El cambio de sexo del detective ~ Seishiro Kujo queda atrapado como una mujer madura ~ Capítulo 2

 Después de tanto tiempo, eh aquí la segunda parte de esta novela, traducida por Biblioteca Hentai

Capítulo 2:

El gran detective Kimura fue asesinado junto a otros por unos mafiosos. Su método principal es la fuerza bruta: hacen que sus víctimas se desangren hasta morir. Hasta les fracturan los brazos y piernas y les destrozan la cara dejándosela como si fueran tomates aplastados. Los cadáveres quedan tan desfigurados que resulta difícil identificarlos... pero pronto nos enteramos de que una de las víctimas fue el detective Kimura. Su placa y anotador habían sido colocados sobre su cadáver junto con sus genitales... Tras la muerte de su Senpai Kujo Seishiro decidió frente a la tumba de su amigo vengarlo cerca del primer aniversario de su asesinato. Sin embargo cuando al principio de la investigación Aoshima relució como el principal sospechoso la investigación en sí cayó entorpecida. A pesar de que hubo pruebas los altos mandos se abstuvieron  de dar la orden de captura a Aoshima.

Como era de esperarse se quejó ante sus superiores y eso quizás les dio la excusa para apartar a Seishiro de la investigación "por no tomar decisiones de forma razonable". En cuanto a las policías las decisiones de las cúpulas son absolutas.

Pero pese a todo esto Seishiro continúa a solas con la investigación para honrar la memoria de Kimura.

Sí, así es: el joven detective Seishiro quiere detener por su cuenta a algunos de los yakuzas más peligrosos del país. 

Uno de sus mayores retos... llegó de frente a él...

Seishiro: Uaaah... Ay cómo me duelen los hombros y la cintura...

El dolor de hombros y de cintura es asombroso para Seishiro... Antes él tenía un cuerpo masculino de 27 y ahora posee uno femenino de 38... Ahora está como atrapado en el cuerpo de una mujer madura que tiene más de 10 años que él.

El cansancio por la falta de resistencia le habían dejado las articulaciones bastante doloridas...

Seishiro: Hoy se me hace más difícil soportar tanto peso...

En la casa de Shinobu revela sin querer sus sensaciones... porque ya pasaron tres días desde que empezó la operación encubierta.

Para ser sinceros había subestimado la industria del cabaret y estaba sentado en un sofá del sitio con un aspecto desaliñado con un vestido rojo muy descarado.

Seishiro: (Ya tendría que haberme acostumbrado entre tantas veces que hicimos una o dos horas de intercambio... pero ahora que pasaron más de dos días del cambio me doy cuenta de que es muy diferente desplazarse con un cuerpo de mujer... ¿Eh...? Aaah, otra vez las tetas se me balancean mucho... ¡Uah...!).

Fue un completo error el considerar que se había acostumbrado del todo al cuerpo de Himekawa Shinobu pese a que entrenó por un mes entero.

No sabía lo que creía saber hasta hace unos días... Al vivir como Shinobu durante lo que quedaba de la semana se notaba nervoso al comer, al vestirse, al dormir y todo lo demás...

Sobre todo cuando trabaja por la noche en el cabaret no tiene más remedio que ponerse un vestido elegante que guste a los hombres aunque le dé vergüenza... Hasta cuando se acuesta en la cama le cuesta dormir... y aunque logre dormir se despierta al rato con una fuerte necesidad de orinar... Por todas estas incomodidades y otras más no pudo revisar bien la casa de Aoshima en busca de pruebas contundentes.

Seishiro: ¡Uh! ¡Ugh...! ¡Estás estúpidamente enormes tetas suyas...! ¡Uff...!

Era lo que tenía estar en el cuerpo de una mujer de enormes tetas y un gran orto. El mero hecho de respirar hace que le duela la espalda.

Notaba como si tuviera dos pelotas de basketball bien infladas y rebotantes pegadas al pecho.

Seishiro: Cada vez me molesta más su enorme busto... Me duele la espalda... ¿Y ahora la cintura...?

