Convertido en la esposa de un cruel rey: Cuarta conquista

 

Durante el tiempo que estuve inconsciente, recordé el inicio de todo, cómo mi familia me entregó ante mi rey, recordé el presenciar cómo fueron asesinados sin poder hacer nada, el mal trato que me dieron, ser rociada por su esperma, estar atada a un poste, ser cogida por mi boca y mi ano por distintos hombres durante varios días sin poder descansar ¡Lo recordaba todo maldita sea! Una chispa empezó a arder en mi interior, un fuerte deseo de hacerle pagar a mi estúpido e inhumano rey, mi cuerpo estaba sediento ¡Tenia una sed de venganza!

Mmm -gemí somnolienta-

No sé cuánto tiempo había pasado, pero finalmente fui despertada por la sensación de algo grande entrando en mi vagina, espero no sea su estúpido trozo de carne.

¡Mmm! ¡Mmm! -intentaba gritar al ver que tenia un enorme tubo entrando en mi vagina-

Lo siento ama Jessica… son órdenes del rey -dijo quien sostenía aquel tubo-

Inmediatamente reconocí a esa mujer, era Ashley, por alguna razón su rostro expresaba tristeza, como si estuviera preocupada.

Finalmente despertaste cariño -dijo la voz de un hombre-

¡Mmm! -gire la cabeza para poder ver de quien provenía esa voz tan familiar, era ese estúpido rey, mi esposo, Harold, habiendo recordando todo lo que me hizo no pude evitar mirarlo con ira.

Tranquila cariño, se que no me haz visto en un buen tiempo comprendo que estés enojada, pasar tanto tiempo lejos sin mi pene debió estresarte mucho, pero ya paso, voy a cumplir con lo que te prometí, voy a darte un placer inolvidable, enciende la máquina Ashley -dijo Harold-

Si amo Harold… -respondió Ashley mientras presionaba el interruptor de la máquina-

Tan pronto como se encendió pude sentir como algo liquido se deslizaba por mi vagina hasta llegar a mi útero y llenarlo al punto de empezar a ser expulsado, entonces comencé a sentirme rara, mi cuerpo estaba más caliente de lo habitual, mi ira fue apaciguada por el placer, mis ojos llenos de furia fueron remplazados por unos llenos de deseo.

¿Qué… me hiciste? -pregunte con una respiración agitada-

No es nada, solo aumente tu sensibilidad y tu libido con un potente afrodisiaco hecho por nuestro alquimista favorito, te dije que te daría un placer inolvidable ¿No es así? -decía Harold mostrando una sonrisa en su rostro-

Entonces el tubo del afrodisiaco fue retirado dejando salir un chorro de este junto con mis jugos vaginales, no lo podía creer, me vine de solo sentir como se deslizaba esa cosa.

¡Jaja! Ah, realmente extrañe tenerte, a pesar de hacerlo con Pam en distintos cuerpos no se comparaban con el placer que me dabas sin importar tu figura… Por cierto, hay algo más… Estás embarazada de Ashley… ¿Qué vas a hacer con ese bebe? -pregunto Harold con un rostro sombrío-

Voy a… Voy a tenerlo -respondí-

Estar bajo los efectos del afrodisiaco no me dejó pensar con claridad, de haberlo hecho hubiera pensado mejor mi respuesta.

Entonces… déjame… darte… ¡Mi bendición! -dijo Haroldo con ira mientas alzaba sus puños-

Fui golpeada en mi vientre varias veces por sus poderosas manos masculinas, a pesar de ser doloroso no podía sentirlo pues el afrodisiaco transformaba toda sensación en placer, quería matarlo, pero no tenia fuerzas ni siquiera para suplicar para que se detuviera.

Eso debería ser suficiente ¡Doctor! ¡Venga a terminar el resto! -grito Harold-

Unas cortinas en la habitación fueron movidas, revelando así a un cirujano y equipo especializado para situaciones de parto.

En ese momento me hicieron abortar… ¡Lo matare! ¡Me las pagara!

Días después fui colgada en un poste de la plaza principal, mi cometido fue anunciado, había sido embarazada por otro hombre, algo que el estúpido de Harold no podía aceptar, al parecer Ashley le había contado de lo que hice con ella así que la escoria de Harold quiso que experimentara los mismos tratos, durante un mes estaría atada, mi única comida sería el semen de los habitantes, podían insultarme o escupirme, pero no golpearme. Tuve suerte de que Ashley tenia una fuerte lealtad hacia mi y me llevaba algo de comida, también agradezco a esa hermosa rubia desconocida que me llevaba comida de vez en cuando, al parecer ella estaba agradecida conmigo pues había cambiado totalmente su vida, podría haberla incluido al harem pero rechazo mi invitación, dijo que era feliz con su esposo e hijos, tengo que admitir que sentía algo de envidia al escuchar tales palabras. Me asegurare de recompensarla cuando tome la vida de ese rey estúpido.

