Cambio de trabajos

 Tercera petición, gracias por tu apoyo y espero te guste

Jesús (24) e Paola (32) eran vecinos y amigos desde hace mucho tiempo, casi amigos de la infancia, pero por la diferencia de edades su relación era más como la de hermanos. A pesar de ser vecinos por tanto tiempo el camino que recorrieron era bastante diferente Jesús se concentró en el estudio pues al tener problemas para interactuar con las personas sabía que solo el conocimiento le ayudaría a llegar lejos. Mientras tanto Paola se durante su juventud se enamoró del sujeto equivocado, quien al enterarse de su embarazo salió huyendo de la responsabilidad. Paola devastada decidido tener al bebe, aunque le costó el abandonar sus estudios y buscar trabajo. Y como si no hubiera aprendido nada, años después volvió a repetir la misma situación con otro hombre, también se quedó con él bebe, pero esta vez había decidido nunca más enamorarse y solo preocuparse por el futuro de sus hijas.

El tiempo paso, Jesús logro hacerla de oficinista en una gran empresa, a pesar de su problema para socializar fue reconocido por sus habilidades en el manejo de recursos, por otra parte Paola paso por distintos trabajos antes de terminar como vendedora de catálogo, que hasta su momento era el mejor trabajo que tenía, su gran habilidad para convencer a sus conocidos para compra le generaban grandes ingresos, aunque también se debía al apoyo que recibía de Jesús por el tipo de relación que tenían. Este ingreso le permitía vivir plenamente con sus hijas, a las cuales difícilmente les faltaba algo, no tenían un I-Phone 11 pro, pero si un celular de alta gama bastante decente.

Pero no todo es color de rosa pues sus hijas al ser mimadas desarrollaron malos hábitos, si a eso se le suma la influencia que recibían de sus novios los cuales eran vándalos que vivían de beber y drogarse. Cualquiera podría decir que sus hijas eran unas delincuentes vestidas de princesas, 

Con el tiempo los problemas que ocasionaban fueron incrementando, Jesús incluso podía oír las peleas de Paola con sus Hijas, algo a lo que se fue acostumbrando, también las acogía cuando estaban peleadas y no querían ver a su madre.

Finalmente llego el punto de inflexión, Paola encontró a sus hijas tiradas en los botes de basura de un bar nocturno, drogadas, sin ropa y bañadas en semen. Ese día Paola las arrastro del cabello al auto y las llevo a a su casa, solo para después soltar una gran ira verbal.

Paola: ¡En qué demonios pensaban! ¡Son estúpidas! ¡Les dije que se alejaran de esos vándalos! ¡Llegaron muy lejos esta vez! ¡Las llevare a ese internado femenino para que reciban una educación adecuada!

Ambas hijas: ¡No puedes hacer eso!

(¡Zas!)

Ambas fueron abofeteadas por Paola.

Paola: ¡Ustedes no me dejan de otra! ¡¿Acaso no piensan en lo preocupada que estoy por ustedes?! ¡¿Siquiera saben todo el sacrificio que he hecho?! ¡Dios! ¡¿Por qué son así?

Después de aquel furioso regaño Paola finalmente consiguió calmarse:

Paola Bien… Alisten sus maletas… mañana por la mañana las iré a dejar… ahora ¡Dense una ducha! ¡Apestan!

Todavía bañadas en semen finalmente se libraron de la ira de Paola, pero lo que hicieron les salió muy caro pues habían perdido su libertad o eso pensaban, aprovecharon que Paola se había ido a charlar con Jesús para planear su escape…

Mientras tanto Paola llegaba a la puerta de la casa de Jesús solo para derrumbarse apenas fuera recibida…

Jesús: ¿Qué te pasó? ¿Por qué estas llorando?

Paola: ¡Son mis hijas! ¡No sé qué hacer con ellas! ¡Ni siquiera sé en qué me equivoque! ¡Estoy empezando a dudar sobre la decisión que tome! ¡¿Soy una buena madre?!

|Jesús sabía lo que tenía que hacer, consoló a Paola diciéndole lo orgulloso que estaba de ella como madre pues había sacrificado demasiado por sus hijas reconociéndola por su arduo trabajo, y para relajar las cosas Jesús abrió una botella de vino que tenia guardada para algún momento especial. Platicaron y bebieron toda la noche mientras Paola ahogaba sus penas en la bebida hasta caer rendidos.