Gemir estando en su cuerpazo le parece un acto re zarpado pero no puedo evitarlo... Hay una considerable diferencia entre un hombre en sus veinte y una mujer en sus treinta.

La mente de Seishiro no se había acostumbrado tanto como debería y eso lo tenía agotado...

Seishiro trató entonces de relajarse separando los hombros pero eso sólo le envió más molestias a todo el resto del cuerpo al separarse o abrirse un escote entre las enormes tetas.

Hasta hacer ejercicios sencillos es un reto para Seishiro ahora mismo... Si se mueve un poco ya se agota y sólo quiere descansar pero no puede y eso lo fustra.

Seishiro: ¡Mierda...! ¡Son inmensas...! ¡No dejan de rebotar...!

Se preguntó si estaba tan inestable emocionalmente por los cambios físicos o por... algo más...

Hasta cuando casi concilia el sueño nota molestia por las tetas de Shinobu y esto le interrumpe una siesta reparadora.

Seishiro: Uff...

Tras una mañana de trabajo en el cabaret quedarse quieto lejos de tranquilizarlo le produce ansiedad.

Mientras respiraba las bellamente enormes tetas rebotaban y el olor a hembra de Shinobu impregnaba su alrededor.

No podía ser de otra manera... porque Shinobu era una mujer hermosa de cabaret... y ahora Seishiro estaba en ese cuerpazo...

Seishiro: (¡¡Ya no me puedo aguantar más...!!).

Ahora sus tetas rebotan con tanta fuerza que parecía que el vestido se iba a desgarrar pero Seishiro se levantó del sillón.

Seguía notando mucha molestia o algo de dolor en los hombros, en la espalda... pero... él era ante todo un detective de policía...

Olvidando su incomodidad por un momento Seishiro entró en el baño...

Seishiro: (Discúlpame, Shinobu-San... pero creo que si no lo hago por lo menos una vez... Uuuh... ¡Ah...! ¡Aaah...!).

La edad física, la falta de sueño y el estrés influyen en la incapacidad de recuperarse de su fatiga. Pero es más que eso...

Seishiro: (Me estoy masturbando... en el cuerpo de una mujer... No puedo dejar de tocarme... Oh... ¡Oooh...!).

Su ardiente deseo sexual le impedía descansar pero el joven detective decide tocarse en el cuerpo de Shinobu de forma lasciva una sola vez.

Pero ya estaba fascinado por el placer que proporciona de forma directa el cuerpo femenino. Seishiro se quita el vestido y la ropa interior... quedando desnudo...

En el espejo del baño ve a una bella con los cachetes ruborizados. Desde ahora podría tocarse cuanto quisiera en el cuerpo de esta belleza.

Pensarlo hacía que su órgano sexual en forma de jarrón se humedeciera... Parecía que el cuerpazo de Shinobu exhudaba eroticidad por todos sus poros.

Seishiro: (Uff, Shinobu-San... tengo servida en bandeja tus tetazas... Sí, quiero probarlas...).

No puede dejar de transpirar... y todo el aliento y el calor que emana del cuerpazo de Shinobu se vuelves casi vapor dentro del baño...

El olor a feromonas femeninas es tremendo. Shinobu solía disimularlo aplicándose perfume pero ahora libera un hedor a hembra muy atractivo.

Todas las cadenas de la razón de Seishiro se rompen y su deseo por su ahora propio cuerpazo femenino se intensifica.

Seishiro: Jah... ¡Jah...! ¡Jaaaaah...!

Su concha empezó a brotar fluidos vaginales... Esto hace en parte sus tetazas reboten sin freno alguno de tela de ropa...

Seishiro estaba como por desmayarse.

Seishiro: Qué hermoso cuerpo de mujer... ¿Cómo será besarlo...?

El espejo se empañó por el vapor incipiente que liberaba el cuerpazo de Shinobu en el baño. Su conciencia ya estaba... dulcemente perturbada...

Seishiro: Quiero besarla... Aunque no debería ahora mismo... soy una mujer...

