Convertido en la esposa de un cruel rey: Última conquista y el final de una venganza

El reino de Cadenas… Parecía un lugar abandonado por los mismos dioses y a la vez un increíble y trágico paisaje, todo lo que se podía ver solo podía ser descrito como un mar volcánico, había lava por todas partes, estructuras que indicaban que alguna vez hubo vida en este reino y los árboles, eran enormes y parecían una antorcha después de haberse consumido, todavía quedando brazas ardiendo, el camino tampoco fue sencillo, no había un camino estable, para no poner a mi equipo en peligro fui sola, le pedí a Ashley que se quedara en el campamento, lo mismo con Niki, Era un lugar bastante caluros, no se como la gente puede vivir aquí, si es que queda alguien.

Después de tres horas de caminar y saltar logre llegar al castillo, o lo que parecía serlo, estaba hundido.

Explore cada habitación hasta llegar al trono, fue ahí donde encontré a una sola persona comiendo alguna clase de fruto rojo…

Por fin llegas, me hiciste esperar demasiado Reina Jessica -dijo el chico sentado en el trono mientras comia la misteriosa fruta-

¿Quién eres y como sabes mi nombre? -pregunté-

Tranquila, soy Alex, príncipe de lo que alguna ves fue el glorioso reino de Cadenas ¿Podrías escuchar mi historia antes de continuar? -preguntó Alex-

… No tengo ningún problema, pero dime que es esa cosa que comes -respondí-

Lo nombre fruto del alma, al parecer solo crece en estas tierras, son dadas por aquellos arboles que viste, desconozco las razones, pero esta fruta ayuda al cuerpo a sobrevivir en los peores ambientes, deberías comer una, te ayudara a acostúmbrate al calor -explicó mientras me lanzaba una fruta del alma-

Realmente tenía sed así que mordí la fruta, era deliciosa, era como si un mango y una manzana hubieran tenido un hijo, también sentí como mi cuerpo se recuperaba del cansancio por el largo recorrido.

Continuando, este reino era rico en hierro, por lo que se ordeno la construcción de un castillo de hierro, así como casas de hierro para los habitantes, pero demasiado peso en la superficie hizo colapsar el suelo que había sido saqueado constantemente por el hierro, ese día todo celebraban la finalización del castillo, entonces sucedió, las casas y el castillo cayeron unos varios metros y la lava surgió, nadie en el reino estaba preparado por lo que cundió el pánico mucha, gente murió, entre ellos mi familia, otros lograron escapar, y yo, yo llevo aquí casi diez años, sobreviví de la extraña frutas de los árboles que se adaptaron al clima, la única razón por la que no han tomado este lugar es por la lava, pero estas aquí, aunque tendrás que vencerme si quieres reclamar este lugar como tuyo, descuida, peleare en las mismas condiciones que tú, así que dame una de esas pociones junto con la medicina que evita perder la fuerza después del cambio -dijo Alex después de contar su la historia de su reino-

¡¿Cómo es que?! -pregunte sorprendida-

¿Enserio pensaste que no lo iba a saber después de ver aquella enorme explosión y observar cómo noqueabas a los soldados enemigos sin dificultad alguna mientras ellos tenían problemas para cargar su espada? -respondió Alex con otra pregunta-

… Bien, si esa es tu voluntad -dije mientras sacaba una poción de transformación y la medicina para después lanzárselas-

Ahora explícame cómo funciona -dijo Alex-

Entonces tome otra medicina y otra poción frente a Alex quien se sorprendió al ver como cambiaba mi apariencia. Me convertí en una hermosa chica de pelo castaño.

Inmediatamente Alex siguió mis pasos e hizo lo mismo, él se convirtió en una chica de corto cabello negro. Mientras admiraba su nuevo cuerpo lo vi retirarse por un momento, me dijo que esperara, a los pocos minutos volvió, esta vez con una armadura que se adaptaba a su nueva forma y también una katana

Parece que estás lista… ¿De dónde sacaste esa armadura? -pregunté curiosa-

Oh, es de mis ancestros, eran simples sirvientes que escaparon de su tierra de origen estando encadenados, por eso el nombre del reino, no pensé que me fuera a quedar tan bien, por cierto ¿Puedo conservar mi nombre? -pregunto Alex gentilmente-

Bueno, ya que has sido tan amable conmigo, supongo que lo permitiré, además de que es un nombre para ambos géneros -respondí-

Ambas nos colocamos en posición de combate pero tan pronto como inicio fui noqueada por la empuñadura de su katana… Realmente me estaba enfrentando a un monstruo en forma de humano…

Cuando desperté me di cuenta de que estaba de nuevo en el campamente, me había tardado tanto que Ashley fue a buscarme y me encontró desmayada en el suelo junto a una nota de Alex, en ella decía que había tomado otra e las pociones que llevaba conmigo y del lugar, disfrutaba su vida libre de ordenes y se negaba a perderla, aprovechó nuestro encuentro para cambiar su apariencia y poder seguir viviendo libremente. También decía que cedía las tierras a mi nombre y mencionaba las cosas que podría encontrar en aquel castillo hundido.