Los cálidos rayos de sol iluminaron la habitación, Jesús logro levantarse a pesar del dolor de cabeza por pasarse de copas anoche por suerte era su día libre así que se dirigió al baño pues sentía ganas de orinar, pero se llevó una gran sorpresa…

Jesús: ¿Eh? ¡¿Eehhh?! ¡No está!

Jesús sintió como se mojaban sus pantalones así que intento tomar su pene con las manos, pero no encontró nada entonces dirigió su mirada hacia abajo, pero fue obstruida por unos montículos de carne, asustado rápidamente se dirigió al espejo del baño…

Jesús: ¡¿Pero qué diablos?! ¿Por qué estoy en el cuerpo de Paola?

Jesús estaba bastante aturdido por lo que el espejo reflejaba, era la imagen de Paola, pero quien reflejaba es imagen era nadie más que él. Queriendo una explicación fue buscar pistas en su habitación solo para encontrar su cuerpo dormido, sabiendo quien estaba en ese cuerpo intento despertarlo.

Jesús: Paola… Paola despierta ¡Paola!

Paola: Mmm… Cinco minutos más…

Jesús: Tienes que despertar ¡Paola!

Paola todavía dormida abrió lentamente los ojos, pero al verse frente a si misma volvió a cerrarlos. Jesús no tuvo de otra más que pellizcarlo esperando que reacciona al dolor.

Paola: ¡Ah! ¡Eso duelo! Era eso… ¿Yo?

Jesús: Si, tú… Soy Jesús en tu cuerpo

Paola: ¡¿Qué¡! 

Jesús: … Y tú estás en el mío

Paola: ¡¡¿Qué?!!

Paola rápidamente dirigió su mano a su entrepierna solo para encontrar un flácido palo de carne.

Paola: ¡¿Por qué cambiamos de cuerpo?! ¡¿Qué vamos a hacer?!

Jesús: ¡No lo sé!

Después de varios gritos y un choque de cabezas esperando volver a la normalidad finalmente se calmaron. Paola recordó que tenia que llevar a sus hijas a aquel internado así que le pidió a Jesús que fuera en su lugar, claro que lo acompañaría para despedirse de sus niñas, pero no esperaban no encontrar a las niñas en su habitación, tampoco estaban sus maletas e Paola notaba que faltaban varias ropas de sus hijas, ni sus celulares. Paola empezó a desesperarse y comenzó a buscar por la casa esperando encontrar algo que les dijera a donde habían ido. Poco después logro encontrar una nota que decía lo siguiente:

“Hola mamá tonta, si estas leyendo esto significa que nos hemos ido de casa, estábamos hartas de tu que te la pasaras diciéndonos que podíamos hacer o no hacer, nos llevamos algo de ropa nuestros teléfonos y el dinero que escondías debajo de tu colchón. No nos busques pues aprovechamos que estabas con papá Jesús para irnos lo mas lejos posible junto con nuestros novios para tener una nueva vida libre de tus garras manipuladoras ¡Chao!”

Paola no podía creerlo, sus hijas la habían abandonado, incluso busco bajo so colchón, pero no encontró ni un solo centavo, esto era algo muy grave pues ahí estaba el dinero para vivir su día a día, además del dinero que tenia que entregar a su proveedor, abrumada por todo lo anterior Paola en el cuerpo de Jesús se derrumbó en llanto, Jesús por otra parte solo podía animarla abrazándola y dando suaves palmadas en su cabeza.

Después de un largo tiempo llorando Paola finalmente se recuperó y le pidió a Jesús que lo acompañara a buscar a sus hijas, fueron por toda la ciudad, pero no encontraron ni un solo rastro, realmente se habían marchado de la ciudad.

Nuevamente regresaron a la casa de Paola quien volvió a estallar en llanto hasta caer dormida, Jesús decido dejarla descansar y se retiró a su casa…

Jesús: ¡Aahhh! Estoy muy cansado, el peso en mi pecho esta matándome… Perdóname Paola por lo que estoy a punto de hacer…

Jesús comenzó a desvestirse quedando asombrado por el conjunta tan atrevido que traía puesto Paola.