Seishiro nunca fue narcisista... y en su vida normal jamás querría besar su reflejo... pero esta ya no era una situación normal...

Era un hombre pero se había convertido en parte en una mujer madura repleta de feromonas... Seishiro se acercó al espejo pero sus tetas chocaron con la superficie espejada lo que no hacía más que aumentar su placer. En su imaginación Seishiro besaba a Shinobu produciéndole una gran neblina mental repleta de placer...

Movió un poco la carnosa cadera hacia los lados...

Seishiro: (Ah... Jaaah... Ah, Shinobu-San... ¡Shinobu-San...!).

El acto es demasiado degenerado... pues su aliento y el calor del cuerpazo de mujer ya habían empañado casi del todo el espejo...

Pero la imagen de Shinobu la hermosa mujer madura está grabada a fuego en su memoria.

Seishiro: (¡Uff, soy un idiota! ¡Sólo me aprovecho de la situación...! Pero... ¡Pero...! ¡Ah...! ¡Jah...! ¡Jaaah...!).

Los pezones se le erectaron furiosamente y el clítoris se le paró. El cálido y dulce orgasmo no tardó en llegarle...

Seishiro: ¡Ah...! ¡Estas tetas...! ¡Estas molestas tetas...! ¡Pero...! ¡Pero me gustan tanto...!

Seishiro no es capaz de controlarse al poseer unas tetas tan grandes y turgentes. Aplastaba las tetas tanto como pudo. Entonces el placer se le terminó de salirse de control llegando al éxtasis.

Seishiro: ¡Ah! ¡Aaah...!

Resultó poseer una sensibilidad aterradora pues simplemente alcanzó el éxtasis apretándose las tetas.

Seishiro: (Ya sabía yo que se iba a notar excelso...).

Es un placer demasiado fuerte como mujer e irresistible para la conciencia de un hombre. Este es sólo el primer día pero ya podría desmayarse por lo que hizo... Aunque todavía deseaba notar aún más placer... A medida que su culpabilidad cesaba y se masturbaba con más frecuencia y facilidad su vil curiosidad aumentaba en proporción.

Seishiro: (Jaaah... Las tetas de Shinobu... Los genitales de Shinobu y sus tetazas son tan zarpadas... No me resisto a seguir manoseándolas...).

Alguien más honorable jamás haría algo parecido... pero... con la hermosa voz de Shinobu jadeadaba a más no poder de forma lasciva... Seguía apretándose los enormes balones de leche y su cabellera rubia empezaba a despeinarse...

Seishiro: (Jaaah... Jaaah, no me puedo resistir a seguir tocándome las tetas y la concha de Shinobu...)

El deseo parece infinito porque el placer simplemente sigue aumentando. Seishiro desliza un flaco dedo hacia su entrepierna mientras amasa las enormes tetas que se sacuden o rebotan. Luego se insertó el flaco dedo en la concha humeda y viscosa...

Seishiro: (Ah... Aaah... ¡Aaah...!).

¡Este era un placer asfixiante! La corriente de placer atravesaba la espalda de Seishiro, volvió el mentón hacia atrás y chorreó su wasca como para aliviarse un poco... Luego sólo pensaba en cómo poder seguir mancillando el cuerpazo de esta mujer madura tan guapa... Se metió dos dedos en la concha... Dos dedos que se deslizaron por la concha con demasiado impulso...

Aunque son unos dedos delicados comparados con los de un hombre se produce un tremendo placer cuando penetran en la vagina...

Un resoplido áspero resuena en el baño.

Seishiro: Aia, me duele... Aunque esté en el suave cuerpo de Shinobu me duele bastante... Aia...

Removió la mucosa moviendo ligeramente el brazo pero la palma se movía ya por mero instinto femenino.

Seishiro: (Ya no me puedo detener... ¡Jaaaaah...!).

Le temblaron las piernas así que apoyó la espalda contra la pared pero no dejó de amasar las enormes tetas que poseía al tiempo que se seguía hurgando en la vagina con los dedos.

