El masoquista y la sádica

Historia hecha para Siesta, creadora de Enciclopedia TG, Espero te guste

Entonces cerdo asqueroso, dime que fue lo que hiciste mal -dije mientras montaba mi antiguo cuerpo-

Yo... Ahh... Yo me vine antes que Siesta... Pido perd-dijo Siesta en mi cuerpo en un estado de éxtasis-

*Azote* 

Esa no es la forma de dirigirte a tu ama -dije en un tono sensual y amenazador-

Perdóneme ama Siesta mmm he sido un hombre muy malo… ¡Castígueme ama Siesta! -dijo Siesta excitada-

Buen chico, creo que es hora de tu “castigo” jiji -dije tranquilamente-

Mi nombre es Manuel, y supongo que no tienen idea de que está pasando, bueno, déjenme comenzar desde el inicio.

Con el avance de la tecnología se desarrolló la maquinaria que permitiría a las personas cambiar de cuerpo con otras, maquinas que fueron distribuidas en todas partes del mundo y quienes llevan a cabo los procesos del intercambio son las famosas clínicas de cambio, te piden un montón de papeles, pero solo te hacen firmar una simple hoja.

Bueno, esa tecnología fue llevada a las distintas instituciones educativas bajo el nombre "swap class" todo con el fin de crear conciencia sobre las experiencias del género opuesto y crear empatía, aunque realmente era un desastre, no había ni una sola mujer que no  se quejara después de volver a su cuerpo, yo era una persona “normal”  o eso aparentaba por fuera, por dentro era un gran masoquista, adoraba ser atado y dominado, o eso era así ya que después de la primera campaña fui tachado como un gran pervertido, esto debido a que la chica con la que cambié no sabe que hice con su cuerpo pero después de volver sentía el dolor que este cargaba, por lo mismo de las quejas de las mujeres se les dio la opción de escoger con quien cambiar… desde entonces he sido rechazado como candidato para el cambio de cuerpos.

No tenía problema con ser rechazado, pero el placer del masoquismo en el cuerpo de una mujer era una locura, algo totalmente distinto a mi cuerpo de hombre, quería volver a experimentarlo, pero no encontraba la forma de que alguna chica aceptara.

O eso parecía, todo cambio cuando encontré ese diario en la biblioteca, quería buscar un libro para entrenarme un rato, pero me encontré con este diario cuyas alguna paginas decían:

“Rayos, otra chica rechazó cambiar conmigo, acaso hay algo de malo en querer dominar tu propio cuerpo?”

“Solo quero experimentar dominar mi propio cuerpo, por qué es tan difícil para las otras chicas aceptar eso?”

“Hoy casi me salía con la mía, solo que la chica cambio de opinión”

“De que sirve pertenecer a “Mujeres unidas” si ninguna chica quiere cambiar conmigo”

Esas y otras notas junto con datos personales del dueño estaban esparcidos en el diario, incluso con una foto de la persona del diario, al parecer se llamaba Siesta… Se veía linda en la foto.

Entonces surgió una diabólica idea en mi mente…

Busque el grupo “mujeres unidas” era un foro solo para mujeres, incluso tenias que registrarte y comprobar que eras una mujer para poder ver las publicaciones, por suerte tenía las fotos de la chica con la que cambie tiempo atrás, use su perfil para hacerme pasar por ella y entrar… La página no parecía muy interesante, al contrario, era horrible de ver, la mayor parte del contenido eran publicaciones quejándose de los hombres hasta por el más mínimo detalle. El resto eran de mujeres buscando otras mujeres para cambiar y librarse de la swap class. Después de navegar encontré un perfil que compartía nombre con el diario, entonces le mande un mensaje…


Supongo que al ser un grupo mujeres la confianza era absoluta, no me pidió pruebas de ser una mujer, incluso me mando sus datos para los papeles que pide la clínica de cambio, era eso o debió estar muy emocionada por poder cumplir con su fantasía, se que ella me pidió que fuera un cambio de una semana pero, ella es “S” y yo soy “M” va a ser un ganar-ganar para los dos así que decidí hacer el cambio permanente, iba dejar el diario en el estante pero ella me dijo que me lo llevara, que se lo devolvía en cuanto nos reuniéramos.

