Especial de San Valentín - amigo secreto

Bien, primero voy a revelar los amigos secretes

Aurora: M (Su servidor)

Gaby: Aurora

Rin: Gaby

Usuario de Wattpad: Rin (descartado)

M: Usuario de Wattpad y Rin

¿Por qué soy el amigo secreto de dos personas? Bueno, después de aceptar a este usuario, y ver sus historias cierta desconfianza surgió en mí, le mande un correo preguntando por su avance pero nunca contesto, entonces mi vi en la obligación de hacer la historia de Rin ya que la invité y ella aceptó, me sentiría mal si se quedara sin historia, Así que Rin, espero te guste mi versión

"Ah, no hay mejor lugar para disfrutar la juventud que la playa" ese fue el pensamiento que cambio toda mi vida, mi nombre es Tobías, o al menos solía serlo, esta es mi historia.

Todo comenzó con un viaje a la playa, quería relajarme de la universidad así que hice un viaje junto con mis amigos, desafortunadamente me cancelaron de ultima hora, pero no me iba a quedar así, ya había reservado la habitación en el hotel, tenía los boletos y las maletas hechas, me había matado trabajando duro en los últimos meses para este momento, no iba a dejar que se desperdiciara...

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Después de haber dejado mis cosas en el hotel me fuí a caminar, ver el mar y las lindas chicas en bikini era un manjar para la vista, entonces, de la nada, una hermosa mujer se me acercó diciendo que quería pasar un rato de diversión con alguien joven para sentirse igual, también me dijo que era guapo... Era una sexi mujer de grandes atributos así que fue difícil rechazar, más bien, mi calentura no me dejó. 

Su nombre era Rinna. Nadamos en el mar, charlamos, comimos en un local, vimos unos cuantos espectáculos, todo fue muy divertido hasta que cayo la noche, la acompañe al hotel donde ella se hospedaba, llegamos a la puerta de su habitación, justo entonces me dijo que esperara afuera, quería agradecerme por tan maravillosa noche, realmente no esperaba nada, quizás me daría monedas o algún recuerdo pero la cosa no fue así, tan pronto como escuché la puerta abrirse fui jalado adentro de la habitación, lo siguiente que vi fue a Rinna en un sexi liguero.

Dime, Tobías ¿Te gusta lo que vez? -preguntó Rinna de una manera juguetona-

S-Sí... Me gusta... -respondí algo nervioso-

¿Te gusta mi cuerpo? -preguntó Rinna seductoramente mientras se me acercaba lentamente-

¡Sí! -respondí emocionado-

¿Te gustaría tenerlo? -preguntó Rinna susurrándome al oído-

¡Sí! -respondí-

Entonces dilo, di que quieras tener mi cuerpo -susurró a mi oído mientras usaba su mano para frotar mi pene-

¡Q-Quiero tener tu cuerpo! -dije obedientemente guiado por el placer-

¿Y que ofreces a cambio...? Creo que sabes lo que tienes que decir -susurró en mi oído una vez más mientras frotaba sus enormes tetas contra mi pecho-

¡Sí! Te ofrezco mi cuerpo, todo de mí... Solo para ti... -dije continuando su juego-

Entonces acepto -dijo ella poco antes de besarme-

No podía creerlo, estaba a punto de tener sexo con esta hermosa mujer, sin embargo, en lugar de sentirme extasiado comencé a sentirme cansado, como si quisiera dormir... Y entonces pasó, perdí la consciencia...

Ah... ¿Qué pasó? ¿Ah? ¡Mi voz! Es completamente distinta... ¡¿Ah?! ¡¿Y estás cosas?! -pregunté sorprendido mientras tocaba los grandes bultos de carne en mi pecho-

Solo para asegurarme que esto era real pellizque los pezones... No pude evitar soltar un lindo gemidos por aquella extraña sensación.

¡¿Tetas?! ¡¿Por qué tengo tetas?! -pregunté asustado-

Rápidamente me levanté, solo para caerme por mi nuevo equilibrio y el movimiento brusco provocado por las enormes bolas de carne en mi pecho, me volví a levantar, esta vez sujetando estas sandías. Me coloqué frente al espejo llevándome otra sorpresa, era un hecho que de no ser por que yo lo estaba viviendo diría que era irreal, la persona que este reflejaba era ni más ni menos que Rinna.... Mi reflejo era el de Rinna.

"¿Estoy en el cuerpo de Rinna? ¿Por qué estoy en su cuerpo? ¿Entonces ella está en el mío? Pero... ¿Dónde esta ella?" Una pregunta tras otra comenzaban a surgir en mi mente, encontrarla pero no estaba en la habitación, decidí salir a buscarla, pero no podía ir desnudo, así que me cambié, lo malo para mí es que ella solo tenía vestidos y bikinis, honestamente no quería usar nada de eso, pero no tenía otra opción, lo peor fue su calzado, solo había tacones, juraría que ella tenía unas sandalias pero no las encontré... 

¡Mierda! Tengo de apurarme y encontrarla -dije tomando los tacones más "bajos" que encontré-

Ni siquiera sabía como se ponían, perdí la paciencia y los descarté, ya me daba igual que me vieran sin calzado por los pasillos del hotel, me dirigí apurado por salir, pero...