Seishiro: (Uff, qué concha... Quiero seguir jugando y removiendo dentro de ella... Jaaah... Ahora mismo soy Shinobu...  Comprendo que soy un... Jaaaaah...).

La curiosidas sigue expandiéndose... Al principio sólo tocaba en los exteriores de la vagina pero ya luego se metía dos dedos dentro de la misma... No, no sólo eso porque también separó los dedos llegando a todos los puntos de la concha...

Seishiro: (Ah... ¡Ah...! ¡Acabo...! ¡¡Aaacaaabooo...!!).

Los gemidos que se hacían cada vez más fuertes eran los de Himekawa Shinobu, la mujer madura más guapa del cabaret. El cuerpo le sigue hirviendo y gira la cadera ya con menos fuerzas que antes. También se seguía apretando con menos fuerza las tetas pero el ligero dolor fue suplantado por el deseo de notar más placer aún y Seishiro estaba del todo absorto en notar gozo como mujer... Disfrutando de los retazos del orgasmo, de las tetas cuyas palmas no las llegan ni por asomo a cubrir y de su entrepierna chorreando de fluidos vaginales Seishiro olvida su deber como detective y sucumbe ante el placer de "tener sexo" con con el sexo opuesto...

Seishiro: (No, no debería pero no logro detener este placer... La cadera sigo sin dejar de poder moverla... Todo el cuerpo me duele pero a la vez noto mucho placer como la mujer que ahora soy... ¡Jaaaaah...!).

En menos de una hora tras volver a "su casa como anfitriona" Seishiro repite sin estremecerse demasiado su búsqueda del cuerpo femenino... y luego...

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Seishiro: (Uff, esta noche tengo que trabajar en el cabaret... pero...).

Tras varias horas ya llegaba el turno de Shinobu de trabajar... pero Seishiro permanecía aún en el baño explorando el cuerpazo de Himekawa Shinobu. Siguió apreándose y acariciándose las tetas... El baño está repleto de un olor a jabón rosado y a las feromonas de mujer que hacen de todo el ambiente un lugar obsceno para respirar. Seishiro estaba desnudo dándose una ducha conteniéndose las lágrimas pues ahora mismo no era más que una presa del placer al volverse un detective afeminado.

Seishiro: Jaaah... Qué tetas... Qué concha... No, no, no... No debería seguir pero no puedo parar...

El útero que arde se estrecha cuando Seishiro lleva nuevamente la mano a los exteriores de la concha.

Seishiro: Jah, concha... Útero... Jaaah...

Es como un sueño hecho realidad... El espíritu de Seishiro cayó en la lujuria ante los órganos femeninos que los hombres originalmente no tienen que se calentaban en demasía. Luego se toca la teta izquierda y el pezón de la misma termina chupándoselo a sí mismo...

Seishiro: (Jah... Acabo... ¡Acabo...! ¡Está vez sí que en serio ya acabo...!).

Trató de pararse pero casi no pudo levantarse del asiento del baño... El deseo carnal de Seishiro parecía no haberse agotado en absoluto aunque su cuerpo ya no daba para más...

Seishiro: (Ah, el cuerpo de una mujer nota tantos placeres juntos... Masturbarse es algo que no logro detener...).

Durante un mes estuve entrenando para acostumbrarme al cuerpo de Himekawa Shinobu... pero... hubo un error de cálculo... Seishiro nunca había notado tantas sensaciones placenteras mientras estuvo intercambiando cuerpos con Shinobu... Este era el resultado de poseer el cuerpo ajeno por muchas horas seguidas...

Seishiro: Concha... Tetas... La mano no se me detiene... ¡Vuelvo a acabar...! ¡Aaah...! ¡Jaaah...!

Parecía que a cada momento que pasaba Seishiro no hacía más que desear seguir tocándose con su cuerpo de mujer... 

Al fin y al cabo casi no se había masturbado en su cuerpo original de hombre por un mes entero... y aunque ahora se masturbara con su cuerpo de mujer no puede detener esta sensación de inmoralidad sino que seguía con este tremendo estímulo...