Jesús: ¡No puedo creerlo! Nunca pensé que Paola vestiría ropa tan atrevida

Aunque Jesús solo quería quitarse aquella ropa ajustada no pudo evitar tener pensamientos pervertidos para sus interiores y poco a poco fue dirigiendo sus finas manos a sus nuevas tetas.

Jesús: ¡Ah!... Ese… Ese lindo sonido… ¿Salió de mí? 

Por el simple hecho de haber rosado su pezón Jesús dejo salir un dulce gemido, nunca pensó que el cuerpo de Paola fuera tan sensible a pesar de su edad.

Curios y deseoso por aquel placer Jesús empezó a jugar un poco más con sus tetas.

Jesús: ¡Mmm! Siento un hormigueo ¡Ah! Hay abajo…

Jesús metió su mano dentro de la tanga solo para sentir húmeda y caliente vagina sintiendo una pequeña descarga de placer por el simple roce de sus dedos. Cediendo a su lujuria se despojo del sexi conjunto y comenzó a jugar aún más fuerte con su cuerpo.

Jesús: ¡Ah! ¡Si! ¡Mis dedos se sienten tan bien! ¡Ahh! Creo que ¡Me voy a venir! ¡Aaahhhhhh!

Jesús se vino en el cuerpo de Paola, pero se sorprendió de que su cuerpo femenino todavía le pidiera más por lo que jugó con el cuerpo de Paola toda la noche.

Llego a mañana, Paola en el cuerpo de Jesús se había levantado sorprendido por el erecto trozo de carne en su entrepierna, nunca pensó que Jesús tuviera tal monstruo escondido, Paola no era una tonta sin experiencia sabia bien que esa erección no iba a cesar hasta ser satisfecha por lo que con un poco de asco y culpa empezó a masturbar su nuevo miembro.

Aunque poco a poco a fue agarrándole el gusto a jugar con su nuevo pene, incluso disfruto venirse, pero quedo un poco insatisfecha por aquel momentáneo placer que sintió.

Paola: Eso se sintió algo bien… pero creo que me dejo con ganas de más, bueno ser mejor que me vista para ver como esta Jesús… espero no hay visto mi cuerpo desnudo…

Paola se dio un baño y se cambió con la misma ropa que vestía el cuerpo de Jesús ayer pues al no tener su cuerpo y solo contar con vestimenta femenina en su casa la única opción que tenía disponible era esa vestimenta. A pesar de que esperaba que Jesús pasara por una situación similar no esperaba encontrar su cuerpo desnudo sobre la cama con las sabanas empapadas en sudor y jugos vaginales.

Paola: ¡Por dios! ¡Jesús! ¡¿Pero qué diablos hiciste?!

Jesús se levanto en cuanto vio a su antiguo cuerpo enojado enfrente de el 

Jesús: ¡Perdón Paola! ¡No pude resistirlo! ¡Tu cuerpo es muy sensible!

Paola: ¡¿Y?! ¡Esa no es razón suficiente! ¡Dios! ¡Báñate y vístete! ¡Mi cuerpo apesta a sudor!

Con un rostro rojo por la vergüenza Jesús se dio un baño y aunque las nuevas sensaciones que causaba el agua deslizándose por su suave piel lo ponían algo caliente sabía que no podía masturbarse o Paola lo mataría.

Paola: Te deje ropa para mi cuerpo en la puerta ¡Y apúrate! ¡Más te vale que no estés jugando con mi cuerpo otra vez!

Un Jesús regañado se apuró a ducharse, pero quedo impactado al ver la ropa que le había dejado Paola.

Jesús: … ¿No planeas que me ponga esto o sí?

Paola: No tienes otra opción, además normalmente suelo vestirme así para vender productos.

Jesús: Tienes que estar bromeando… ¡No pienso ponerme algo así!

Paola: O te pones eso o voy a tener que llevarte desnudo

Jesús no tuvo de otra mas que obedecer, se puso unos calzones blancos carecientes de atractivo sexual una falda ajustada y una especie de top con tirantes junto con un collar y unos aretes.

