En el cuerpo de la madre de la chica que me gusta

Segunda petición y primer historia donde uso actores en lugar de personajes de anime, esto se debe al gran apoyo que recibí por parte de esa persona y petición de esta, Realmente te lo agradezco bastante. Espero te guste

Él es Orlando, un Godínez de 31 años que gana lo suficiente para tener una vida estable, está enamorado de Ana de 38, su vecina de al lado que vive con su madre, Vivian, que a pesar de tener 58 años disfruta de usar ropa poca adecuada para su edad, ropa ajustada, vestidos, prendas que revelen su escote, etc. Aunque Ana le pide que deje de vestirse de esa manera Vivian responde diciendo que todavía es joven y que no puede dejar que su gran figura se desperdicie, y tenía razón, sin importar su edad Vivian podía aparentar ser unos años más joven.

Orlando se enamoró de Ana desde el primer día que se mudó, pero pensaba para sí mismo que no era suficiente para ella pues tal belleza no aceptaría salir con un simple Godínez.

Por otro lado, Ana se había mudado justamente al lado del departamento de Orlando porque la renta era barata, además de haber tenido problemas en su matrimonio. Siendo la principal razón que a su exesposo no le agradaba la idea de compartir casa con su suegra, Ana amaba mucho a su madre pues ella la había criado sola desde que su padre falleció por lo que se negaba rotundamente a echarla de la casa.

A pesar de tener un buen puesto en el área de ventas de una pequeña compañía a Ana no le gustaba derrochar el dinero e intentaba ahorrar siempre que podía, todo iba a una cuenta bancaria pues pensaba que si algo le llegaba a pasar nadie estaría para cuidar a su madre.

Vivian sabía que su hija la apreciaba y valoraba demasiado, al punto de hacer cualquier cosa por ella, pero esto le preocupaba pues sabía que, si seguía así, su hija nunca podría encontrar la felicidad, por esta razón siempre se arreglaba para lucir joven pues era su manera de decirle a su hija que no se preocupara demasiado por ella y que disfrutara su vida, pero solo hacía que Ana se preocupara todavía más…

Era domingo de tarde como cualquier otro día, Orlando e Ana habían salido de sus respectivos trabajos por lo que se encontraron en el ascensor de los departamentos.

Ho-hola… -saludo Orlando bastante nervioso-

¡Hola! Debes ser… Oscar… Omar, Osi.… -decía Ana intentado recordar su nombre-

¡Or-Orlando! ¡S-soy O-Orlando! -respondió bastante nervioso-

¡Oh si! Eres el vecino de abajo, oye ¿Podrías bajarle a tu música de vez en cuando? Molesta de demasiado a mi mamá -decía Ana-

Es el de abajo… -respondió Orlando susurrando-

No te escuche ¿Podrías repetirlo? -pregunto Ana-

¡Ah! Es… ¡Es el de abajo! Jaja yo soy tu vecino de al lado jaja -respondió bastante nervioso-

¿Te encuentras bien? Estas sudando bastante -preguntaba Ana algo preocupada-

¡SI! ¡ESTOY BIEN! -grito Orlando al ver tan cerca de él a Ana-

Finalmente, el ascensor abrió sus puertas y Orlando bastante avergonzado salió corriendo hacia su departamento, Ana solo pudo reaccionar sorprendida y algo confundida. Orlando muerto de la pena solo pudo recostarse en su cama y lamentar no poder actuar de mejor manera.

(Como pensaba, no soy bueno para ella ¡Ni siquiera sabía mi nombre! ¡O que soy su vecino! Tal vez si tuviera un mejor puesto tendría, aunque sea una oportunidad… desearía poder ser más cercano a ella…)

Con todo es en mente Orlando cayo dormido, solo para llevarse una gran sorpresa cuando estaba a punto de controlar su erección matutina…

(¿Eh?)

Orlando abrió los ojos solo para notar que estaba desnudo, había dos bultos de carne en su pecho y su amiguito no estaba. 

(¿Qué demonios? ¿Dónde está mi pene? ¿Tetas? ¿Tengo tetas? ¿Qué está pasando?)

