Convertido en la esposa de un cruel rey: Tercer conquista

 

Bien querido príncipe Ashton, se que debes estar confundido… tal vez asustado, pero descuida, te quitare esa cinta de tu boca y responderé todas tus preguntas ¿Sí? Nada de gritar -dije a la hermosa mujer enfrente de mi-

¡Ah! ¡¿Por qué Samira?! ¡¿Por qué?! ¡Te lo di todo! Te salvé de las sucias calles y te vestí con joyas ¿Por qué traicionarme así? -gritaba la rubia atada a la silla-

Samira nunca existió querido con quien has estado todo este tiempo ha sido Jessica, esposa principal de Harold, rey de Cetonia, Samira solo fue un nombre en clave para la operación “fruto prohibido” -explique-

Ha pasado mucho tiempo desde la última conquista, diría que un año y medio, todo por el estúpido reino de Murad y su pesada artillería de defensa, era imposible siquiera llegar la entrada principal fue entonces tres meses atrás que mi brillante rey pensó “si no podemos entrar los venceremos por dentro” todos quedaron aturdidos sin saber que decir, entonces comenzó a explicar su plan, me enviarían con una nueva apariencia bajo la fachada de una pobre campesina que quería escapar de las garras del horrible mandato del rey Harold, al principio me negué pues no quería estar lejos ni un solo segundo de su grandioso pene pero entonces me prometió que cuando volviera me complacería con el mejor sexo que podrá experimentar, de tan solo pensarlo mi entrepierna chorreaba así que empaque mis pocas y por primera ves en mucho tiempo vestí ropa decente que cubría casi todo mi cuerpo.

Tomo una semana pero finalmente llegue a Murad, como parte del plan fui bañada en fango rasgaron el pobre vestido que traía y me dejaron sin nada por supuesta información de los gustos del príncipe, al parecer gusta de campesinas pero sus padres desaprueban cualquier relación con ellas rápidamente, el camino era largo por lo que llegue cansada a la entrada, cosa que ayudo en la actuación, aunque al principio no me dejaban entrar a la ciudad por no tener papeles no fue un problema no hay nada que un trabajo de manos no arregle, según la poca pero valiosa información por parte de nuestros espías el príncipe le gustaba reunirse un una de las tabernas mas grandes de la ciudad así que me dirigí rápidamente a solicitar trabajo como mesera.

No paso ni un día pues encontré lo que buscaba esa misma noche, el príncipe estaba  celebrando su éxito en la cacería, había bebidas gratis para todos por lo que tenía trabajo y no tuve oportunidad para acércamele, o eso pensé hasta que escuché que estaba interesado en mí, entonces hice un pequeño numerito, fingí tropezarme y derrame las bebidas sobre varios clientes entonces fingí disculparme, pero uno me agarro del hombro con bastante fuerza “me las va apagar" pensé y justo cuando estaba  poco de ser abofeteada quien esperaba hiciera su movimiento lo detuvo, pude ver más de cerca al príncipe, tengo que admitir que era hermoso. Pero no tanto como mi dulce Harold.

El príncipe ofreció una disculpa en mi lugar y que el pagaría la tintorería, rápidamente se retiraron y siguieron bebiendo, continúe con el acto y lo abrace mientras dejaba salir unas cuantas lágrimas, le dije que como agradecimiento me permitiera darle un servicio especial así que fuimos a la bodega, ahí me desvistió y me puso sobre una mesa.

Incluso fingí llorar por el dolor de ser la primera vez. Se sintió bien, pero Harold era muchísimo mejor. ¡Dios! Se ha de estar divirtiendo con Pam, Harold me debe una buena cogida y se la voy a cobrar en cuanto lo vea.

Después de eso me dijo su nombre, al parecer era Ashton, yo me presente como “Samira” una campesina que quería librarse del cruel rey Harold, el príncipe era un niño todavía pues cayo enamorado fácilmente de mí, me llevo a su castillo, me dio nueva ropa y varios obsequios, tuve la suerte de que sus padres se encontraban en sus últimos momentos o me habrían rechazado y separado del inocente Ashton.