Jesús: ¿Por qué tengo que vestir así?

Paola: Porque tienes que verte bien para vender

Jesús: ¡¿Vender?! 

Paola: Si Jesús recuerda que me gano la vida con ventas de catálogos

Jesús: ¡No no no no! ¡Absolutamente no! ¡Sabes que tengo problemas para socializar!

Paola: ¿Y crees que yo sé lo que haces? Ni siquiera que será de mi vida mientras estoy en tu cuerpo, además tengo que recuperar lo que me robaron mis hijas malagradecidas

Jesús: ¡Eso es! ¿Si repongo lo perdido puedo librarme de vender por hoy?

Paola: Dudo que puedas pagarlo todo

Inmediatamente Jesús movió un marco de la casa revelando una caja fuerte, introdujo la contraseña y la puerta se abrió revelando una enorme cantidad de dinero, agarro un fajo de billetes y se los dio a Paola. 

Jesús: Bien, eso debería ser suficiente ¿Me libra de vender cosas?

Paola: ¡¿Cómo es que tienes tanto dinero guardado?! ¡¿Eres un asesino a sueldo o en qué diablos trabajas?!

Jesús: Solo soy un simple oficinista, pero debido a mis malas habilidades sociales no salgo a fiestas o gasto dinero en citas, lo estaba guardando para una emergencia… ¡No me hagas vender!

Entonces Jesús comenzó a hablar de su trabajo, al parecer la única razón por la que seguía en la empresa era por su excelente habilidad en la administración de recursos pues siempre lograba que los proyectos de la empresa ahorraran un poco de dinero en el gasto de recursos. Dicho esto, Paola se sentía abrumada por tal trabajo, incluso quería renunciar y vivir de aquel ahorro en la caja fuerte, pero Jesús no la dejo. Dijo que si él iba a tener que vender cosas estando en su cuerpo entonces ella administraría recursos en el suyo. 

Jesús paso el resto de la tarde enseñándole todo lo que tenia que hacer en la oficina y dándole tips para saber que movimientos aplicar según la situación, Paola agradecida le puso una prueba de venta pues también tenía que prepararse y aun que Jesús se negaba dijo que era necesario para que se fuera acostumbrando.

Su primera venta fue terrible. Jesús estaba tan nervioso que tartamudeaba al hablar, de no ser porque Paola lo acompañaba no hubiese sido capaz de vender un simple perfume.

Paola: ¡Jajaja! Eres terrible ¡Deberías ver tu cara! ¡Esta roja como un tomate! “L-Le-Le mo-molestaría pro-probar nuestro producto!” ¡Jajaja! ¡No pensé que fueras tan malo interactuando con la gente!

Jesús: ¡Cá-Cállate! ¡Te dije que tenía problemas!

Jesús nunca había pasado por tanta vergüenza, ni siquiera en su entrevista de trabajo. Pero intentar vender un producto no era lo suyo. Finalmente volvieron a sus casas, pero Paola propuso vivir en la casa del otro debido al cambio y por querer evitarse la molestia de caminar tanto por un cambio de ropa. Aunque ella seguiría eligiendo el conjunto de ropa para su cuerpo pues pensaba que Jesús no sabía de moda.

Cayo la noche y Jesús aprovecho para volver a jugar con su vagina, claro que ahora había tomado las precauciones para no ser descubierto, aunque no le gustaba estar en el cuerpo de Paola ni vestir ropa tan atrevida no podía negar que a pesar de solo haber probado una vez la masturbación femenina y llegar al orgasmo había desarrollado una pequeña adicción a esta. Adoraba el placer que le daban sus dedos al ser introducidos por su vagina, jugar con sus pezones, pellizcarlos, acariciarlos, cualquier movimiento solo lograba excitarlo aún más hasta que finalmente se vino, esta vez se dio un baño y cambio las sabanas junto con la ropa que traía para evitar que Paola se enterara, solo para finalmente caer dormido.

El lunes de la mañana siguiente Jesús fue despertado por Paola que vestía su traje de trabajo, quien se dio cuenta de que Jesús paso la noche jugando con su cuerpo por unas pequeñas manchas en sus calzones, pero viendo que se esforzó en ocultarlo prefirió dejarlo pasar.