Mientras Orlando seguía aturdido por el hecho de estar en un cuerpo totalmente desconocido hasta que escuchó una voz algo familiar.

¡Mamá! ¡Ya me voy! ¡Te deje dinero en la mesa por si llegas a salir! -gritaba una mujer-

(¿Mamá?)

Se escucho el portazo de aquella mujer saliendo y finalmente Orlando se percató de que no estaba en su habitación, queriendo saber que había pasada se acercó al espejo en la habitación solo para ver una figura conocida, la madre de Ana, Vivian.

(¡¿Qué?!)

Orlando estaba impactado por lo que mostraba el espejo, pensó que era una broma hasta que empezó a ver que su reflejo seguía exactamente cada movimiento que hacía, incluso se golpeó las mejillas con las palmas de sus manos, al parecer todo era real, pero antes de poder seguir procesando lo que había pasado fue interrumpido por el golpe de la puerta principal… quiso vestirse, pero todo lo que había era ropa ajustada y reveladora por lo que tomo una bata que encontró entre el montón y rápidamente bajo a abrir. Pero fue aturdido por lo que vio.

Hola Orlando -saludo la persona frente a el-

¿Y-Yo? ¿Qué hago enfrente de mí? ¿Quién eres? -preguntaba Orlando algo aturdido-

Soy Vivian, la dueña del cuerpo en el que estas… deberías amarrar bien tu bata -dijo Vivian al ver como el mal nudo se deshacía dejando ver sus antiguos pechos-

¡P-Perdón! -respondió Orlando mientras los ocultaba sosteniendo su bata-

Vallamos a mi habitación, deja que te arregle -dijo Vivian-

Orlando fue sujetado de la mano por su antiguo cuerpo y arrastrado a la habitación de la que venía para poco después ser sujetado con fuerza por Vivian en su cuerpo.

¡Escúchame bien niño! Se que estas detrás de mi hija, pero no tienes el valor para dar el primer paso, no sé cómo lo hiciste, pero nos cambiaste de cuerpos y eso me da a entender que querías el cuerpo de mi hija, pero te equivocaste, ahora, no quiero tu patética vida ¿Crees que voy a renunciar al hermoso cuidado que me da mi hija o que voy a aceptar hacer tu trabajo? Pues te equivocas, esto es lo que haremos, tu vivirás mi estilo de vida mientras yo tomo esas vacaciones pagas que no has tomado en años -decía Vivian de manera amenazante-

¡¿Cómo sabes de eso?! -preguntaba sorprendido Orlando-

Niño, es difícil esconder secretos a una mujer, continuando, mi rutina es ir al gimnasio para cuidar mi figura, después salgo con mis amigas y finalmente regreso a casa temprano, así que vamos a cambiarte -explico Vivian-


Un vestido negro con escote le fue puesto junto a unos aretes, Orlando se sentía bastante avergonzado, pero solo podía sonreír ante Vivian pues tenía miedo de ser golpeado o algo peor.

¡Me veo perfecta! Bueno, te ves -decía Vivian riéndose un poco del pobre Orlando-

¿Realmente tengo que usar esto? -Pregunto-

Por supuesto que sí, bueno ahora me retiro a tu departamento, buscare una forma de revertir esto también, como forma de agradecimiento, te ayudare a llegar más lejos con Ana, pero después de volver el resto depende de ti niño ¡No me decepciones! -dijo Vivian-

Inmediatamente se fue Vivian, Orlando se quitó aquel vestido pues se negaba a vestir algo tan poco varonil, además de que no le gustaba la sensación que le daba aquel vestido ni el aire que entraba por su entrepierna, buscando logro encontrar algo menos femenino, una camiseta blanca y unos jeans, puesto eso fue al gimnasio, pero no pudo evitar querer irse al ver el cambio de ropa que le había dejado Vivian, un conjunto deportivo bastante revelador así que pensando en el favor que le haría Vivian con su hija esperando que fuera suficiente para soportar el molesto movimiento se sus nuevos pechos y la presión que sentía por tan ajustada ropa y comenzó a practicar.