Seishiro: (¡Más...! ¡No me puedo resistir ante este cuerpazo tan pervertido...! ¡Qué concha...! ¡Jaaah...! ¡Aaah...!).

Derramando lágrimas metió todo lo profundo que podía en la concha con los dedos de la mano derecha y con la izquierda agarró las tetas que rebotaban obscenamente... y aunque los agarrara con toda la palma seguía quedando mucha piel sin cubrir de las grandes tetas deformadas por el aplaste...

Seishiro: Jah... Jaaah... Ah, Seishiro-San... mírame la concha... Mírame dentro de la concha...

Seishiro le susurraba al espejo con la mirada febril. Su vientre se estremeció de una forma molesta.

Seishiro: (Ahora soy Shinobu... ¡Soy Himekawa Shinobu...! Bien, mira nada más... Obscena mujer... ¡Tengo tu cuerpo tan zarpado como si fuera mío! Mírame ahora con mis propios ojos de hombre cómo me toco la concha... ¡Que me mires cómo me la toco me excita sobremanera!).

Sí, ahora era Himekawa Shinobu, una mujer ocho años mayor que él mismo pero delira tocándose con su cuerpo de mujer frente al espejo mientras finge que su yo original de hombre está frente a ella. Se volvió un detective feminizado y la sensación es más de lo que logra soportar...

Seishiro: (¡Aaah...! Qué tremendo... Este cuerpazo lo noto muy placentero... Esta concha caliente es muy deseable...)

Este es el celo de una mujer que busca a un hombre... El deseo de inmoralidad en la cabeza de Seishiro estaba desbordándose...

Pero después de todo esto simplemente se terminó de lavar y el olor femenino que despedía el cuerpo fresco proveniente de la lustrosa piel de mujer... Aunque pese a todo lo que ya se hizo el cuerpo le seguía hirviendo como una llama. Seishiro estaba cada vez más embelezado con el cuerpazo bendecido de Shinobu. Las transpiración se resbala como en una catarata y los músculos exteriores de la concha se le vuelven a estremecer. El útero se le volvía a encender...

Seishuri: Seishiro, quiero tu pedazo... ¡Tu pedazo...! ¡Muéstrame la pija...! ¡Sí, y mientras mírame la concha...!

Aunque hasta la voz de Himekawa Shinobu estaba preparada para decir obscenidades decirlo también ahora se notaba muy pervertido...

Es más pues Seishiro se imagina a sí mismo en su cuerpo original de hombre pero desnudo cuyo cuerpo tonifinado se aprieta contra el de Shinobu, la frota, la besa, y la acaricia sin cesar. Es una locura pero su mente parece llevarlo más allá de su dulce imaginación...

Seishiro: (Aaah... tengo la cabeza en blanco...).

Él es o era un hombre... Pero como mujer estaba gozando del máximo éxtasis inmoral del placer carnal... O casi... Podía seguir recibiendo más dulces sensaciones, ¿verdad...?

Seishiro: Aaah, soy Kujo Seishiro... Seishiro... ¡Seishiro...! ¡Aaah...!

Seishiro grita su propio nombre con una dulce voz sufirendo de calambres con sacudidas... No, ahora mismo aquel ya es el nombre de otro hombre... El cuerpo de Shinobu desea a un hombre que le guste... Al reconocer este hecho Seishiro se avergonzó...

Seishiro: (Jaaah, Shinobu-San... Sí, tengo tu cuerpo... pero lo profané con mucha masturbación... Es que sos tan hermosa... Jaaah... ¡Jaaah...!).

No hay límite para la excitación. Seishiro se estaba imaginando a Shinobu en su cuerpo original pidiéndole a un hombre que cogieran entre sí. Shinobu está como loca sacudiendo la cadera ante la erección del hombre... Sólo de imaginar esa escena el útero de Seishiro se pudo caliente de nuevo... La sensación era como la de un volcan en erupción que trataba de ser contenido al cruzar las piernas... Los órganos sexuales del cuerpo de Shinobu se contrajeron violentamente mientras se le escapaba de la entrepierna espesos fluidos vaginales...