¿Ah... Qué es esto? -pregunté mientras tomaba una nota pegada en la entrada de la habitación-

"Queridoa Tobías Rinna, si estas leyendo esto supongo que ya has despertado, lo siento pero tomé tu cuerpo, realmente quería ser joven otra vez y lograr algo más que ser una esposa trofeo, y bueno, tu fuiste el afortunado para ser mi nueva vida, las preguntas que hice y las respuestas que me diste no se trataban de un simple juego, eran parte de un hechizo, uno permanente, así que no intentes buscarme qué no podrás volver a la normalidad, disfruta tu nueva vida como "Rinna", que yo hare lo mismo como "Tobías". En mi tu maleta encontrarás lo necesario para saber sobre tu nuevo yo. Por cierto me llevé algo de tu ropa interior como recuerdo"

¡Esa maldita cambio nuestros cuerpos! -grité furioso-

Sali corriendo en busca de mi cuerpo, incluso fui al hotel donde me hospedaba, pero cuando pregunté por mí, el recepcionista me dijo que ya me había ido, estaba devastado, no sabía que hacer ¿Qué sería de mí ahora? De saber que esto pasaría no hubiera entablado conversación con ella.

Frustrado fui de regreso a su habitación, aunque ahora podría decirse que era mía. me recosté en la cama pensando en que hacer, entonces sentí el peso en mi pecho haciéndome bajar la mirada...

Son enormes... -dije mientras observaba las montañas en mi pecho-

Por curiosidad y morbo acomodé el espejo de forma que pudiera verme en la cama, me quité la ropa dejando solo las medias y traté de ponerme unos tacones... Sí... tenía un fetiche por las mujeres en medias y tacones...

No pude evitar sentirme atraído ante la hermosa mujer que tenía ante mí... O más bien, que ahora era. "Si este iba a ser mi nuevo cuerpo y no podría recuperar mi cuerpo original entonces por lo menos debo disfrutarlo" pensé.

Mira estas tetas... Son tan grandes -dije mientras las apretaba-

Se sentía muy bien jugar con ellas, era un extraña sensación placentera.

¡Mmm! Mis pezones se sienten muy bien... -dije mientras jugaba con ellos-

"Tal vez ser una mujer no sea tan malo" pensé. Jugar con mis pezones se sentía aún mejor que simplemente tocar mis pechos, era totalmente distinto de cuando era hombre, no solo eso, podía sentir como en extraño calor surgía de mi entrepierna, se trataba de mi... vagina, la cual ya estaba algo mojada, comencé a frotarla, cosa que se sintió bastante bien, entonces...

¡Ah! -gemí al meter uno de mis dedos-

¡Se sentía tan bien! Meter mi dedo desató una ola de placer todavía mayor, haciendo que siguiera con otro, siendo todavía más placentero. Comencé a hacer lo que había visto en varios videos, sacar y meter mis dedos, deslizándolos por mi interior, era tan placentero que los gemidos escaparon de mi boca.

¡Ahh! ¡Sí...! ¡Creo que me voy a~! -dije mientras me masturbaba-

Una ola de placer aún mas fuerte que las anteriores me invadió por completo, se trataba del orgasmo, me había venido como una mujer. 

Después de eso hurgue en mi maleta, era como decía la nota, encontré una libreta que explicaba todo lo que necesitaba saber como mi vida como Rinna, ahora estaba casada, "mi esposo" era millonario, tenía 35 años, no pude evitar enojarme un poco por esto, había perdido más de 10 años de mi vida. Pasé toda la tarde leyendo la libreta y aprendiendo sobre mi nueva vida, no es que la hubiera aceptado rápidamente, es solo que no me quedaba otra opción, no podría recuperar mi cuerpo aunque lo encontrara, entonces lo mejor era adaptarme a este, al parecer tendría tiempo suficiente para hacerlo ya que la habitación estaba reservada para una semana, por lo que primero que hice fue aprender a usar los tacones...

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Después de un largo viaje en avión llegué a mi nueva casa después de ser recogido por mi chofer personal, sí, Rinna... Yo tenía uno, no pude evitar estar nervioso, era la primera vez que veía una mansión ¡Una mansión! ¡Con sirvientes y todo! No sé como es que la antigua Rinna pudo renunciar a esto. Aunque sigo algo enojado con ella por lo que hizo, tengo que admitir que estoy agradecido con ella por la libreta que me dejo, creo que no me sería posible suplantarla de no ser por sus enseñanzas.

Cariño, finalmente llegas, espero que hayas disfrutado tus vacaciones -dijo la persona que debía ser mi "esposo" con alegría- 

Sí, fueron muy relajantes -dije fingiendo alegría-

Me alegro por ti, cariño, debes estar cansada, deja que las sirvientas guarden tu equipaje, te acompañaré a nuestra habitación -dijo mi esposo tranquilamente- 

Lo seguí mientras veía el interior de la casa; piso de mármol, paredes adornadas con pinturas, oro y plata, candelabros en el techo, Rinna se había sacado la lotería con este hombre, sigo sin entender como pudo renunciar a esta vida.