Finalmente termino y procedió a darse una ducha, estando avergonzado por aquel traje se dio una ducha rápida y se cambió de ropa para después irse con las amigas de Vivian.

Por otro lado, Vivian en el cuerpo de Orlando comenzó por investigar un poco más acerca de él, pues lo que descubrió en el intervalo que despertó y fue a reunirse con su cuerpo no había sido suficiente, quería asegurarse de que Orlando era un buen partido para su hija y para su sorpresa encontró su cuenta bancaria la cual contenía una gran cantidad de dinero suficiente para dos generaciones

Parece que este niño sabe ahorrar -decía Vivian para sí misma-

Con esto no tenía duda alguna de que su hija se había sacado la lotería ahora solo tenía que acercarlos, también comenzó a investigar formas de volver a la normalidad… no sin antes aprender a usar una computadora, por suerte su celular podía ver tutoriales sobre qué hacer.

Una vez que Orlando llego con las amigas de Vivian comenzaron a platicar

¡Ay amiga! ¡Cuéntanos! ¡¿Que has hecho estos días?! -preguntaba una-

N-Nada, ya saben, vivir con mi ya saben, hija, ir al gym, no mucho -decía Orlando sin saber de qué hablar-

¿Todavía sigue soltera? ¿Qué paso con ese chico? Ya sabes el vecino, el Godínez ese -preguntaba la otra-

Es muy tímido -se limitó a responder Orlando-

¡Jajaja! ¡Si sigue así se la van a ganar! ¡Debería darse prisa!

Orlando no sabía que les había contado Vivian de él a sus amigas, pero al parecer le tenían el visto bueno

Oye Vivian ¿Y eso que no traes tu vestido esos ajustados de siempre? -pregunto una-

¡Ah! Es solo que… ¡Quería cambiar la rutina! -dijo algo nervioso-

Ya veo… igual te queda bien lo que traes -dijo la otra-

Continuaron charlando hasta llegar la tarde por lo que cada una se fue a su casa, justo como le había dicho Vivian, Orlando llego mucho antes que Ana por lo que fue a su departamento, la puerta estaba abierta así que entro sin tocar, cosa de la que se arrepintió pues encontró a Vivian en pleno acto.

¡¿Pero qué estás haciendo?! -gritó Orlando furioso-

¡Oh cállate! ¡Tú ya viste mi cuerpo desnudo! No veo por qué yo no pueda -respondió Vivian-

¡Si, pero yo no me he masturbado! -gritaba Orlando-

¡Eso se puede arreglar! -dijo Vivian acercándose a Orlando-

¡Hey! ¡Pero que! ¡Suéltame! -dijo Orlando- 

¡Cállate! Tú me desobedeciste primero, si te puse un sexi vestido entonces explica por qué traes tan aburrida vestimenta -reclamaba Vivian-

Con su nueva fuerza Vivian comenzó a desvestir a Orlando quien le rogaba que se detuviera, pero era inútil pronto experimentaría el placer femenino por la fuerza

¡No! ¡Por favor! ¡Basta! ¡Recuerda que tenemos que volver la normalidad! -suplicaba Orlando-

¡Eso estoy haciendo! ¡Esa pagina decía que debemos hacerlo si queremos volver a cambiar! -respondió Vivian-

¡¿Qué?! -pregunto Orlando sorprendido-

Orlando quiso decir algo más per se quedo sin palabras al sentir como su antiguo pene se clavaba en su nueva vagina

¡Ahhh! ¡Sácalo! ¡Sácalo por favor! ¡Ah! -suplicaba Orlando mientras gemía por el nuevo placer que estaba experimentando-

Descuida, después de mi menopausia no hay manera de que quede embarazada, además después de que me venga volveremos a cambiar -explico Vivian- ¡Así que déjate llevar!

