Hay al-alguna manera d-de llegar a un acuerdo?! -preguntó José tembloroso-

Mmm... Fíjate que sí putita, te diré que, si lo haces lo que te digo te dejaré ir por una semana, incluso cubriré tu cuota ¿Qué dices, perra? -preguntó el hombre-

¡L-Lo haré! -respondió José asustado-

Bien, quítate la ropa -ordenó el hombre-

¿Ah? -preguntó José con una mirada de confusión-

*¡Bang!* *¡Crash!*

Otro disparo, esta vez a un jarrón.

¡Dije que te la quites, puta ¿No me oíste?! -preguntó el hombre con un tono amenazante-

José muerto del miedo siguió las ordenes del hombre...

¡Alto! Empieza por el short, y después solo levántate la playera -ordeno el hombre-

José hizo lo que el hombre ordenó, quedando en los calzones que llevaba la verdadera María antes del cambio y con el pecho expuesto.

Ahora el calzón -dijo el hombre-

Y con ello, las partes femeninas del cuerpo que ahora habitaba José quedaron al desnudo.

Bien, ahora ¡De rodillas! -ordenó el hombre- 

Como perro bien entrenado José se puso de rodillas.

Ahora, bájame el pantalón y come tu comida, perra ¡Y cuidadito donde lo muerdas! -dijo el hombre-

José no quería hacer tal cosa, pero no tenia la opción de rechazar, lentamente se acerco al pene del hombre, pensó que con sus manos seria suficiente, así que empezó a acariciarlo, pero...

*¡Bang!* *¡Crash!*

Otro disparo.

¡Perra, te dije que lo chuparas! -gritó el hombre-

Tener un disparo en su cabeza o tener un disparo en su boca, cualquiera sabría cual era la mejor opción, juntando valor introdujo el pene del hombre en su boca y comenzó a chuparlo como si su vida dependiera de ello.

José no podía evitar sentirse más humillado, nunca en su vida había hecho tal cosa, solo quería que esto acabara, pensó que mirar la pistola apuntándole podría ayudarlo pero realmente no lo hacia. podía sentir el trozo de carne dentro de su boca, así como lo áspero que era.

¡Mmm! Lo haces muy bien, perra -dijo el hombre disfrutando del servicio oral-

Finalmente, empezó a sentir como sus espasmos aumentaban, indicando que faltaba poco para la eyaculación, José quiso sacarlo de su boca y hacer que se vinera afuera pero el hombre lo sujetó con una mano evitando que retrocediera, sintiendo la carga de esperma caliente en su boca, sentía como se pegaba en su garganta y en su dientes, realmente era horrible...

Lo hiciste bien, putita, pero a la siguiente no estaré satisfecho con una mamada, así que será mejor que tengas el dinero -dijo el hombre antes de irse-

José asqueado se tallo la boca e hizo gárgaras para deshacerse de esa asquerosa sensación, y aunque lo logró, la mala experiencia seguiría ahí, volvió a comunicarse con María pero nunca contestó. No le quedó de otra que irse a dormir y hablar con ella mañana en el trabajo.

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