Paola: Bien, es hora de vaya a tu trabajo, pero antes tengo que arreglarte para que tengas una imagen presentable como vendedora

Jesús: ¡Por favor no! ¡No quiero vender! ¡Hare lo que sea!

Paola: ¿Incluso decirme la contraseña de la caja fuerte?

Jesús: ¡Todo menos eso!

Esos eran los ahorros de toda su vida, ni siendo amenazado planeaba dejarlos ir tan fácilmente.

Paola: ¡Bien! Te propongo algo… si logras 20 ventas el día de hoy te permitiré estar libre de vender el resto de la semana ¿Qué te parece?

Los ojos de Jesús brillaron con esperanza pues realmente no quería vender productos

Jesús: ¡Acepto!

Paola: Bien, ahora déjame arreglarte

Una camiseta negra de manga larga junto con una falda blanca, unos tacones y un brazalete le fue puesto de manera que revelaban sus pechos.

Jesús: … ¡No quiero usar esto!

Paola: Créeme querida, te facilitara las ventas

Jesús: ¡No me digas “querida”! ¡Soy un hombre!

Paola: Pues no te ves como uno

Habiendo dejado bien arreglado Jesús, Paola se retiró y partió hacia su nuevo empleo, una vez empezó a saludar a todo el mundo, cosa que dejo confundidos a todos pues el Jesús que conocían nunca haría algo así, incluso se sorprendía de que tomara la iniciativa en las conversaciones, parecía un Jesús totalmente distinto, uno que le agradaba a todo el mundo, incluso las varias trabajadoras comenzaron a coquetearle, su excusa fue la visita de un retiro espiritual que cambio su vida, y por su increíble habilidad del habla nadie sospecho de ello.

Por otro lado Jesús en el cuerpo de Paola no la estaba pasando bien, estaba tan nervioso como para pronunciar una sola palabra a los cliente por lo que terminaban cerrándole la puerta en la cara, no fue hasta que se encontró con un viejo que le ofreció comprar 5 unidades de  a cambio de que le mostrara sus tetas.

Jesús: Pero señor… yo no…

Anciano: Bien ¿Qué tal 10?

La mente de Jesús estaba en un dilema, quería vender, pero no quería mostrar su cuerpo, aunque viendo su situación y que este era su ultimo cliente del día no le quedo de otra más que aceptar, todo fuera por no tener que volver a vender mañana.

Jesús: Bien… acepto su oferta…

Dicho eso Jesús revelo sus tetas a aquel anciano quien comenzó a acariciar su miembro.

Anciano: Te comprare otros 10 si me dejas tocarlas

Jesús no quería pero sus deseos por no vender mas eran mayores

Jesús: … Está bien…

El anciano comenzó a jugar con aquellos suaves pechos como si fuera un bebe.

Anciano: No estas nada mal niña, aunque me gustaría tener más acción no puedo o moriría, así que tienes suerte jejeje… la venta más fácil de tu vida supongo

El anciano siguió jugando con los pechos de Jesús hasta quedar satisfecho y aun que el estaba asqueado no podía evitar sentir placer de los bruscos movimientos en sus tetas, incluso había mojado un poco sus calzones.

Finalmente, el anciano la soltó y le dio el dinero de 20 unidades, no sin antes decirle que si quería volver a tener una venta fácil era libre de venir cuando quisiera.

Jesús se sentía tan humillado que se dirigió a casa, dejo el dinero, y comenzó a buscar formas de volver a la normalidad, quería recuperar su vida tan rápido como fuera posible, no quería volver a pasar por ello.

Y a en la tarde Jesús e Paola intercambiaron experiencias, Jesús mintió diciéndole que los clientes se quedaron tan embobado con su vestimenta que compraron sin pensarlo, mientras Paola le dijo lo molesto que era su trabajo, demasiados números, muchos problemas y mucho papeleo. No sabía como es que Jesús podía vivir así, también lo elogio por llegar a veinte ventas, pero también le advirtió que se preparara porque la siguiente semana serian 40. Jesús le rogo que no fuera así pero Paola le dijo que era por su bien, pues tenia que aprender a llevar su trabajo así como ella estaba aprendiendo a realizar el suyo.