Vaya, lo has hecho muy bien reina Jessica -decía un hombre-

¡¿Tú?! ¡¿Qué estás haciendo aquí?! -pregunté sorprendida al hombre que se le había concedido el título de alquimista real-

Solo viene a ver tan hermoso lugar y ver que experimentos puedo hacer con lo que encuentre… y también… Hablar sobre tu venganza -dijo el alquimista-

Rápidamente me abalance sobre él pero aun estando amenazado hablo tranquilamente y propuso algo bastante interesante….

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Estábamos devuelta en la ciudad principal del reino, todos estaban celebrando, yo, las princesas y Harold estábamos a punto de comer uno de los mejores platillos en todo el reino para después tener una noche orgásmica o ese era el plan, pero poco después de beber de su copa de vino Harold cayo profundamente dormido.

Después de eso le dimos la poción, se transformo en una rubia de cabello corto con buenos atributos, era bonita, lástima que la personalidad que tiene es despreciable, lo arrastramos al auditorio real, le quitamos su ropa y lo dejamos con una bonita ropa interior femenina.

Miren, la bella durmiente va despertando -dije señalando a Harold-

¿Eh? ¿Dónde estoy? ¡Ah! ¡Mi voz! ¡¿T-Tetas?! ¡Malditas perras que dia~ -gritaba Harold antes de se interrumpido por una bofetada-

Es hora de que Pages Harold, pagues por lo que nos hiciste -dije en un tono amenazante-

¡Tú, maldita perra! ¡En cuanto los guardias lleguen lo vas a lamentar! -gritó Harold furioso-

No van a llegar querida -dijo Karina-

De que están…  ¿Eh? Mis piernas ¡¿Por qué no siento mis piernas?! -gritaba Harold con un poco de angustia-

Bueno, es hora de que comience el show -dije retirando una cortina para revelar su interior- ¡Te presento el regalo especial de nuestro alquimista favorito!

Tres hombres fornidos e incapaces de pensar correctamente fueron revelados-

Saludos mi rey, espero que le guste mi regalo, son hombres que no han sido alimentados durante varios días, además de que también están influenciados por una potente droga que aumenta su deseo sexual y fortalece su físico, la cuestión es ¿Serás comido por ellos o lograras mantenerlos a raya satisfaciendo sus deseos carnales? Jajaja si logras sobrevivir al amanecer será liberado, aunque no podrás volver a a normalidad ¡Jajaja! ¡Oh querida Elizabeth! Que tu alma en el más allá se regocije con el castigo del tonto rey que te arrebato de mi lado y bendice a la reina Jessica por traer justicia ¡Pueden comenzar! -decía el alquimista a través de un altoparlante en la habitación-

Entonces los tres hombres se acercaron al indefenso Harold y uno de ellos le arranco la ropa con una mordida.

Por primera vez Harold sintió miedo en toda su vida, su confianza y su tono autoritario desaparecieron como sin nunca hubieran existido, a pesar de estar asqueado comenzó a trabajar los gruesos penes de las bestias ante él. Pronto uno de ellos lo penetro en su nueva vagina, fue magnifico verlo gritar de dolor, pero lo mejor de todo fue ver como después de la primera ronda ya estaba cansado.

¿Qué pasa cariño? ¿Ya estás cansado? -pregunté burlándome-

T-Tú… Esto no es… Nada -decía Harold con una respiración pesada-

Las bestias continuaron su trabajo, pero Harold al no poder seguirles el ritmo… termino siendo devorado…

¡Jajaja! Muchas gracias reina Jessica… ¡Muchísimas gracias por entregarme todo un reino! -decía el alquimista a través del altoparlante ahora con una voz femenina-