¡No! ¡aaahhhh! ¡No debería estar disfrutando esto! ¡Aahhhh! ¡Baaasta! ¡¿Cómo puedes hacerle esto a tu propio cuerpo?! -decía Orlando entre gemidos-

Es porque es ni cuerpo que puedo hacerlo ¡Mmm! Mira, incluso mi vagina se puso apretada ¡Realmente lo estas disfrutando! Creo que me voy a ¡Venir!  -decía Vivian-

¡Nooooo! ¡Aahhhhh!

Finalmente, Vivian se vino con su nuevo órgano masculino en su antigua vagina, pero no paso absolutamente nada.

Tch ¿Qué estamos haciendo mal? No importa… creo que podría acostúmbrame a esto ¿Estás bien niño? -preguntaba Vivian-

¡Claro que… no! ¡Fui v-violado por… mi antiguo cuerpo! ¡¿Cómo se supone que… voy a estar bien?! -decía Orlando con una respiración irregular-

Después de eso ambos acordaron no decirle nada a Ana pues Vivian sabía que no terminaría bien, aunque también uso esto a su favor para poder volver a coger con su antiguo cuerpo, sin poder objetar Orlando se retiró al departamento de Vivian con el semen de su antiguo cuerpo todavía chorreando en su entrepierna, asqueado decido darse un baño mientras pensaba en como regresar a su cuerpo. Y así dio inicio a sus nuevas rutinas.

Esa noche Orlando o podía dormir pues todavía recordaba el inmenso placer que le había dado su antiguo pene, a pesar de sentir asco en aquel momento no podía negar que también lo disfruto, una sensación de hormigueo estaba invadiendo su vagina.

Rayos… siento calor ahí abajo… sé que no debería… al diablo, Vivian hizo lo mismo en mi cuerpo -dijo Orlando para si mismo-

Entonces Orlando comenzó a manosear sus tetas las cuales le estaban dando un poco de placer y aumentando aquella cálida sensación en su vagina y con una mano lentamente se fue dirigiendo a esta.

¡Ah! Se siente genial… Creo que voy ¡aahhh!

Orlando se vino con solo sus dedos, pero sentía que algo le faltaba y aunque él sabía que era prefirió negarlo.

Orlando en el cuerpo de Vivian iba al gimnasio para cuidar su figura y regresaba a su casa o salía con sus amigas mientras que Vivian en el cuerpo de Orlando se quedaba en su casa aprovechando sus vacaciones, también aprovechaba conocer a su hija para coquetear con ella y formar una relación, el único cambio drástico que hubo en la rutina de ambos fue que por las tardes Vivian llamaba a Orlando para hacerlo, además de que lo obligaba a usar vestidos bastante reveladores y ajustados, cosa que le disgustaba bastante a Orlando.

Finalmente llego el fin de semana, al parecer era en estos días donde Ana y su madre pasan su tiempo juntas, Orlando estaba muy feliz pues era lo mas cerca que podía estar de Ana o era así hasta que Ana comenzó ha contarle un pequeño asunto mientras estaban abrazadas viendo una película

Oye mamá ¿Recuerdas al vecino de al lado? -pregunto Ana-

S-Si… ¿Qué pasa con el cariño? -pregunto Orlando algo preocupado-

Bueno… quiero saber qué piensas de él… -respondió Ana-

Bueno… Pienso que es un buen chico… Y creo que le gustas -dijo Orlando-

Si… yo también pienso lo mismo… Y también me gusta jaja… -respondió Ana-

Ah… Eso es… bueno… deberían comenzar a salir -sugirió Orlando-

Si… sobre eso… ya estamos saliendo…

Al escuchar esto Orlando quedo impactado pues nunca espero que en menos de una semana Ana estuviera con él, o bueno su antiguo cuerpo, solo pudo abrazarla y felicitarla. Con esto en mente se apresuró a encontrar la forma de volver, pero a pesar de haber probado amuletos, rituales, objetos “mágicos”, brujería ninguno era efectivo. No fue hasta que contacto una bruja que le explico su situación, al parecer un de “los grandes” decidió cumplir algún deseo suyo relacionado con Ana, también explico que la voluntad de “los grandes” no es algo que se pueda deshacer. Explicado todo lo anterior la esperanza de volver a su cuerpo y tener una relación con Ana desapareció por completo, no le quedo más que resignarse a vivir como la madre de la mujer que alguna vez amo como mujer pues ya no era capaz de verla así, ahora la veía como su dulce y única hija con la quien estaba compartiendo novio sin que ella lo supiera pues a Vivian disfrutaba de coger con su antiguo cuerpo.