Después de caminar un poco llegamos a la habitación, solo ahí mi "marido" mostró sus colmillos.

¡No tienes idea de cuanto he esperado por esto! -dijo el hombre detrás de mi mientras desgarrada mi ropa-

Mentiría si dijera que estaba impactado, en la libreta que me había dejado la verdadera Rinna había explicado su matrimonio, era un matrimonio arreglado por sus padres con el fin de salvar su empresa, ella no estaba del todo contenta pero no podía desobedecer a sus padres, y ella... no era muy activa sexualmente con su pareja... Ella había prometido que actuaría completamente diferente si la dejaba ir de viaje... Y ahora yo estaría pagando esa promesa...

Empezó manoseando mis pechos, lamiendo mis pezones ¡Dios! Se sentía mucho mejor que cuando yo lo hice.

Ya estas mojada, perra -dijo él mientras me empujaba a la cama-

Rápidamente se bajo el pantalón y comenzó a darme tan duro como podia, realmente estaba ansioso por hacerlo con su "esposa" se que debiera sentirme asqueado o al menos haber puesto resistencia pero no había nada que pudiera hacer me había entregado al placer en el momento que empezó a manosearme... Y también, mi curiosidad por el placer femenino aumentaba por cada día que pasaba en este cuerpo...

¡Ah! ¡Sí! ¡Dame más duro! -grité entre gemidos-

¡¿Te gusta esto, perra?! ¡Vamos, gime y súplica por mi pene como la puta que eres! -dijo mi "esposo" mientras me nalgueaba-

¡Sí! ¡Me gusta mucho! ¡Soy tu perrita, hazme todo lo que quieras! -dije perdido en el placer-

El placer provocado por sentir su pene deslizándose en mis paredes vaginales y golpeando mi útero era todavía mayor que las sensaciones que experimenté antes, una vez más, no sé como es que Rinna pudo renunciar a todo esto, me sentía tan bien que no quería que esto terminará, creo que alcancé el orgasmo más de una vez. Después de varías arremetidas, finalmente se vino dentro de mí... Sentir su semen caliente en mi interior fue todavía mejor...

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A la mañana siguiente me desperté, pero mi esposo... No, mi amorcito... Si voy a ser Rinna será mejor que empiece a actuar como una mujer. Uno de los mayordomos me informó que había salido urgentemente de viaje por unos negocios y no volvería hasta dentro de una semana, al principio no me preocupe, lleve mi vida como Rinna, ya saben, fitness, salir con mis amigas... Comprar ropa sexi para mi esposo, había muchas cosas que hacer ahora que el dinero no era un impedimento.

Pero no todo era color de rosa... Tener a mi marido lejos me hizo sentir sexualmente frustrada, mis dedos no eran suficientes para complacerme, no después de haber probado un pene, al principio fue fácil controlarlo, pero los últimos días fue molesto, me vi en la necesidad de comprar un vibrador.

Y ahí estaba yo, complaciendo mi vagina con un vibrador, se sentía bien, pero no tan bien como el pene de mi esposo... Realmente lo extrañaba...

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Finalmente mi amorcito llegó casa, le dije a uno de los sirvientes que le dijeran de mi parte que lo esperaba en la habitación.

* Sonido de puerta abriéndose *

Jojo, veo que me estabas esperando, mi amor -dijo mi esposo al verme en lencería-

Oh cariño te he extrañado tanto... A ti y a tu pene -dije en un tono sexi y seductor-

Oh ¿Enserio, qué tal si recibes a mi amiguito con tu boca? -preguntó él mientras se bajaba los pantalones-

No dude en hacerlo, estaba cachonda y quería su pene en mi vagina, lo chupé como si fuera una paleta, la mejor paleta que haya podido probar, y por su cara, podía decir que lo estaba haciendo bien, no, estoy segura de que lo estaba haciendo bien, fui un hombre tiempo atrás, sabía donde tocar.

Phga... Amorcito... Ya no aguanto... Te quiero adentro de mí... -dije con una respiración irregular-

Una vez más fui penetrada, no pude evitar gritar por el placer, vaya que extrañaba esa sensación, tener sexo como mujer es increíble, amo ser Rinna y amo que mi esposo me de tan duro y me haga sentir como toda una mujer, me había vuelto tan adicta al placer que no me interesaba en lo más mínimo volver a ser hombre.

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Ha pasado tiempo desde aquello, como no quería estar lejos de mi esposa ni de su pene le pedí que me contratara como su secretaria personal, al principio dudo pero después de unos cuantos orales y mostrar mis capacidades me aceptó, aunque realmente no hago papeleo, ahora podía ir con él a todas partes y hacerlo en cualquier momento, no podía estar más feliz. 

Incluso como prueba de la aceptación de mi nueva vida, le di a mi marido lo que tanto deseaba y la antigua Rinna no pudo darle; un heredero.

Apenas han pasado tres meses desde que me embaracé, justo ahora me encuentro comprando y probando ropa que usaré en el futuro cuando esta pancita crezca todavía más, realmente soy feliz siendo Rinna.

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