Seishiro: (Tengo el cuerpazo de Shonobu-San... y ya no tengo razón para contenerme aunque debería... ¡Jaaah...!).

El néctar emana del cuerpo de una mujer madura... Era un jugo blanquecino y transparente...

Seishiro: (Sí, Seishiro-San, dame tus pijazsos en la concha... Jaaah...).

La sensación de los deseos carnales suele corromper a los hombres y mujeres y Seishiro está cayendo en ellos...

Seishiro: Acabo... ¡Acabo...! Aunque tengo el cuerpo de Shinobu-San vuelvo a acabar... Llego al clímax... ¡Jaaah...!

Seishiro dobla la parte inferior de su cuerpo en forma de M mientras jadea con un olor a pescado tratando de quemar el clímax de la entrepierna de Shinobu en sus ojos. Hizo a su cuerpo femenino a lucir extremadamente vulgar y su sentido de inmoralidad aumentó aún más los nervios lascivos de todo su cuerpo. Ante sí Seishiro tenía a Shinobu masturbándose  frente al espejo... Alcanzó un clímax fabuloso mientras su campo de visión se veía repleto sólo de un destello blanco.

La concha de Shinobu agarró los dedos flacos como si fuera la mandíbula de la serpiente y el jugo femenino que era tan espeso se desbordó del útero... 

La wasca se parecía al semen o así lo pensó Seishiro cuando respiraba agitado y ponía su lustrosa espalda contra la pared del baño. Su fuerza física se había reducido a cero. Pero los pezones le seguían erectos y quemantes... además de la concha que seguía derramando hilillos de wasca...

Seishiro: (¿Este será mi límite...? Pero sigo notando muchos retazos del orgasmo...).

Ya no le era posible ponerse de pie y la brillante belleza de Shinobu parecía tener algo de angelical... y con sólo ver el lustroso y brilloso cuerpazo de la mujer madura que era ahora mismo se dejó caer producto del sueño...

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Mientras Seishiro estaba gozando con el cuerpazo de Shinobu la verdadera Shinobu estaba visitando un lugar determinado...

Shinobu: No sé si tiene algo de malo esta maldición considerando que esta pija es "inigualable".

Tabernero: Te escucho con atención, Shinobu.

Ambos están en el bar en el que Seishuro y el tabernero le enseñaron lo de la maldición del cambio de cuerpos. 

Shinobu: ¿Sos capaz de hacer que se le agrande el pito?

Tabernero: ¿En serio no la tiene como te gustaría...? ¿Te cuesta hacer que se erecte...? ¿O no estás satisfecha con la forma y el grosor...?

El tabernero parecía un poco avergonzado pero Shinobu, pese a todo, no se quejaba en serio de sus genitales masculinos.

Shinobu: Comparado a la pija de los mafiosos con lo que me acostaba algo no me termina de convencer...

Shinbou se imaginó que ella misma con su cuerpo de hombre se tocaba todo lo que podía y eso casi la hizo vomitar.

Shinobu: No quisiera tener sexo con otros hombres con un cuerpo de hombre...

Pero Shinobu sólo quería tener una ametralladora en vez de una mera pistola entre las piernas... Con curiosidad Shinobu se pone frente al jefe tabernero.

Shinobu: ¿¡O es que acaso no se puede modificar la pija de este cuerpo!?

El tabernero se imaginó que algo parecido le pasaba a Seishiro... Es decir, ambos gozaban en el cuerpo del otro masturbándose...

Shinobu está impaciente porque no quiere perder ningún segundo... Pero el maestro tabernero la mira con una sonrisa.

Tabernero: Qué se le va a hacer...  ¿Pero quieres que te lo cuentes de forma gratuita?  ¿Vas a aceptar un pedido mío, Shinobu-San?