Termino el mes de castigo, fui recogida y escoltada desnuda por los guardias al castillo ¡Ese estúpido rey ni siquiera se tomó la molestia de recibirme! Aunque tampoco quería que me viera en tal desagradable aspecto ¡Apestaba a semen! Los guardias me bañaron con un balde de agua fría y me dieron otra de las pociones del alquimista, al parecer el idiota de Harold no quería verme está figura nunca más, esta vez me transformé en una tetona de cabello morado, los guardas me dijeron que el rey estaba en el balneario real, entonces me dirigí para “disculparme” por mi estupidez, era eso o volver a ser castigada, pero no importa todo el mes que estuve atada fue más que suficiente para planear mi venganza, necesitaba aliados… o aliadas… necesitaba poner a las princesas de mi lado, Pam no era un problema y Ashley ya estaba bajo mis ordenes, pero tenerlas a ellas dos no era suficiente, ocupaba más, y ocupaba ganarme al reino, en especial a los caballeros, haría todo lo que estuviese en mis manos para arrebatarle todo lo que pertenece a la basura de Harold.

Llegue a la entrada del balneario, tuve que calmarme y mentalizarme como la esposa caliente y sumisa que era antes, entonces abrí la puerta, pero me encontré a Harold cogiendo con otra mujer totalmente distinta, posiblemente sea Pam, pues el aspecto de Ashley ya lo conocía por las veces que me llevaba comida.

¡Ahh! ¡Siii! ¡Dame más duro! ¡Destrózame como la perra que soy! -gritaba la bella morena bastante excitada-

¿Cariño? ¿Quién es ella? ¿Es Pam? -pregunte curiosa-

¡Oh Querida! Ella es Karina ¡Mmm! La nueva reina Cetonia -respondió Harold-

¿Reina? ¡Pero si la reina soy yo! -grité-

¡Ya no maaas! Ahora ese lugar me ¡Ahh! pertenece Jessy bebe… Pero noooh te preocupes ¡Mmm! todavía puedes ser una princesa ¡Jajajaaaahh! -decía Karina mientras gemía del placer-

No podía creerlo, esa perra me había robado mi lugar durante mi ausencia, maldita puta, ella también caerá con ese tonto, solo tengo que tomarlo de nuevo… si eso es, solo debo tomarlo de nuevo y luego matare a esta perra.

Quería discutir de esto con Harold, pero con su mirada me dijo que me retira, quería negarme, pero siendo solo yo y habiendo experimentado tal humillación contuve mi ira y me dirigí a mi habitación, o eso pensé pues con la llegada de Karina mis pertenencias fueron movidas a otro lugar, ahora compartiría habitación con Pam y Ashley, estaba en la habitación de las princesas, había sido reducida a una mera princesa.

Por fin llego la noche, Harold entro la habitación y comenzó a hacerlo con Pam y Ashley ¡Ese hijo de puta me seguía castigando! A pesar de odiarlo quería ser penetrada por su pene pero solo me permitía jugar con mis dedos mientras veía tal espectáculo, también me explico la situación de Karina, al parecer era de un reino vecino cuyo príncipe mato a su propia familia y la ofreció en tributo como símbolo de sumisión hace dos semanas, A Harold le encantaban los ojos ambiciosos que veía por lo que le ofreció la poción del alquimista, la cual acepto sin dudar y fue convertido en aquella hermosura, incluso le dio la libertad de autonombrarse y se entrego a Harold como Karina, la nueva reina de Cetonia.

Tuve que fingir sorpresa, por un simple error había perdido mi lugar, no podía estar más contenta, una vez se vino en ellas y me explico lo anterior se marcho

¡Ese malagradecido!… ¡¿Le consigo un reino y así me lo agradece?! ¡Juro que te matare!

Sin nada mas que mis dedos para consolarme, me masturbe hasta caer dormida.

Llego la mañana, me levante temprano para despertar a Harold con una mamada como solía hacerlo antes pero al abrir la muerta sucedió lo que me temía

¡Mmm! Querido te viniste bastante -decia Karina mientras recibía la carga de semen caliente sobre sus tetas-

Es por tu técnica querida, es mucho mejor que la de la reina anterior -decía Harold con una sonrisa mientras me veía entrar a la habitación-

Lamento interrumpir su sesión… solo venia por mi dosis del dulce néctar de mi rey -dije intentando contener mi ira-

¡Oh! Por cierto, Jessy bebe, felicidades, serás capitana de caballería para las siguientes conquistas -dijo Karina con una vil sonrisa en su rostro-

¡¿Y por qué haría eso?! -pregunte enojada-

Lo harás si quieres recuperar tu posición como reina -dijo Harold con un tono autoritario-

¡Querido no la intimides! Mejor explícale para que pueda entender -sugirió Karina-

Veras Jessica. Karina y yo estamos orgullosos con tu trabajo en lo que alguna vez fue Murad, por lo que pensamos que harías un excelente trabajo dirigiendo la caballería, entonces pensamos cuanto tiempo te tomaría conquistar varios reinos, cada quien tenia distintos números, por lo que queremos comprobar tus capacidades, y si Karina se llega a equivocar por tan siquiera un día, entonces ella te devolverá el titulo de Reina -explico Harold-