Esa noche Jesús no sintió ni el más mínimo deseo de masturbarse en el cuepro de Paola, de solo intentarlo viene su mente la desagradable experiencia de ser manoseado por un hombre.

El resto de la semana paso volando, Paola se adaptó un poco más al trabajo de Jesús, pero la investigación de Jesús por volver a la normalidad fue inútil, no pudo encontrar nada por lo que solo podía temblar de miedo por lo que estaría a punto de pasar…

Ahora tenía que vender 40 unidades, la vestimenta para la ocasión era un vestido de una sola pieza color azul bastante ajustado que hacia resaltar su escote junto con unas medias, tacones y un collar.

Esta vez probo en un lugar distinto, se armó un poco de valor pero a duras penas consiguió vender 5 productos, nuevamente se presentó una situación como la del anciano, solo el ofreció comprar 3 a cambio de un vistazo rápido a sus pechos, indignada y desesperado por vender rápido acepto, mostro sus pechos por unos segundo y recibió el dinero acordado. Situaciones similares fueron ocurriendo durante su recorrido para vender, algunas peores que otras, para su suerte nadie se atrevía ir más allá de solo manosear sus tetas o nalgas, pero no podía evitar sentirse asqueado de todas maneras. 

El tiempo iba pasando y las ventas requeridas iban aumentando. Poco a poco Jesús se iba quebrando por las malas pasadas que sufría viviendo la vida de Paola por otro lado Paola en su cuerpo le estaba yendo muy bien, tomo tiempo, pero se adaptó perfectamente, incluso empezó a disfrutarlo, tanto que después de tres meses había conseguido un pequeño ascenso como jefe de del departamento de administración de recursos. Todo iba bien para el hasta que recibió un mensaje inesperado en su celular, un mensaje de las personas que menos quería ver; sus hijas. El mensaje decía lo siguiente: 

“Hola mamá… o debería decir papá Jesús… si sabemos lo de su cambio… nosotras fuimos las responsables… sabemos que no fuimos las mejores hijas por lo que queremos disculparnos y agradecerte todo lo que hiciste por nosotras… em volviendo al tema… hicimos lo del cambio porque nos molestaba que siempre pusieras un límite con papá Jesús, nos apoyaba y nos cuidaba ¿Y cómo se lo pagaste? Solo dándole tu amistad… enserio eres mala, sabemos que solo te preocupabas por nosotras, pero nada costaba darle una oportunidad, pensamos que cambiando sus cuerpos seria lo mejor para acercarlos, esperamos que haya funcionado… también, sabemos cómo devolverlos pero solo lo haremos si papá Jesús en tu cuerpo está de acuerdo, deberías comentarlo y ver que dice… por cierto tenías razón, nuestro novios eran unos idiotas, bueno, nos despedimos de ti, no intentes buscarnos que no nos encontraras a no ser que queramos, tampoco te preocupes pues estamos bien. Chao. Te quieren tus hijas”

Paola no pudo contener sus lágrimas, así que fue con Jesús para contar lo sucedido mientras pensaba en lo duro que había sido con él, por lo que decido librarlo de las ventas y empezar a mantenerlo con su trabajo.

Paola: Oye… sobre lo de las ventas

Jesús: ¡whaaaaa!

Paola: ¡¿Pero qué paso?!

Jesús finalmente explotó, ya estaba hartó de tener que ser manoseado para poder vender, ni siquiera tenia espíritu para jugar consigo mismo. 

Jesús: ¡Ya no quiero vender! Whaaaa

Paola: Pero si lo estabas haciendo bien… Conseguiste varios clientes…

Jesús: ¡Nunca hubo varios clientes! ¡Todo se vendió a cambio de ser manoseado! Whaaa ¡Fue asqueroso!

Paola quedo sin palabras al escuchar esto, resulto para ella que nunca le estuvo ayudando, en todo caso solo lo perjudicaba cada vez más y más. Sin saber que decir rápidamente lo abrazo

Paola: ¡Lo siento! ¡Lo siento tanto! ¡No pensé que te estuviera haciendo daño! ¡Hare cualquier cosa para compensártelo!

