Ganar-ganar

Miranda (45) y Jeremy (14) tenían una relación tía-sobrino muy buena, se contaban de todo y jugaban los juegos de mesa que Miranda compraba. todo iba bien hasta que en una de sus platicas...

Miranda: ... Sobrinito... Quiero confesarte algo...

Jeremy: Dime tía, ya sabes que soy tu amigo de los secretos

Miranda: Veras... Quiero darme un descanso de mi estilo de vida

Jeremy: ... Aja... ¿Entonces tienes planeado algo...?

Miranda: Sí... Ahí es donde entras tú

Jeremy miro un poco sorprendido a su tía.

Miranda: Hace unos días conseguí este espejo mágico, permite que las personas que se reflejen en el cambien de cuerpo... ¿Cambiarías de cuerpo conmigo por unos días?

Jeremy: ... Tía, usted sabe que mi físico no es el mejor... No creo que mi cuerpo sea de su agrado

Miranda: Sé que estás gordito, pero eso no importa, nada que el ejercicio no pueda mejorar, además, se que me has visto de manera sexual, como si quisieras devorarme, pequeño gordito cachondo

El rostro de Jeremy se puso rojo como tomate.

Miranda: estoy dispuesta a perdonar tus sucios pensamientos de mí si cambias de cuerpo conmigo ¿Te parece bien?

Jeremy: ... Bien...

Una vez Jeremy acepto el trato de su tía ella uso el espejo, en un pestañeo ambos se encontraron en el cuerpo del otro.

Miranda (Jeremy): Iugh, realmente apesto

Jeremy (Miranda): Ahora entiendo porque no tienes tan buena higiene, tu cuerpo puede soportar tu peste corporal

Miranda (Jeremy): ¡Tía, más respeto! 

Jeremy (Miranda): Perdona, bueno, es hora de que te enseñe de mí vida y tú de la tuya

Con eso comenzaron a mostrar la vida del otro, aunque no era nada complicado debido a su buena relación, nada más que pequeños detalles. Pasaron toda la tarde hasta que llegaron los papás de Jeremy llegaron por él, o al menos su cuerpo.

Mariana: ¿Cariño, ya te despediste de tú tía?

Jeremy (Miranda): Sí Ma-má

Mariana: ¿Y le contaste de la mudanza?

Jeremy (Miranda): ¡¿Que?!

Miranda (Jeremy): Ah, sí, que lastima lo de lo mudanza, los visitare de vez en cuando

Miranda en el cuerpo de Jeremy estaba en shock, no sabia que su sobrino se iba mudar, mucho menos que seria justo después del intercambio, debido a la sorpresa no fue capaz de explicar el cambio, solo pudo ver por la ventana trasera del auto como se alejaba de su cuerpo mientras este le sonreía.

Después de ver como el auto de su familia se retiro con su antiguo cuerpo tomo el espejo y lo azoto contra el piso rompiéndolo en múltiples fragmentos perdiendo así su magia, entonces tomó el celular que ahora le pertenecía y llamo a su tío ahora esposo.

Miranda (Jeremy): Hola, Tío... No, Lenny cariño, todo salió a la perfección, te estaré esperando

El cambio entre Jeremy y Miranda no fue realmente algo casual, sino que había sido planeado por el tío de Jeremy y el esposo de Miranda; Lenny, el estaba harto de que su esposa le pusiera peros en la cama, además de disminuir las muestras de afecto que ella solía mostrar, y una noche, mientras dormían, pudo escuchar como Miranda hablando dormida, decía que estaba harta de su vida, quería comenzar de nuevo. Entonces Lenny buscando ayudarla encontró algo para su propio beneficio, el espejo mágico, solo le faltaba el cuerpo joven para su esposa, busco hermosas jóvenes pero ninguna podía compararse al increíble cuerpo de Miranda, entonces pensó en otro plan: llegar a un acuerdo con un chico joven para cambiar de cuerpos con ella. entonces recordó a su inútil, gordo, feo y apestoso sobrino, al cual atrapo una vez probándose las prendas de su esposa, sabia que el seria el candidato perfecto.

Lenny contacto a Jeremy y le comento su plan, él accedió sin dudar, pues si bien veía a su tía con morbo, la realidad es que fantaseaba siendo su tía y teniendo sexo en su cuerpo como toda una perra.

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Miranda (Jeremy): Fue una buena idea "mi amor"

Lenny: Lo sé "cariño" el que tú y miranda intercambiaran cuerpos creo fue la mejor solución, si ella estaba cansada de su vida entonces solo debía hacer que alguien más la ocupara

Miranda (Jeremy): sí, estoy bastante agradecido... Agradecida de que me eligieras ¿Pero, no crees que es muy cruel habernos deshecho de mí tía de tal manera?

Lenny: Realmente la amaba, pero amo más su cuerpo perfecto a pesar de la edad, no estoy dispuesto a renunciar a el. Bien, pasemos al verdadero negocio, creo que ya sabes que tienes que hacer

Miranda (Jeremy): Sí

Jeremy en el cuerpo de Miranda desabrochó el pantalón de Lenny y comenzó a frotar el flácido pene hasta ponerlo duro.