¡¿Qué?! -preguntamos todas confundidas-

Entonces nuevas puertas fueron reveladas y de ellas salieron más hombres iguales a los que acabaron con la vida de Harold, si no fuera poco, frascos alquímicos fueron arrojados de unas pequeñas compuertas y tan pronto como comencé a notar que el humo que soltaban estaba entumeciendo mis sentidos rompí uno de mis dedos para que el dolor despegara mi mente. Cada uno de ellos se abalanzó sobre cada una de nosotras, por suerte tenia a Ashley quien intercepto al mío, pronto todas las princesas estaban haciéndolo por su vida, lástima que Niki murió intentado defenderse, fue una rápida mordida a su cuello, si bien cada una de ellas estaba entrenada para dar el máximo placer el aroma de aquellos frascos estaba disminuyendo su capacidad para pensar claramente haciendo que también fueran mordidas en el intento. Solo tenia unos cuantos minutos antes de que fueran por mí, intente forzar la puerta principal pero estaba completamente bloqueada del otro lado, entonces mire las ventanas, trepe a lo mas alto de la habitación y rompí una ellas, realmente dolió. La vista y lo que me esperaba era una muerte segura, era una caída de más de 300 metros al agua, solo podía confiar en un frasco que siempre llevaba conmigo esperando su uso cuando llevara a cabo mi venganza, pero al recibir el favor del alquimista pude conservarlo.

Salte sin dudar…

Gran parte de mis huesos se rompieron en la caída, de alguna forma logre mantener la conciencia, llegar al borde del rio y tomar la poción poco antes de volverla a perder…

Volví a despertar, esta vez por la sensación de ahogamiento, estaba a nada de ahogarme en el rio, Sali a la superficie, estaba algo retirado del castillo, podía ver como salía humo de la ventana por la que había escapado. Cansada, me dirigí al único lugar donde posiblemente seria bien recibida. La casa de Amber, desarreglé mis ropas y me dirigí hacia su casa.

A duras penas logré llegar, pero me desmayé a unos cuantos metros de la entrada, lo último que vi fue a Amber corriendo hacia mí. 

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Había estado en cama durante cuatro días, cuando me desperté vi por primera vez mi nueva apariencia, era una albina.

Amber me puso al tanto de lo que había sucedido, según las noticas, la ahora exreina Jessica había conspirado junto con las demás princesas contra el rey Harold pero el logro salir vivo a cambio de su hombría, creyendo el hecho de que había matado a todas la princesas en ese pequeño cuerpo ningún guardia se atrevió a desobedecerlo, también había anunciado que ser una mujer no lo detendría de seguir reinando, solo que ahora como la única reina, que no debía preocuparse por herederos pues tenía a sus dos pequeños hijos… ¡Ese alquimista hijo de puta había usurpado la identidad de Harold!... También, aceptando su nuevo papel como mujer ordeno que dejaran de referirse a él como Harold, su nuevo nombre seria Elizabeth.

El tiempo paso, yo comencé a vivir como la sirvienta de Amber, mi historia era que fui dada por la misma exreina y en honor a ella me dieron el mismo nombre, a pesar de querer cobrarle a ese alquimista, no tenia los medios ni la fuerza, mi arduo entrenamiento desapareció en el momento que bebí mi última poción, ahora solo era una débil chica albina de ojos dorados que se dedicaba a ayudar a su ama en todo lo que necesitara, Amber realmente era muy amable conmigo… incluso compartió a su esposo, el secreto de mi pasado solo quedo entre ella y yo, seria muy incomodo para Arturo saber que se esta cogiendo a su antigua capitana... La antigua capitana que rechazó, justo ahora estamos tomando una ducha mientras él recibe un trabajo de tetas por parte de ambas, debo de admitir que su pene era mejor que el de Harold.

En cuanto al reino, odio admitirlo, pero ese alquimista esta haciendo un buen trabajo, incluso redujo el mes del sexo a solo un día, redujo los impuestos, mejoro los hospitales y las escuelas, todos pensaban que el que se hubiera vuelto una mujer lo había convertido en una persona mas bondadosa, pero la realidad era que quien reinaba no era el verdadero Harold.

Y esa es mi historia, a pesar de haber caído en lo mas bajo, creo que es lo mejor que me pudo pasar, Amber se ha vuelto como una hermana para mí, incluso planeo que tuviéramos hijos de Arturo ambas al mismo tiempo, ella realmente nos ama mucho, a mí y a su… nuestro esposo, si, soy una sirvienta, y también soy la segunda esposa de Arturo.

Esta es mi nueva vida y planeo disfrutarla hasta que acabe.

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Este es el final de la historia de las conquistas, espero que les haya encantado y muchas gracias por leer, mas tarde anunciaré el siguiente gran proyecto que tengo en mente y como pueden participar, también, a aquellos que esperan la traducción de la novela... resistan unos días más pues será la siguiente entrada después del anuncio del proyecto.