Jesús: ¿Puedes volver a cambiarnos?

Paola sabia la respuesta a esa pregunta, pero había disfrutado tanto su nueva vida que no estaba dispuesto a renunciar a ella.

Paola: Lo lamento… no puedo hacer eso

Jesús: ¡Entonces no puede hacer nada! Whaaaaa

Paola: Hay algo que si puedo… hacerte olvidar aquellos amargos recuerdos

Paola se empezó a desvestir.

Jesús: ¿Qué estás haciendo?

Paola: Relaje… solo… confía en mí y quítate la ropa

Jesús: No estoy seguro de esto…

Viendo la duda de Jesús, Paola se acercó y comenzó a besarlo mientras jugaba con sus antiguas tetas de una manera tan gentil que Jesús no sentía asco, en su lugar lo estaba disfrutando, poco después Paola volvió a la cama y le dijo que si quería continuar entonces debería desvestirse y aunque Jesús todavía dudaba no pudo evitar de aquel cálido sentimiento que recibió.

Jesús: De acuerdo… tu ganas… me la quitare…


Así Jesús termino en ropa interior, aunque también de despegas de su cuerpo instantes después para lanzar sobre Paola quien empezó a jugar con sus pechos.

Jesús: ¡Ah!... ¡Si!... Se siente muy bien… 

Paola: te dije que te gustaría

Jesús: Si… Tenias razón… por favor… sígueme dando más placer… hazme olvidar mi sufrimiento…

Paola continuaba jugando suavemente con el cuerpo de Jesús mientras su pene se levantaba gloriosamente y Jesús dejaba salir una buena cantidad de fluidos de su vagina

Paola: Oye… ¿Por qué no me das una mamada?

Jesús: Pero…

Paola: No deberías tener problemas, después de todo, es tu antiguo pene

Jesús no podía negarse a Paola, no sabía si era por su cuerpo o por la pasión que estaba experimentando, pero no pudo evitar actuar de una manera sumisa y empezó a jugar con su antiguo pene con sus finas manos.

Jesús: … No recuerdo que fuera tan grande…

Paola: Es por que tus manos son más pequeñas

Jesús: … ¿Lo estoy haciendo… bien?

Paola: No lo haces mal, pero sería mejor si usaras tu boca

Jesús: … Lo hare…

Jesús lentamente fue acercando su cara contra lo que fue una vez su pene, por alguna razón verlo más de cerca le causaba un hormigueo en su vagina, el sabía que significaba esa sensación en su parte baja.

Paola: ¿Qué estas esperando? Hazlo de una vez

Jesús: … Si…

Dicho esto, Jesús introdujo su antiguo pene en su boca, a pesar de tener un sabor salado a su cuerpo le gustaba, incluso el mismo Jesús deseaba más así que empezó a mover su cabeza de arriba hacia abajo haciendo que el pene de Paola se deslizara por su boca dándole así un gran placer.

Paola: ¡Espera! Creo que me voy a venir

Jesús: Mhp… Hazlo… Quiero tu carga en mi boca…

Paola: ¡No! Esa carga esta destinada a otra zona

Jesús: … entiendo…

Paola: sabes que debes de hacer ¿Cierto?

Jesús no dijo ni una sola palabra y lentamente retiró su cara con una mirada que daba a entender que quería seguir saboreando el trozo de carne de Paola y comenzó a posicionarse.

Jesús: ¡Aaaahhhhhh!

Paola: Lo siento ¿Te dolió?

Jesús: No… Es que… Se sintió tan… bien… creo que me… vine

Paola: Jaja, bueno, prepárate por que apenas vamos empezando

Entonces Paola comenzó a mover sus caderas lentamente con un ritmo que fue aumentando poco a poco mientras Jesús dejaba salir gemido por las olas de placer desenfrenadas que estaba sintiendo.

Jesús: ¡Ah! ¡Si! ¡Más! ¡Dame más! ¡No me importaría quedarme así de seguir experimentando tal placer! ¡Ahh! ¡Aaahhhhhhh! 

Paola: ¡Creo que me voy a venir!

