Rifa de peticiones: Tercer ganador

Tercer ganador de la rifa, espero te guste

También, Por favor chequen el correo que dejaron en el formulario en cuanto publique una petición, puede que la suya sea la siguiente.

Arno y Ara eran una expareja cuya relación terminó debido a que el padre de Ara se tenia que mudar por su trabajo, intentaron tener una relación a distancia, pero no funciono. Aún así siguieron como amigos, aunque muy dentro de ellos ambos querían regresar.

Era el cumpleaños de Ara, lo estaba celebrando con su familia y su nuevo novio, Carl, esto le molestaba bastante a Arno quien solo podía fingir felicidad a través de la llamada. Lo odiaba con toda su alma y su odio estaba muy bien justificado, Carl era un drogadicto de muy mal aspecto, Ni él ni los padres de Ara sabían que había visto ella en Carl.

La llamada finalizó y Arno no pudo hacer nada más que lamentarse en silencio, realmente extrañaba a Ara así que antes de irse a dormir lanzo un deseo al aire pidiendo una oportunidad para restaurar su relación con Ara.

A la siguiente mañana despertó, pero Arno se sentía muy raro, sentía un poco de peso en su pecho, después fue sorprendió al ver que se encontraba en una habitación completamente distinta a la suya, una muy femenina.

Finalmente fue corriendo al espejo de la habitación solo para darse cuenta de que ahora era una chica, y no cualquier chica, justo ahora se encontraba en el cuerpo de Ara. 

En eso momento el teléfono de Ara sonó, era su número original llamándolo.

Arno: ¿Hola?

Ara: ¡¿Qué diablos hiciste Arno? ¡¿Por qué estoy en tu cuerpo?!

Arno ¡Tranquilízate! ¡Ni siquiera yo lo sé!

Después de calmarse un poco pudieron conversar tranquilamente, ningún sabía que fue lo que paso ni como revertirlo, por lo que acordaron vivir la vida del otro hasta encontrar la manera de volver, aunque Ara fue muy estricta y le prohibió a Arno ver su cuerpo desnudo o hacer cosas sucias con el. Con eso dicho termino la llamada.

Arno: Ah… ¿Ahora que se supone que voy a hacer en el cuerpo de Ara? Se que pedí una oportunidad para arreglar las cosas, pero no me refería a esto…

Entonces el teléfono de Ara volvió a sonar. Esta vez era Carl.

Arno: ¿Hola?

Carl: Ah Ara, si, vamos a terminar, estoy harto de que salgas con tus mamadas de “virgen hasta el matrimonio” ¡Dios! Quise salir contigo por tu cuerpo, pero si no vamos a tener acción entonces no vales la pena ¡Púdrete perra mojigata!

Entonces colgó. Arno estaba furioso, el desgraciado de Carl solo quera coger con ella, ni más ni menos, realmente nunca se fijó en la hermosa personalidad de Ara. Aunque también surgió una nueva preocupación, el como decirle a Ara que su novio la había cortado.

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Ambos se empezaron a adaptar a la vida del otro a la vez que comenzaron a ser consumidos por la lujuria de sus nuevos cuerpos, al principio no era un problema; Arno podía bañarse en el cuerpo de Ara sin problema alguno, incluso lo hacia con los ojos cerrados por el amor y respeto que le tenía, además de la prohibición que le había puesto. Por otro lado, Ara fue quien tuvo más problemas para adaptarse, más que nada por no saber que hacer con la erección de su nuevo miembro masculino, fuera de eso no tenía ningún problema.

Pero con el paso de los días, pensamientos eróticos comenzaron a aparecer en sus mentes, incluso sus sueños comenzaron a ser cada vez más sucios y depravados, al punto de que en un momento llegaron a sincronizar uno de esos sueños depravados.

Justo antes de que pudieran llegar al orgasmo en el sueño ambos fueron despertados por sus respectivas alarmas llevándose la sorpresa del como habían manchado por completo de fluidos viscosos su ropa interior, al ser un sueño tan real para ambos, se habían dado cuenta de que no podían más con las hormonas de sus nuevos cuerpos, Arno solo quería ser cogido como la mujer que ahora era, pero no quería coger con cualquiera, quería hacerlo con Ara en su cuerpo, en todas y cada una de las fantasías sexuales que pasaban por su mente había un solo hombre dándole tan duro como podía su sucia mente imaginar, era Ara en su cuerpo. Mientras tanto Ara solo podía imaginarse haciéndolo con Arno en su cuerpo, actuando como un macho dominante que le da tanto placer a su mujer que esta no puede evitar gemir como una perra, la simple idea de tener a Arno en su cuerpo gimiendo del placer y actuando de una forma tan sumisa le provocaba una erección cada mañana.

Decidieron hablarlo, al parecer ambos querían volver ese sueño realidad pero debido a la distancia no era posible así que Ara quito la prohibición sobre hacer actos sucios en el cuerpo del otro, dando así el reflorecimiento de un dulce amor de pareja entre ambos, cada mañana ambos se masturbaban con el cuerpo del otro, incluso intercambiaban nudes entre sí, Ara se masturbaba con las imágenes que recibía de Arno al igual que él lo hacía con las imágenes que recibía de Ara.

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Había pasado un año desde entonces, ambos se habían rendido en volver a cambiar y aceptaron sus nuevas vidas, pero no todo era malo, el padre de Ara había terminado su trabajo por lo que podrían volver a donde vivían antes, Arno estaba super feliz al escuchar eso y queriendo sorprender a Ara decidido no contárselo,

Ding dong

Tan pronto como se abrió la puerta Arno se lanzó contra Ara para recibirla con un apasionado beso. Después de eso ninguno dijo ni una sola palabra, ambos sabían lo que querían a aprovechando que los papás de Arno estaban trabajando, hicieron de las suyas, rápidamente fueron a la habitación de Arno y se quitaron la ropa.

Continuaron haciéndolo hasta caer rendidos, pero cuando despertaron a la mañana siguiente se llevaron una gran sorpresa, ambos habían vuelto a sus cuerpos originales… cosa que no los detuvo de volver a hacerlo pues ambos sentían curiosidad por lo que había sentido el otro la noche anterior.

Después de eso volvieron a ser una feliz pareja amorosa, con un poco más de acción en sus vidas diarias.