Seguimos platicando mientras pasaban los días hasta la cita, entonces comenzó a sospechar, por lo que me pidió más fotos, no fue un problema, también me pidió que hiciéramos llamada, preví este escenario así que descargue una aplicación que altera la voz, mientras hablaba con mi voz masculina ella escuchaba la de una mujer, todo estaba bajo control.

Finalmente llego el día, quería que se llevara una buena imagen de mi cuerpo así que me arregle bien, incluso me puse una corbata, para evitar el encuentro antes del cambio me fui una hora antes de lo acordado, le dije que estaba “emocionada”, tanto que no podía esperar más, se lo creyó por completo.

El tiempo paso lentamente, de haber sabido que seria asi hubiera venido media hora antes en lugar de una hora. Por fin comencé escuchar la maquina encenderse, mi momento había llegado…

Cuando recobre la conciencia mire hacia abajo y pude ver un par senos en mi pecho, quería atarlos… Después de eso escuché una voz masculina bastante familiar, era mi antigua voz, Siesta se estaba quejando del por qué era un hombre, no fue hasta que la recepcionista le explico el asunto, también le pidió que se calmara o de lo contrario tendría que llamar a seguridad.

Enojada, me tomo de la mano y me llevo con ella, apretaba tan fuerte que dolía… Y yo disfrutaba de ese dolor.

¡Quita esa obscena expresión de mi cara! ¡O yo voy a!... Voy a… -decía Siesta mientras pasaba de un estado de ira a uno más tranquilo-

No sé si fue por verla reaccionar de esa manera, pero algo dentro de mi estaba creciendo, ya no estaba deseando ser dominado… Era completamente distinto… Quería ser quien domina… Entonces la tome de la corbata y comencé a jalarla.

¡¿Eh?! ¿A dónde me lleugh-preguntó Siesta antes de ser interrumpida por ser jalada de corbata-

¡Cállate puta! ¡Ahora seré yo quien tome el control! -grité mientras lo llevaba de la corbata-

… Si -respondió Siesta-

Después de caminar varias cuadras llegamos a mi casa, una vez en mi habitación saque mis juegos de cuerdas…

Siéntate en la silla -dije mientras preparaba las cuerdas-

¡¿Eh?! No quiero -respondió en un tono bajo-

¡Pam!  

¡Escúchame bien, eres mi perra y tienes que obedecerme! -grité después de darle una buena cachetada-

… Si… Lo siento… -respondió Siesta en un tono más bajo-

No se que nos estaba pasando, nunca había actuado como alguien dominante y ella estaba actuando muy sumisa para ser una S ¿Será que nuestros cuerpos están influyendo en nuestras mentes? No lo sé, pero creo que me gusta. Con ella sentada en la silla procedí a amarrarla, no sin antes quitarle los pantalones, pensé que se sentiría avergonzada de estar en tal posición.

Pero no fue así, su cara, tenia la expresión que hago cuando me amarró a mi mismo.

Lo estás disfrutando ¿No es verdad? -pregunté-

Cla-claro que no... -respondió Siesta con una respiración pesada-

Oh ¿Enserio? ¡Entonces explica esto! -dije mientras daba un golpe suave a mi antiguo pene-

¡Ahhh! ¡No lo sé! ¡Es tu cuerpo no el mío! -respondió Siesta excitada-

Mi pene realmente estaba duro, Siesta realmente estaba disfrutando ser dominada, aunque creo que yo también me estaba excitando con la situación, ver a mi cuerpo amarrado y a mi pene tan duro, me estaba poniendo aún más cachondo, no solo eso, los instintos de este cuerpo me decían que chupara mi pene...

Se supone que soy masoquista, no gay ¿Entonces por qué me esta gustando tanto chupar mi propio pene? Era un sabor salado el que inundaba mi lengua pero extrañamente me gustaba, debe ser porque ahora soy una mujer, ni siquiera cuando cambié con esa chica tuve alguna relación sexual, en parte porque la escuela"lo prohibía" pero también fue porque me centré mas en el placer masoquista.