Shinobu: ¡Ya me conozco sus hábitos! ¡El cuerpo de este hombre y su pija son muy divertidos...! ¡Así no voy a rechazar su propuesta...!

La juventud del maestro tabernero... No, la existencia que estaba disfrazada de ser humano, a pesar de que se decía que era un shinobi, mantenía una leve sonrisa y al momento expresó sus intenciones...

Shinobu: Bien, aceptaré su demoníaca petición...

Tabernero: ¡Espera a que lo dijeras!

El joven maestro es rodeado por una luz deslumbrante. El brillo blanco puro que quemó el campo de visión de Shinobu en un instante... Sin embargo, inmediatamente después de eso fue desgarrado por una hoja de color negro azabache....

Alas negras como las de un murciélago emergieron de su espalda al igual que unos cuernos largos y rojizos. Uñas afiladas como metal en ambas manos. Además, aparece una cola ondulada y en movimiento desde la parte de las nalgas. En otras palabras, es exactamente lo que dice Shinobu. Este joven maestro tabernero es en realidad un verdadero demonio.

No era de extrañar que conociera el conjuro de cambio de cuerpos y que administrara justo un lugar como este... Este cabaret era controlado por este demonio...

Demonio: Ofréceme lo mejor que tengas y te garantizo que cumpliré con tu deseo.

Shinobu: Igual no podría porque tengo un trabajo que hacer como Seishiro... ¡Kyah...!

Shinobu fue arrastrada por un poder invisible. Sin embargo, su orto quedó atrapado en una tela suave.

Shinobu: (El poder de este demonio es... demasiado... asombroso...).

Debería haber pensado lo anterior en la barra del bar pero el interior de la tienda está cambiando. La habitación

recordaba a una de la edad media del oeste de Europa...

Demonio: Quédate tranquila porque lo que vamos a hacer no entorpecerá tu menester como detective... ¡Ahora empecemos!

Shinobu: ¡Ey espera! ¡Espera! ¿¡Cómo es que te atreves a...!?

Pero al instante el pantalón y el calzoncillo de Shinbou se esfumaron como humo y frente a sí tenía ahora a una bella muchacha.

Era una muchacha demoníaca por sus cuernos puntiagudos, su rabo fino y sus alas de murciélago...

Shinobu: ¡No puede ser...!

Demonio: Los demonios no tenemos sexo definido... ¡Podemos ser hombre o mujer cuando nos plazca!

Shinobu: ¡Ay no...! ¡Ay mi pija...!

La demonio empezó a hacerle un potente pete a la pija de Shinobu... Como mujer que había sido usada cientos de veces como una muñeca sexual supuso que en un cuerpo de hombre podría ahora dominar la situación pero su nuevo orgullo estaba siendo nuevamente pisoteado por esta demonio... La demonio le hacía un pete profundo como casi siempre hacía Shinobu hasta hace no tanto tiempo...

Le entregaba a la fuerza el semen que deseaba el demonio... Ante un hombre joven y sano y con un alma pura que estaba siendo corrompida pues el demonio lo notaba delicioso...

Demonio: ¡Entrégate del todo a mí! Si quieres ser feliz, Shinobu-San, tendrás que destrozar a otros.

Dicho esto la demonio vuelve a hacer el pete.

Shinobu: ¡Ah...! ¡Aaah...! ¡Oooh...! ¡Aaagh...! Pero... ya sabes que nunca haría un anal... Sólo úsame la boca, las tetas y la vagina...

Los hilos de baba unían la boca retirada de la demonio y la pija de Shinobu...

Shinobu: Yo iba a jugar desde el principio conmigo misma en este cuerpo de hombre... pero hasta eso me arrebataste... aunque estuvo muy bueno... pero...

Shinobu pese a todo tenía un alma buena pero el placer se ser lamido y chupado por una mujer en su cuerpo de hombre era sublime... Además Shinobu se despreciaba a sí misma por no haber podido salir del mundo sórdido del cabaret por su entera cuenta... lo que la demonio supo aprovechar muy bien para terminar de corromperla...