No me tomo ni un mes ganarme su confianza, incluso seguía ciegamente mis ordenes, fue aquí donde el plan entraría en segunda fase, comencé a recomendarle aumentar la taza de impuestos, bajar los pagos de sus trabajadores y todo movimiento perjudicador para a clase media-pobre, también aprovechaba para salir y crear pequeños grupos rebeldes con la idea de que estarían mejor con el rey Harold, los enfrentamientos fueron aumentando poco a poco, los guardias también se estaban hartando, no faltaba mucho para un golpe de estado incluso nuestro espías se vieron beneficiados pues el tráfico de información era mayor que antes. 

Finalmente sucedió, los guardias y el pueblo planearon un golpe de estado, abandonaron los puestos de vigilancia y con ello la artillería pesado que volvía al reino impenetrable, Cetonia no dejo pasar esta oportunidad y poco después de una semana Murad había caído, en cuanto al príncipe, logre hacerlo dormir por una semana mientras esperaba por la poción del alquimista, cuando la recibí intente despertarlo pero creo que me pase con los sedantes pues no despertó ni con bofetadas, tuve que dásela boca a boca, cosa que le intereso tanto a mi como el alquimista pues se convirtió una mujer parecida a mi.

Han pasado dos días después de eso, aproveche ese tiempo para vestirlo, le puse una versión femenina de lo que ellos llaman “traje de marinero” lo ate a una silla e introduje varios juguetes en su nueva vagina, acaba de despertar, tengo que recibirlo apropiadamente

¡No te saldrás con la tuya Samira! -decía Ashton-

Ya lo hice querido Ashton, y ya te dije que soy Jessica -respondí mientras encendía los juguetes en su interior-

¡Eh! ¡Basta! ¡ah! El reino… ¡Se revelará! -decía Ashton mientras luchaba por contener sus gemidos-

¿Para ayudar al príncipe que empeoro su situación aumentando los impuestos y disminuyendo sus salarios? Lo dudo, por cierto ¿Te gusta tu nueva ropa? Ustedes dicen que los hombres los usan y lo llaman “traje de marinero”, pero en estos momentos eres una chica... una muy bonita, así que vamos a llamarlo, “traje de marinerita” -pregunte-

¿Traje de marinerita? ¿Chica? ¿Pero que estas diciendo? Soy una ¡Ah! -decía Ashton quien dejo salir un lindo gemido en cuanto agarre una de sus tetas- ¿Qué me hiciste?

Entonces la desate, la desvestí y la puse en la cama, aproveche que estaba bastante débil para jugar con ella


¡Ah! ¡hey! ¡Suéltame! ¡Ah! ¡No toques ahí! -decía Ashton-

No veo lo malo, tu hacías lo mismo conmigo… aunque no eras tan bueno -dije mientras jugaba con su pezón-

¡Sih! ¡pero yo soy un hombre! No puedo entregarme ¡Ah! ¡A este placer! ¡Ahh! -decía Ashton intentando resistir-

No te preocupes… te acostumbraras… yo lo hice -dije mientras recordaba un poco del pasado-

¡imposible! ¡Yo soy Ashton! Heredero del trono de Murad -repetía para sí mismo-

Cierto… Ashton no es un nombre de niña… creo que te llamare Ashley -dije pensativa-

¡Me niego a ser llamado así! después de todo soy ¡Aaaahhhhhh! -dijo Ashton antes de venirse en su nuevo cuerpo-

¡Oh! Te viniste ¡Que adorable! -dije de una manera juguetona-

Yo no… yo… ¡Yo no me vine! -grito Ashton con una respiración irregular!

No te preocupes, es solo el comienzo de tu entrenamiento, posiblemente seas una de las esposas mas sumisas del harem -dije con mucha confianza-

Pasaron varios días, Ashton ahora Ashley todavía muestra una actitud rebelde, de no ser por mi paciencia ya lo hubieran matado los guardias en sus ataques contra mi para intentar escaparse. Durante ese tiempo encontré una manera de romperlo, la mejor manera para romperlo, que mejor manara para romper a alguien que gusta de demostrar superioridad frente a la gente que degradándolo ante la misma.

Solicitando máquinas de tortura sexuales unos herreros hicieron lo que parece ser un caballo de madera, consistía en sentarlo en lo que parece ser una especie de triangulo y atar peso a sus piernas para que el condenado fuera partido por el peso que ejercían sobre él, no le pondría tantas para matarlo, pero si las suficientes como para hacerlo venirse por el simple roce.

El día de la presentación llego, hice que bebiera bastante agua, cite a los habitantes de Murad y comenzó el espectáculo.