Lenny: Oh sí, se siente bien, extrañaba el suave tacto de tus manos en mi pene

Jeremy siguió frotando y jugando con el pene en sus manos, podía sentir como su recién adquirido organo femenino se empezaba a humedecerse así como una sensación de comezón surgiendo de este.

Poco a poco fueron aumentando las palpitaciones del pene de Lenny, lo que le daba a entender a Jeremy que no faltaba mucho para que este se viniera, así que puso más esfuerzo en su juego de manos...

Miranda (Jeremy): ¡Ah! Soltaste demasiado

Lenny: ¿Y que esperabas? Has descuidado por mucho tiempo a tu marido, era obvio que tendría una gran carga acumulada

Miranda (Jeremy): Bien, pasemos al show principal, es hora de que satisfaga a mi marido como una esposa debe hacerlo.

Jeremy se limpio el semen en su cuerpo con una toallita húmeda, después desabrochó su ropa, recostó a su nueva pareja en el sofa y lo montó como una vaquera e introdujo el duro pene en su vagina bañado en fluidos

Miranda (Jeremy): ¡Ahhh! ¡Sí! ¡Este es el placer que había estado anhelando!

Lenny: ¡Mmm! No eres la única, sigue así, mueve tus caderas

Jeremy continuo moviéndose de arriba a abajo disfrutando del placer de tener un pene en su vagina y liberando gemidos obscenos hasta que se vino junto con el pene de Lenny, Jeremy estaba totalmente sumergido el el placer femenino, estaba feliz de haber cambiado cuerpos con su tía.

Lenny estaba cansado por el trabajo así que después de esa se sesión se fueron a dormir pues les esperaba un nuevo comienzo.

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Después de haberse cambiado y arreglado Lenny y Jeremy, ahora Miranda, partieron a su trabajo, ambos eran oficinistas en una gran compañía, Lenny era el jefe del departamento de diseño y Miranda su secretaria personal.

Entraron al edificio, tomaron el ascensor, y como si el destino lo hubiese planeado este se detuvo.

Miranda (Jeremy): Mmm Cariño... ¿Esto es normal?

Lenny: No, debió haber una falla en el motor, supongo que estaremos aquí un rato... Sabes creo que es el momento perfecto para cumplir una de mis fantasías

Miranda (Jeremy): ¿Quieres tener sexo en el ascensor? Cariño, eres un pervertido

Lenny: No solo sexo, también quiero una mamada

Por un momento el rostro de Jeremy cambio, A pesar de querer experimentar el sexo como mujer, dar una mamado era algo que el no quería por lo que se negó, sin embargo Lenny no aceptaría un no por respuesta, la antigua Miranda también se había negado pero a la nueva la obligaría quiera o no.

Lenny: Escúchame bien Jeremy, ese espejo no fue el único que compré, si tú no estás dispuesto a satisfacerme en todo lo que quiera entonces buscaré a alguien más ¿Entiendes?

Jeremy no pudo evitar sentir miedo, miedo de perder el cuerpo que había conseguido, así qué lentamente se acercó a la entrepierna de Lenny y bajo el pantalón revelando el duro pedazo de carne que le había dado tanto placer la noche anterior, acercando temblorosamente su boca, introduciendolo lentamente, sintiendo el desagradable sabor de este, y justo cuando pensó que podría llevarlo a su ritmo...

Lenny: Debes tragarlo todo

Miranda (Jeremy): ¡Mpgg!

Lenny tomó con su manos la cabeza de Miranda y la empujó hacia él, Jeremy en el cuerpo de Miranda solo podía sentir asqueada por lo mal que sabia el pene en su boca, quería retroceder pero la fuerza de Lenny era mayor comparada a su débil cuerpo femenino. 

Al ver que Jeremy no movía su cabeza decidí mover su cintura sintiendo el placer que tanto extrañaba, siguió así hasta venirse.

Lenny: ¡Tragalo todo, perra!

A pesar del fuerte sabor del semen en su boca, lo bebió todo, Jeremy tenía ganas vomitar pero se contuvo.

Lo siguiente que vio fue el exterior que mostraba el cristal mientras sentía sus pechos siendo presionados contra este. Sabía que pasaría, quería detenerse por lo anterior pero Lenny no lo escuchó e introdujo su pene en su humeda vagina.

A pesar de la mala experiencia de momentos atrás no pudo evitar el placer de su cuerpo siendo penetrado, no solo eso, la sensación de ser vistos a través de los cristales del ascensor o atrapado cuando se abran las puertas de este estaba excitando a Jeremy todavía más.

Esta era la nueva vida de Jeremy, no, esta era la recuperación de las actividades sexuales de esta pareja.

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Han pasado 3 años desde el cambio, Jeremy y Lenny disfrutan de una vacaciones pagadas en una linda playa, Jeremy ama su vida como Miranda, maquillarse, arreglarse para su marido, pero sobre todo el sexo, aunque no se acostumbró del todo a las felaciones es más accesible que la antigua Miranda.

En cuanto a la verdadera dueña, No recuperar su cuerpo la afectó demasiado, a pesar de haber dicho que con algo de ejercicio mejoraría su aspecto fue todo lo contrario el estrés solo desenfreno su apetito y engordó más, poco a poco su salud mental y física fueron decayendo, convirtiendose en un gordo y apestoso antisocial que se la pasaba encerrada en su habitación.