Jesús: ¡Yo también! ¡Hagámoslo juntos!

El caliente esperma de Paola fue liberado dentro de la vagina de Jesús mientras este jadeaba del placer, Paola retiro su pene haciendo que su semen saliera desparramado del interior de su antigua vagina.

Paola: Bueno… creo que tendremos que esperar a que me recupere…

Jesús: No tan… rápido…

Jesús tomo su pene y volvió a darle una mamada haciendo tan excelente trabajo que se volvió a levantar.

Paola: ¿Pero cómo?

Jesús: Recuerda que… ese fue mi pene… lo conozco mejor que nadie ¿Continuamos?

Lo hicieron toda la noche y Jesús sumergido en tanto placer había olvidado aquellos recuerdos amargos durante sus días intentando vender productos de catálogo. Adicto al placer sexual Jesús acepto su nueva vida como Paola tanto que incluso después de comentarle sobra la forma d volver a la normalidad este se negó, no quería renunciar a tan deliciosa experiencia. Después de eso ambos comenzaron a salir, Jesús se libró de las ventas de catálogo y empezó a ser mantenido por Paola en su antiguo cuerpo quien no tenia problemas pues poco a poco iba mejorando en su trabajo y con el tiempo fueron llegándole nuevos ascensos.

Han pasado 3 años desde todo lo anterior, Paola ahora Jesús se convirtió en el CEO de la compañía así que el y Jesús ahora Paola se habían mudado a una nueva casa mucho más grande después de casarse.

Justo ahora Paola acababa de llegar a su casa solo para ser llamado para ser llamado por Jesús en la habitación de hidromasaje con solo un lindo vestido puesto mientras le revelaba su zona intima en señal de que quería hacerlo.

Paola: Realmente estas deseosa de hacerlo.

Jesús: Claro que si amor, recuerda que tu me hiciste asi, todo el tiempo que estas fuera de casa no puedo dejar de pensar en tu jugoso pene ¡Dios! Me mojo tanto de solo pensarlo, mis dedos no son suficientes.

Paola: De acuerdo vamos ha hacerlo, pero ya sabes que tienes que hacer si quieres lo tuyo

Jesús: Eres tan cruel, dejar que tu esposa te de una mamada mientras ella se muere por que lo metas en su vagina… aunque también me encanta su sabor

Paola se quito aquel traje de negocios mientras Jesús se despegó rápidamente de aquel vestido. Durante estos 3 años Jesús no solo vivió mantenido, sino que aprendió a vivir como una mujer, desde maquillaje, moda, gestos, forma de hablar, comer y sentarse hasta mejorar su técnica de manos y lengua para poder complacer a su esposo.

Paola: ¡Mmm! Se siente muy bien cariño

Jesús: ¡Pgm! ¡Ah! ¡Me alegro que te guste mi amor!

Paola: Si ¡Me encanta! Me sorprende que sigas mejorando tus mamadas

Jesús: ¡Ghm! ¡Ah! Claro amor ¡Es el deber de una esposa saber complacer a su esposo!

Paola: Me encanta tu boca ¡Es tan cálida! Y tu lengua ¡Oh! Siento como roza mi pene

Jesús: ¡Ah! Y a mi me encanta tu pene… es tan grande y grueso… de solo verlo hace que me moje…

Paola: Creo que estoy a punto de…

Al escuchar estas palabras Jesús empezó a succionar con más fuerza dándole un mayor placer a Paola quien no pudo aguantar mas y soltó su carga en la boca de Jesús para después retirar su pene dejando un poco de semen en su cara sonriente por el delicioso sabor del semen que tanto estaba esperando.

Jesús: Bien creo que es hora de pasar a la siguiente zona

Dijo Jesús mientras se limpiaba la cara y se sentaba abriendo las piernas, mostrando su vagina en señal de que estaba esperando por el gran pene de Paola.

Así continuo otra de las tantas sesiones de sexo diarias en las vidas de Jesús y Paola. En cuanto a sus hijas, ellas estaban bien, habían encontrado un sugar daddy que las quería a ambas por lo que no se preocupaban por la comida o trabajar, de vez en cuando mensajean con su madre para saber cómo se encuentra.

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