¡Queridos habitantes del reino de Murad, es de mi honor anunciarles que el día de hoy son habitantes de Cetonia y que mejor de manera de celebrarlo que humillando al codicioso príncipe que enojo al pueblo! -anuncie mientras jalaba una cuerda-

Después de eso una hermosa dama sin ropa estando en el caballo de madera fue mostrada a los ciudadanos, quienes estaban confundidos y aún más cuando vieron que me empecé a desvestir.

Permítanme presentarme ¡Soy Jessica, Reina de Cetonia y esposa del rey Harold! ¡Esta hermosa dama de aquí es el príncipe Ashton! ¡A quien he bautizado con el nombre de Ashley! Todos ustedes podrán disfrutar de este espectáculo, incluso están invitados a escupirle, insultarla o arrojar su semen en ella, sin embargo, no pueden tocarla ni mucho menos dañarla. Sin más que decir ¡Comenzamos!

Nadie, absolutamente nadie puedo resistirse a insultarla, los hombres sin importar su estado civil no dudaron en bajar sus pantalones y masturbar su miembro con las hermosas chicas que estaban viendo.

¡¿Por qué?! ¡Ah! ¡¿Por qué haces esto?! ¡Ah! ¡¿Por qué hacen esto?! ¡yo amaba mi pueblo! -decía Ashley quien comenzó a llorar-

Tan pronto como dijo aquellos los insultos fueron peores “solo trajiste pobreza” “mis padres murieron por tu culpa” “te mereces esto y más” no había ni una sola persona que no lo insultara, y gracias ellos la poca confianza que quedaba en Ashley estaba siendo destruida, pues dejo de concentrarse en retener sus líquidos y termino mojando el caballo.

Después de eso Ashley no pronunció ni una sola palabra, ni siquiera era capaz de moverse, no fue hasta que llegamos al castillo que estallo en llanto, creo que tal vez me pasé… pero no importa, mañana hare algo igual de cruel o peor, por lo que la consolé hasta que se durmió, esa noche me dolió un poco la cabeza.

Despierta Ashley, es hora de seguir con tu entrenamiento -dije con una voz dulce-

No recibí respuesta, parece que estaba en trance por lo de ayer, no importa eso no me impidió cambiarle, le puse unas medias, antifaz, mordaza, tacones, guantes, esposas, una cola con un juguete en su ano, unas orejas y un collar. La saque de aquel trance de la mejor manera que conozco, con dolor, así que jale de la correa con fuerza.

¡Agh! ¡¿Pero que?! ¡Eh! ¡¿Por qué no puedo ver?! ¿Estoy ciego? -decía Ashley preocupada-

“Ciega” querida, ahora eres una mujer y no, no estás ciega, solo obstruí tu visión, de manera temporal pero no te preocupes, volverás a ver cuando regresemos -respondí-

¡Eh! ¿A-A donde vamos? -decía Ashley angustiada-

Solo daremos un pase por el pueblo… pero iras como mi mascota -dije en tono burlón-

¡Eh! Pero yo no ¡agh! -decía Ashley antes de ser interrumpida por jalar de su correa-

¿Entendido? -pregunte-

… Si -dijo Ashley con un tono lúgubre-

¿Si qué? -pregunte-

…Si … mi ama… -respondió Ashley-

Por cierto, en tu ano hay un pequeño juguete, te estará dando placer continuamente, si logras evitar venirte y muestras una actitud de mascota feliz, considerare devolverte tu libertad -explique-

Al escuchar tales palabras obtuvo algo de esperanza por lo que dejo su orgullo aun lado y se comporto como una mascota moviéndose en cuatro patas. Nuevamente el pueblo quedo sorprendido, también explique las reglas eran las mismas, solo que su semen debería ser servido en un baso pues seria su bebida para saciar la sed.

Aunque quería vomitar y llorar la esperanza de obtener su libertad lo motivaba a seguir a pesar de estar en sus límites, su rodillas estaban bastante raspadas y sus medias bastante mojadas, aun así seguía aceptando con una sonrisa las “misteriosas bebidas” que le ofrecían los ciudadanos creo que le encontró gusto al semen de las personas, eso es bueno, entonces fue cuando estábamos a punto de terminar nuestro paseo que mate aquellas esperanzas aumentando la potencia del juguete en su trasero.