Continué moviendo mi boca de arriba a abajo, parecía que Siesta estaba disfrutando de mi mamada, lo digo porque mientras lo hacía ella dejaba salir unos lindos gruñidos. 

Entonces cuando mi, bueno ahora suyo, cuando su pene comenzó a palpitar mas fuerte lo saque de mi boca y lo presioné un poco con mis pequeñas manos...

¿Quieres venirte? -pregunté-

No hubo respuesta.

¡Responde maldita perra! -grité y puse un poco más de presión en su pene-

¡Aghh!... Si... Quiero venirme... -respondió Siesta con una respiración pesada-

Bien, te diré que es lo que vamos a hacer, cómo el cambio es permanente creo que vamos a tener que dirigirnos al otro con el nombre del cuerpo en el que estamos, ahora tu serás Manuel, mi juguete personal, y yo seré Siesta, tu ama, siempre deberás referirte a mí como "ama Siesta" en nuestra intimidad, es un buen trato ¿Qué dices? -propuse y nuevamente aplique un poco más de presión en su pene-

... Si... Acepto... No me importa ser un hombre o tu juguete pero déjame venirme... ¡Por favor ama Siesta! -dijo Siesta rogando-

Entonces aflojé mi mano y una gran carga de semen fue disparada...

Vaya vaya, te viniste demasiado Manuel -dije con un tono sensual y burlón-

Era increíble, sentir el semen caliente en mi suave piel era una sensación nueva para mí... Y muy placentera, con cada segundo que pasaba sintiendo el esperma en mi pecho podía sentir como aumentaba el calor en mi entrepierna, creo que ya es hora de estrenar mi nueva vagina.

Entonces reacomode sus ataduras, esta vez deje libre sus brazos.

Es tu oportunidad de complacer a tu ama, si haces un buen trabajo entonces seras recompensado -dije-

... Lo haré -dijo Siesta-

Pero tan pronto como lo metió...

¡AAHHHH! ¡DUELE! ¡SÁCALO! ¡AHH! -grite por el dolor-

Entonces vi cómo el pene en mi vagina era bañado en sangre, ¿Era virgen? Diablos hacerlo primera vez duele muchísimo.

A pesar de que le dije que se detuviera, Siesta continúo penetrandome, incluso si dolía no podía evitar dejar salir fuertes gemidos de mi boca, al principio eran de dolor pero poco a poco fueron transformándose en gemidos de placer.

Hacerlo como mujer era increíble, podía sentir como el pene dentro de mi rozaba mis pliegues vaginales, y con cada estocada generaba olas y olas de placer, de haber sabido que se sentía así de bien me las hubiera arreglado para tener sexo en el cuerpo de esa otra chica.

Estaba gimiendo como una perra siendo dominada, aunque realmente yo soy quien domina en esta situación.

Finalmente nos venimos.

De todos mis gemidos, creo que este último fue el más alto, sentir como el semen era disparado en mi vagina, era un placer que no podía ser descrito con palabras, creo que me voy a volver adicto a esto...

Desde entonces inicio nuestra relación BDSM, parecía ser que nuestra personalidad S/M no estaba en nuestras mentes sino en nuestros cuerpos, y con el cambio de cuerpos terminamos siendo consumidos por el deseo del otro, ahora yo era el sádico, o la sádica ya que ahora soy una mujer, y Siesta era la masoquista, o el masoquista ya que ahora está en mi antiguo cuerpo masculino.

Creo que es un cambio del cual ninguno de los dos se arrepiente, él disfruta ser torturado y yo disfruto ser la torturadora, realmente no puedo esperar a que llegue la noche para iniciar con nuestra sesión diaria.

Comentarios

  1. Estubo muy buena y básicamente, es tu mayor fantasía verdad M? Jaja

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Jessica, me alegra que te guste, jaja no, la idea fue de ella, yo solo la desarrollé

      Borrar
  2. Estuvo muy bueno pero que haga mas historias

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias me alegra que te guste... Mmm creo que eso deberías decírselo a ella

      Borrar
  3. Respuestas
    1. Gracias, me alegra que te guste, creo que habrá otra de estas, ahora agregando mi mayor fantasía, gracias a Jessica por la idea

      Borrar

Publicar un comentario