Habían pasado dos meses desde el intercambio y un mes desde resignación de Orlando, Tuvo que adaptarse a su nueva vida todavía se negaba a vestir los sexis atuendos de Vivian aunque ella lo obligaba a ponérselos si quería coger y él no podía negarse pues habiendo cedido al placer femenino y los deseos carnales de su cuerpo desarrolló una gran adicción a su antiguo pene, incluso hizo algo que nunca pensó hacer al principio, una mamada, tanta era su lujuria que cuando Ana cogía con su antiguo cuerpo Orlando escuchaba a través de la pared y se masturbaba con los fuertes gemidos que dejaba salir Ana mientras era penetrada por el pene de Vivian.

Todo iba bien en sus pacificas vidas hasta que un día Ana regreso temprano del trabajo y encontró a su novio haciéndolo con su madre

¡¿Pero qué están haciendo?! -gritó Ana-

¡Cariño! ¡Ah! ¡Te lo podemos explicar! -dijo Orlando-

¡No hay nada que explicar! ¡Es bastante obvio! ¡Lo están haciendo!... ¡Sin mí! -gritó Ana mientras se empezaba e desvestir-

¡¿Qué?! -dijeron Orlando y Vivian confundidos-

Sin decir nada Ana se sentó en el rostro de Vivian y le dijo que la lamiera mientras comenzaba a manosear las tetas de Orlando quien se encontraba confundido y perdido en el placer que estaba recibiendo por parte de su antiguo pene y las manos de Ana

Te amo mamá… Te he amado desde hace mucho… pero tenía miedo de decírtelo… tenía miedo de que me abandonamnn -decía Ana quien fue interrumpida por un apasionado beso de lengua de Orlando-

Niña tonta, ¡Ah! Yo te veo solo como mi hija ¡Mmm! pero si quieres ir más allá de esa relación… ¡Ahh! entonces yo la aceptare de con todo mi corazón -dijo Orlando después de darle aquel beso gimiendo por el placer de ser penetrada-

Después de tan salvaje sesión Ana explico mejor la situación, al parecer ella quería tener un trio con su madre y su exesposo, pero este se negó, la tacho de enferma y la insulto a mas no poder, siendo esta la causa principal del divorcio, por eso seguía con su madre, pues era un amor tan grande que no quería separarse de ella hasta que conoció mejor a Orlando siendo su madre quien estaba en ese cuerpo, Vivian le dio amor y comprensión y algún día planeaba comentarle su pequeño sueño pero no esperaba encontrar a su amada madre y a su querido novio haciéndolo, estaba tan feliz de poder cumplir su fantasía que no le importo desde cuando estuvieran haciéndolo ellos dos y salto directamente a la acción. Desde entonces ellos tres viven una vida llena de lujuria. Incluso Orlando se acostumbró a usar aquellos sexis vestidos de Vivian.

Ha pasado un año desde que comenzó su triángulo amoroso, Orlando vive felizmente como Vivian y su vida libre de trabajo, va al gimnasio para mantener su figura, platica con las qua ahora son sus amigas y usa vestidos sexis y reveladores, Vivian en su cuerpo no tuvo de otra más que tomar el trabajo de Orlando y aunque al principio lo odiaba termino disfrutándolo, incluso le dieron un ascenso, ella y Ana compraron una casa donde viven junto con Orlando con el fin de poder apoyarse mutuamente, además de hacerlo todas la noches. 

Justo ahora están por celebrar el cumpleaños de Vivian ahora Orlando por lo que para la ocasión Orlando se puso el vestido más sexi en su colección junto con unas medias, un collar, un brazalete y unos aretes esperando a que llegue su ahora hija y yerno.




Comentarios

Publicar un comentario