¡Aaaahhhhhh!... ¿Acaso yo….? ¡NO! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Nooooooo! -gritaba Ashley intentando negar el hecho de que se había venido-

¡Ara ara! Creo que alguien rompió las reglas -dije de una manera muy seductiva-

¡Whaaaaa! Tan cerca ¡Whaaaaaa! -dijo Ashley mientras estallaba en llanto-

Nuevamente Ashley fue cargada hasta el castillo, una vez allí la bañe y la cambie, ahora portaba un liguero blanco, todavía seguía aturdida, sabia que ya la había roto por completo así que era hora de darle un poco de miel, la guie a su habitación, la ate a la cama, le coloque otra mordaza y un antifaz nuevamente, esta vez introduje unas bolas unidas por una cuerda fina, el vendedor decía que eran buena para estimular a las mujeres así que las compre, también un “consolador” (así lo llamaba aquel extraño vendedor) en su nueva vagina, se me olvido que era virgen así que hubo un poco de sangre

¡Mmmm! ¡Mmmm! ¡Mmmm! -decía Ashley mientras agitaba su cabeza en señal de desesperación-

Tranquila, no es un pene de verdad, es solo un consolado o algo así, no tengas miedo, solo déjate llevar por el placer -dije tratando de calmarla-

Una vez que Ashley se tranquilizó le quite la mordaza y la bese, ella también respondió el beso, podía sentir como jugaban nuestras lenguas.

Más… quiero… ¡Más! -decía Ashley en un estado de éxtasis-

Claro querida, tenemos toda la noche -dije mientras jugaba con sus pechos-

Esa noche en el castillo se escucharon los gemidos de aquellas dos mujeres.

A pesar de estar lejos del increíble pene de Harold tengo que admitir que disfrute un poco de la libertad que gane al estar fuera estos tres meses, tener algo de aire fresco se siente increíble, supongo que disfrutaré de esta libertad mientras dure… o hasta que surja una situación similar,

Finalmente, la luz del sol entrando por las ventanas me despertó… aunque realmente lo hizo otra cosa

¡Mmm! ¡Si! Sigue lamiéndome así Harold… -dije con una voz soñolienta- ¿Harold? ¡Ah!

¿Quién es Harold? -pregunto Ashley-

¡Ah! ¡Eres tú Ashley! ¡Ahn! Veras ¡Mmm! Harold es nuestro esposo -respondiendo mientras dejaba salir dulces gemidos por la técnica de Ashley-

Yo… quiero dedicar mi vida a servir a la ama Jessica… pero si la ama Jessica dedica su vida a un hombre… entonces ese hombre también será mi hombre -decía Ashley un poco apenada-

Entones me acerque a sus labios y le di un apasionado beso

Tontina, el ya es nuestro hombre, recuerda ser amable con el, sus palabras son mis palabras -le respondí-

… entendido ama Jessica… siento que es muy egoísta de mi parte pero… puedo pedir mas paseos como el de ayer… -dijo Ashley sonrojada por la vergüenza de pedir tal cosa-

Cualquier cosa que te haga feliz dulzura -respondí amablemente-

Así fueron mis últimos días en lo que antes era el reino de Murad, justo ahora me encuentro con el paseo diario de Ashley, al parecer disfruta de ser avergonzada y beber el semen que le dan los habitantes del pueblo. todo estaba bien hasta que vi a un pequeño niño llorando por la muerte de su madre, la descubrieron robando y la mataron a sangre fría, aquella escena me aturdió tanto que solté la correa de Ashley


Ama Jessica ¿Se encuentra bien? -pregunto Ashley preocupada-

Si... es solo que me esta doliendo la cabeza -dije cansada-

En ese momento me desmayé...

Comentarios

  1. Valla M la verdad cada vez me sorprendes más, eres realmente bueno con esta historia, me encanta y se volvió una de mis favoritas, me encanta como va la trama, el papel importante que tubo Jesica, que la nueva chica tuviera una personalidad diferente como gustarle ser tratada como una mascota, me hace pensar que podemos tener un harem muy grande y variado y ese final abierto con los extraños síntomas de Jesica, espero ansiosa la siguiente parte y saber que pasa, muy buen trabajo sigue así por favor

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  2. Gracias Jessica, me alegra que te guste, si, está historia será probablemente la más grande de todo el blog o eso espero, dudo que futuros trabajos puedan superarla, claro que sera un harem variado, fue uno de los objetivos que me propuse al darle continuidad

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