Shinobu: (Seishiro también es malvado... Es un maldito hipócrita de los que yo detesto tanto...).

Shinobu: ¿Eh? La pija la noto fenomenal... Se vuelve más grande y gruesa... ¡Oh...!

Hasta se cuadruplicó el tamaño del pene erecto de Seishiro por la energía demoníaca que había absorbido el órgano reproductor...

Aunque ya era enorme la demonio volvió a hacerle un pete a Shinobu... y esta pensó en que ya no quería volver a ser mujer sino disfrutar de su cuerpo de hombre para el resto de su vida...

Shinobu: (Bueno... ya que estoy por terminar de ser corrompida tomaré todo lo que antes era de Seishiro...  El cuerpo y la posición de Seishiro... ¡Lo tomaré todo para mí!).

Shinobu acabó con mucha potencia haciendo que le saliera semen por la nariz a la mujer demonio...

Shinobu: (¿Me dice que pida más deseos oscuros...? Bueno, entonces...).

Shinobu: No quiero morir siendo un juguete sexual para los hombres... Ahora que mi alma está del todo corrompida deseo quedarme con este cuerpo...

Para escapar de su horrible vida Shinobu había tomado la firme decisión de reemplazar a Kujo Seishiro... Shinobu estaba por volverse ella también en una diablesa...

La demonio entonces le ofreció el culo a Shinobu y esta la penetró con toda su fuerza... Enseguida la demonio cuelga la lengua y se retuerce como si le hubieran arrojado agua bendita encima... Shinobu se notó con más valentía al ver lo que provocaba en la demonio... Le agarró las nalgas y siguió penetrándola con todo su poder de macho...

Demonio: ¡Shinobu, tienes la mejor alma que haya corrompido en mucho tiempo!

La demonio que recibía el anal tal y como quería parecía como si del culo escupiera el semen de Shinobu. 

Shinobu, que detestaba los anales, ahora no podía dejar de darle por el culo a esa hermosa demonio... El intestino de la demonio se llena e hincha de muchísimo semen cuando Shinobu lanzó lo último que le quedaba...

La demonio se quedó con la forma de mujer ya que estaba fascinada por el ardor que notaba por el orto... Tanto los humanos como los demonios gozan del placer sexual...

Shinobu: Aaah, sigo sin acabar del todo... ¡Aaah...!

Shinobu despierta su lado demoníaco denominado macho cabrío.

Demonio: Ven para acá...

La demonio abrió las piernas en forma de M invitando a Shinobu a darle de vuelta por el ojete.

Shinobu: Ya no puedo aguantar más... ¡Tengo que seguir violándote el culo...!

Para Shinobu ya no había retorno a su cuerpo original pues ahora deseaba ser un hombre que violara culos de mujeres. Pero de pronto la demonio se aparta y Shinobu se queja.

Demonio: Ya tienes la pija remodelada tal y como deseabas, ¿no?

Shinbou: Sos injusta... ¡Sos muy injusta...!

Pero así eran siempre los demonios, ¿no? El interior de la cabeza de Shinobu estaba en blanco como la tarada que era.

Shinobu: (Ya no quiero una vagina... ¡Estoy más que bien con un pene...! ¡Y quiero violar a muchas mujeres...! ¡Mujeres! ¡Mujeres...!).

Shinobu: Jaaah... pero... por lo menos... ya tengo la pija tal y como la deseaba...

Shinobu ya superó su lado de mujer y se volvió un hombre hecho y derecho. Luego volvió a encular tanto a la demonio y a eyacular tanto dentro de ella que parecía que la demonio iba a llegar hasta el cielo...

Comentarios

  1. Bastante buena la historia me a gustado bastante, pero quería saber si está la parte que sigue o se abandonado el proyecto

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  2. Eso parece dar una ligera esperanza de que en el futuro salga una siguiente parte... Espero y si, gracias por responder

    Posdata: si no se ve mi cuenta es que e tenido problemas en algunas ocasiones y no inicia sesión automáticamente

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