Sabía que tomaría tiempo, pero seria una excelente oportunidad para preparar mi venganza y recuperar mi lugar, pero…

Pero, yo no sé luchar, ni siquiera puedo empuñar una espada -respondí-

No te preocupes por eso, no seriamos tan crueles como para mandarte a la guerra sin entrenamiento, un año, te prepararemos durante un año -dijo Karina-

… Acepto… pero dejen que Ashley venga conmigo-dije-

Sin más preámbulo comenzó mi entrenamiento, fue un infierno, durante un año pase por un entrenamiento físico infernal para una mujer común, de no ser por las medicinas del alquimista y sus potenciadores sería imposible poder terminar bien, incluso fue beneficioso para él pues logro modificar la poción de transformación alterando solo la apariencia y evitando que se perdieran los esfuerzo de mi entrenamiento, cosa que fue probada en Ashley, al parecer tendría esta figura hasta por lo menos haber conquistado un reino, también recibí entrenamiento en conocimientos militares y tácticos, no había conocimiento alguno sobre el campo de batalla que no conociera.

El mejor atributo de mi cuerpo era la agilidad (aunque mis pechos eran un poco molestos) por lo que una espada ligera fue mi mejor opción, aunque después recibí un regalo de Karina, dijo que en su exreino lo conocían como ”Katana” era una espada de un solo filo pero este estaba bien afilado, a pesar de mostrar un poco de disgusto hacia ella no puede evitar agradecerle.

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Era la última noche antes de iniciar mis días como capitana de caballería me estaba arreglando para partir, entonces entro Karina a la habitación.

¿Qué haces aquí Karina? ¿No deberías estar complaciendo a nuestro dulce rey? -pregunte irritada-

Reina Karina... ¿Podemos hablar? -preguntó Karina tranquilamente-

… ¿Sobre que quieres hablar? -pregunte un poco más calmada-

Deberías dejar de verme como tu enemiga y empezar a verme como tu aliada -dijo Karina-

¿A-A que te refieres? -pregunte sorprendida-

No te hagas la tonta, se de tus deseos de venganza, acaso crees que no me entere de las visitas nocturnas de Ashley durante tu penitencia, escuche todo lo que dijiste una de esas noches -respondió Karina con mucha confianza-

¡¿Por qué tu?! -grité-

Tranquila, como te dije, soy tu aliada, pues ambas… o debería decir ambos… sabes a lo que me refiero. Tenemos un objetivo casi en común, yo quiero su poder y tu quieres matarlo ¿No es una buena combinación? -preguntaba Karina-

¿Por qué debería creerte, solo me has estado perjudicando? -pregunte enojada-

¡¿Perjudicarte?! ¡No seas tonta Jessy bebe! ¡Si te he estado ayudando bastante! Solo piénsalo ¿Cómo te seria posible planear tu venganza y conseguir aleados si estuvieras todo el tiempo encerrada en el castillo? -respondió Karina-

Con esa pregunta los engranes en mi mente hicieron clic, pensé que Karina quería exiliarme, pero en su lugar me estaba ayudando… bastante avergonzada extendí mi mano en señal de amistad, estaba sonrojada de la vergüenza mientras ella mostraba una linda sonrisa y después de aquel apretón de manos Karina se retiró.

Llego la mañana, todo mi equipo estaba listo, solo debía salir de mi habitación y subir a mi caballo, pero antes de poder salir fui bloqueada por Harold.

Tengo que admitir que te ves hermosa en esas ropas -dijo Harold-

¿Enserio?... Y ¿Por qué estás aquí? -pregunte-

¿Acaso un rey no puede preocuparse por una de sus princesas? -respondió mientras miraba mis senos-

Ya veo por donde va esto, quien diría que extrañarías estos -dije mientras desacomodaba mi traje revelando mis pechos-

¡Ja! Tengo los de Karina, y son mucho mejores que los tuyos -dijo Harold burlándose-

Guardando mi ira, arreglé mi vestimenta, salí de la habitación, me dirigí a mi caballo y partí hacia mi primer objetivo, solo espera Harold ¡Tu vida será mía!


Comentarios

  1. Me encantó esta parte, cada vez está más buena la historia, me muero por saber Que pasa en la siguiente parte, también me encantó el detalle de la rubia misteriosa, sé quién es un fue un bonito agregado, ya me gustaba cuando iban de chica en chica para formar su arem pero que ahora Jesica quería vengarse, simplemente es una gran historia que me encanta y ojalá la puedas continuar ❤️

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    1. Me alegra que te guste, ten por seguro que continuará

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  2. Muy buena historia continua asi siempre es entretenido de leer actualiza pronto por favor

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    1. Gracias me alegra que te guste, la siguiente parte será tardada porque está continuar con la traducción de la novela y la uni, principalmente la uni

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